¿Es posible que un argentino de 31 años haya fotografiado a Lady Gaga, Rihanna y Gigi Hadid? Claro que sí. Sebastián Faena nació en Buenos Aires, pero siendo muy joven marchó a Nueva York. En la Gran Manzana estudió música y literatura en la Universidad de Columbia. La fotografía profesional y la dirección cinematográfica debieron esperar un poco más…
Su apellido es bien conocido. Y sí: es pariente de Alan. Su primo. Pero al contrario del alto perfil del empresario y sus elegantes looks total white, Sebastián es su antítesis. Descontracturado y urbano. Y así fue como eligió su carrera profesional.
Donde ambos coinciden es que habitan las agendas de celebridades, estrellas y empresarios. Quizás en la Argentina Sebastián no sea tan popular, pero en Nueva York, el mundo de la moda, las top models y la música lo conocen bien.
A los 17 años disparó su primera fotografía. Fue a sus compañeros de escuela. Y se dio cuenta de que era su verdadera pasión. Trabajó aquí en la revista Para Tí, pero su lugar en el mundo estaría en los Estados Unidos. No obstante, jamás olvidó sus orígenes. Inquieto, cuando se graduó en Columbia volvió a la Argentina para filmar su primera película, La mujer rota, que se estrenó en las salas de nuestro país y América Latina y fue premiada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Un año más tarde, de regreso a Nueva York, tuvo la oportunidad que le abrió las puertas en el gran mundo de la moda. Debutó en la conocida revista V Magazine tras relacionarse con su famoso colega Mario Testino. El fotógrafo peruano, uno de los tops a nivel mundial, se mostró sorprendido por el portfolio del argentino y lo recomendó a la editora de la publicación.
Su carrera fue meteórica. A los 19 años ya se lo disputaban editoriales de renombre en la moda como Vogue, Harper ‘s Bazaar, CR Fashion Book y Vanity Fair, entre otras. El 2009 retrató a Lady Gaga y Celine Dion. En 2013 tuvo un gran año: participó, con la ex modelo y editora de Vogue París Carine Roitfeld, del CR Fashion Book, Harper ‘s lo convocó para hacer editoriales con Irina Shayk y Kate Upton (en esa revista publicó más de 26 veces e hizo seis portadas). Y cerró ese gran año con la top model e ícono de moda de los años 80 y 90, Cindy Crawford, que posó bajo su lente para distintas portadas y editoriales como, por ejemplo, en Vogue Turquía.
Pero eso no fue todo, Sebastián no sólo hacía editoriales y portadas de grandes revistas de moda, sino también tuvo a cargo campañas para marcas como DVF de Diane von Furstenberg (con Daria Werbowy), BCBG Max Azria, Blumarine, Georg Jensen, Lord & Taylor, Mavi Jeans y Sam Edelman, que lo reclamaban para que capturara la gráfica de la temporada.
En 2018, tanto trabajo tuvo su recompensa. Ganó el “Fashion Media Award” como fotógrafo del año, premio entregado por Celine Dion y Carine Roitfeld, su gran amiga. “Fue una noche llena de amor, con mis amigos alrededor donde se apagaron las luces y Celine Dion me presento en un video y Carine me lo entregó. Mi vida fue la que me llevó a ganar ese premio, no lo que hice ese año. Las fotos a mis compañeras de la escuela de adolescente en Buenos Aires me llevaron a ese momento. Los años solo en otro país, sin mi familia, los libros que leí, las películas que vi, las que hice, la música que escuché y escribí me enseñaron a sacar fotos”, recordó con Infobae.
A pesar de eso, lo más atractivo que tuvo y tiene su carrera como fotógrafo fue la posibilidad de tener ante su lente a top models y estrellas. Sobre Lady Gaga dijo: " le gusta muchísimo que la fotografíen, entonces el momento se vuelve recíproco. Cuando trabajo con ella entiendo los referentes que tiene en la cabeza, los leo cuando se mueve. Comprendo a qué se refiere si posa de una cierta manera. Es lindo sacarle fotos a quien le gusta tanto como a vos lo que está sucediendo”.
Sobre esos momentos que comparte con celebridades globales, Sebastián no dudó ante Infobae: “Tengo recuerdos fantásticos, hermosos, de momentos muy especiales para ellas y para mí. Me siento tan agradecido por la carrera que pude hacer. Sacar fotos es mi manera de conocer a otra persona, de prestarle atención, de enamorarme por un día”.
Sin embargo, hoy Faena dejó su cámara a un costado, apagó los flashes, y le dio rienda suelta a su nueva pasión, la música. En noviembre presentó su nuevo material en el famoso bar Socialista del Soho neoyorquino. Así, en el barrio más chic de la ciudad y con varios amigos presentes, a puro Martinis, flashes, risas y buena música de por medio, mostró sus creaciones. El recientemente lanzado EP consta de dos canciones relajantes y de ensueño. Una de ellas, llamada “Save Your Life”, que interpreta junto a Gray Sorrenti, fue escrita por Faena después de un evento que cambió la vida.
“Save your life se trata de salvar la vida de otra persona con tu amor. Hay un amante adicto y una madre enferma; es mirarlos dormir y llorar de impotencia por no querer que se vayan, o irte. Se trata de el amor en sí y descubrí, después de escribirla, cantándola, que en realidad es acerca de respetarse y quererse un poco a uno mismo, de separarte de alguien que ya te hace mal, para salvar tu vida”, cuenta a Infobae desde Nueva York. Sobre su segundo tema llamado “Artificial”, señala que “se trata de no poder ser uno mismo, de no sentirse cómodo dentro de tu cuerpo, de la ansiedad que te da estar con otro y sentir que siempre estás separado, que no te podes juntar y ser la misma cosa”.
“Cuando hago música pienso en mí, busco lo que siento y espero que quien la escuche sienta lo mismo, y cuando alguien me dice que mis canciones son parte de sus vidas, o no pueden sacárselas de la cabeza me hace llorar de emoción, me siento bendecido”, revela el músico y fotógrafo.
A pesar de que hoy la música es su prioridad, confiesa que nunca va a dejar de hacer ninguna de las dos cosas, porque para él son lo mismo. “Inventar personajes o historias para decir lo que pensás y lo que te molesta y tratar de entender es fundamental. Ojalá pueda siempre hacer mi trabajo, porque hacerlo bien es la razón de mi vida”.
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