Lejos en el tiempo quedaron los aplausos de las 21 horas con los que se agradecía a médicos y enfermeros por su compromiso y dedicación al estar en la primera línea de batalla contra el COVID-19. Un año y 10 meses más tarde del inicio de la pandemia, en medio de la cruenta tercera ola en la Argentina, con récord de contagios y saturación de los centros de testeos, en las últimas jornadas se viralizaron escenas en las que personal de la salud es maltratado por pacientes.
El último episodio ocurrió en el hospital de Tunuyán, Mendoza, donde una médica fue increpada por dos hombres que protestaban ante la demora en ser hisopados. “Si no estás capacitada para estar las 24 horas parada haciendo testeos, no vengas”, le dijo uno de ellos. La escena quedó registrada en un video que se viralizó en redes sociales y generó el repudio hacia los agresores.
Las imágenes captaron un minuto y medio de la discusión que mantiene la mujer del nosocomio con los pacientes. “No tengo tiempo ni para ir al baño”, graficó la médica justificando la demanda de trabajo y por ende la espera. “No puedo más, me duelen las rodillas”, agregó insistiendo en que las complicaciones se generan por el desborde de testeos que satura el sistema y los recursos.
“Estoy dando lo más que puedo, más no puedo hacer. No he parado de atender, no es que estoy al pedo”, continuó. En ese momento intervino uno de los hombres que estaba esperando su turno y le recriminó: “Si no estás capacitada para estar las 24 horas parada haciendo testeos, no vengas”.
Otro de los pacientes que se encontraba en la sala intervino reclamando atención: “Yo pago todos mis impuestos y vos cobrás de mi plata”. Pese al nivel de agresividad, la médica se encargó de explicar que no solo atiende hisopados, sino también debe prestar atención a “gente más grave” que llega al lugar.
“Estoy haciendo lo que puedo, no soy un pulpo, no he parado de atender, si quieren vayan y se quejan”, se la escucha decir a la mujer antes de que se corte el video que luego fue viralizado.
El repudio de la gente no tardó en llegar. “Viven de joda en joda, no se cuidan, no se pierden una fiesta y ni una sola reunión, cuando se infectan son los reyes de la exigencia”, expresó un usuario en Twitter. “Un poquito de decencia”, reprochó otro. “Ustedes eran muy chicos pero antes se aplaudía al personal de salud y se afirmaba que de la pandemia saldríamos mejores”, comentó un tercero, de forma irónica, en la misma red social.
A través de un comunicado, el Gobierno de Mendoza solicitó “a los mendocinos y mendocinas que prime el respeto por quienes hace dos años no paran de trabajar por el bien de la sociedad”.
Días atrás en Mar del Plata se vivió una escena similar luego de varias horas de espera en un centro de testeos. Pasadas las 22 horas del jueves 30 de diciembre se informó a las personas presentes que no realizarían más pruebas PCR hasta la jornada siguiente.
Frente a la necesidad de muchos individuos por conocer si estaban infectados de COVID-19 antes de los festejos por Año Nuevo, varios reaccionaron de la peor manera. “Sigan hisopando, la c.... de su madre, sigan hisopando”, se lo escuchó gritar a un hombre reiteradas veces.
“No sean hijos de p... manga de ratas. Parece que no tuvieran madre”, sentenció otro visiblemente ofuscado por la interrupción del servicio.
“Acuérdense del juramento hipocrático que hacen”, le recordó otro al personal de salud presente en el lugar. Mientras que una mujer reiteraba: “Vinimos por una necesidad”.
Este miércoles por la noche se refirió a estos hechos la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, quien calificó como “inadmisible” esta clase de tratos con los médicos y enfermeros. “Me solidarizo con todo el equipo de salud y le pido a la gente que trate de tener mas empatía”, declaró a la señal Todo Noticias. No obstante, la funcionaria remarcó que los agresores “son los menos” pero como “son impactantes y generan daño, tienen más visibilidad”.
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