A raíz de los incendios que se registraron en distintos puntos del país a lo largo de los últimos meses, el Gobierno declaró la emergencia ígnea en todo el territorio nacional.
La decisión se hizo efectiva a través del Decreto 6/2022, publicado este miércoles en el Boletín Oficial y que lleva las firmas del presidente, Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Juan Manzur; y el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié.
“Declárase la Emergencia Ígnea en todo el territorio de la República Argentina por el plazo de un (1) año a partir de la entrada en vigencia del presente decreto, con el fin de adoptar las medidas que resulten necesarias para propiciar y atender con carácter inminente la presupresión y combate de incendios, la restauración las de zonas afectadas y la prevención de nuevos focos”, reza el artículo 1° de la iniciativa del Poder Ejecutivo.
Además se encomendó a la cartera de Ambiente a convocar a “un Grupo de Trabajo integrado por todas las partes involucradas, con el fin de coordinar la adopción de las medidas y acciones que resulten necesarias para atender la emergencia declarada”.
La creciente cantidad de focos de incendios forestales, rurales, de pastizales y de interfase en nuestro país constituye “un preocupante fenómeno multicausal que demanda la adopción de medidas inmediatas, a través de la máxima coordinación y cooperación entre los organismos a quienes esta temática resulta transversal”, argumentó el Gobierno.
En el decreto publicado esta madrugada se remarcó que en los últimos meses los incendios “masivos y reiterados en distintas zonas críticas” del país han adquirido “una dimensión alarmante y representan una grave amenaza tanto para el ambiente y sus ecosistemas así como para el patrimonio, la salud y la vida de las personas”.
En los considerandos se mencionó también que la situación, “causada por actividades principalmente antrópicas cuyas consecuencias se ven agravadas por el cambio climático”, ha perjudicado diferentes ecorregiones del país y generó “nocivas consecuencias sobre bosques nativos e implantados, áreas naturales protegidas, zonas agrícolas, praderas, pastizales, matorrales y humedales”.
Si bien el Estado Nacional, a través del Sistema Federal de Manejo del Fuego, interviene en las áreas afectadas proveyendo medios y personal para combatir los incendios, “la gravedad de la situación se ha acrecentado a la par de circunstancias meteorológicas adversas que han resultado desalentadoras al momento de combatir los incendios, lo que ha implicado un incremento de los pasivos ambientales generados y de los bienes y las personas damnificadas”.
La Emergencia Ígnea fue solicitada por los gobiernos de las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Tierra del Fuego y Santa Cruz, el pasado 27 de diciembre, con el objetivo de atender la situación de la Patagonia argentina.
Al día siguiente, el Consejo Federal de Medio Ambiente instó a las jurisdicciones locales, al sector privado y a las áreas competentes del Estado Nacional a fortalecer las políticas de prevención de incendios forestales y declaró el Estado de Emergencia Ígnea en todo el territorio nacional por 12 meses para “prevenir y mitigar los daños ambientales, personales y patrimoniales que estos provocan”.
“En virtud del riesgo de superación de la capacidad de respuesta de los medios empeñados en el combate del fuego, la criticidad de la situación y el peligro inminente de una catástrofe ambiental, deviene necesario, imperioso y conveniente proceder a declarar la Emergencia Ígnea en todo el territorio nacional con el fin de adoptar medidas urgentes, convocar con suma premura a los organismos involucrados y a las autoridades provinciales con el objetivo principal de frenar los incendios y comenzar inmediatamente un plan de restauración de las zonas afectadas”, definió el Gobierno Nacional por decreto.
De esta forma, según señaló el Poder Ejecutivo, se agilizará y simplificará el trabajo conjunto entre Nación, las provincias y los organismos locales.
El Ministerio del Interior anunció que sumará $ 800 millones a las provincias más castigadas por los incendios: Río Negro, Neuquén, Chubut y Misiones.
Por otra parte, frente a la ola de calor que se registra en gran parte del país, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), advirtió sobre el aumento en las condiciones de peligrosidad de ocurrencia de incendios forestales y de pastizales, y recomendó “extremar las medidas de prevención”.
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