Argentina arrancó el 2022 cursando la tercera ola de la pandemia de coronavirus. La circulación comunitaria de la variante Ómicron y la escalada de casos no dejan lugar a dudas. Hace exactamente un mes, el 4 de diciembre de 2021, nuestro país registró 1.690 infecciones. Hoy, treinta días más tarde, llegó a 81.210 y volvió a superar el récord de contagios diarios desde marzo de 2020.
En medio del rebrote, las guardias de los hospitales públicos y privados atraviesan una situación de desborde. Los servicios de atención telefónica tampoco se quedan afuera: durante los últimos catorce días las llamadas para atención médica a domicilio subieron más de 200% y hay demoras.
Así lo manifestó la Federación de Cámaras de Emergencias Médicas y Medicina Domiciliaria (FEM) a través de un comunicado que emitió este martes 4 de enero. De acuerdo con la institución, desde el 20 de diciembre pasado a la fecha, las llamadas entrantes a las empresas de emergencias, urgencias y atención médica a domicilio se incrementaron de manera “exponencial” generando “tensión” en el sistema y “malestar” entre los pacientes.
“El sistema de salud sumó 345.000 casos COVID-19 positivos en las últimas dos semanas, situación que provoca el aumento de demanda de consultas médicas tanto a domicilio como a través de las plataformas de telemedicina. Ante situaciones como esta, el aumento exponencial de las llamadas expone al sistema de atención primaria y prehospitalaria a una tensión que genera demoras en la atención de casos no urgentes y malestar por parte de los pacientes”, sostienen desde FEM.
Según el comunicado, si bien las empresas del sector están redoblando los esfuerzos con sus equipos para dar respuesta a este nuevo aumento de la demanda, como consecuencia de los aumentos de los casos de coronavirus, “es importante recordar que los contagios y aislamientos también afectan al personal de salud, generando importantes bajas transitorias en los equipos de trabajo y afectando la atención diaria”.
Acerca de esto último, fuentes del sistema privado de salud confiaron a este medio que, al igual que la población, parte del personal de la salud también se está contagiando y, por ende, hay menos médicos y enfermeros en las guardias. “Las grandes filas y las demoras en los hospitales y centros de testeos se deben, además de la demanda, a que hay escasez de recurso humano“, confiaron a Infobae desde el sector.
Para descomprimir la situación, controlar el aumento de contagios y limitar al máximo las internaciones y fallecimientos, desde la FEM recomienda a la población seguir respetando las medidas de prevención establecidas por las autoridades sanitarias y cumplir con el programa de vacunación.
“En contextos de alta demanda como el actual es muy importante respetar el uso responsable del sistema de urgencias y emergencias, utilizando las líneas de contacto de riesgo de vida únicamente para tal fin y no para solicitar otros servicios o realizar reclamos”, concluye el comunicado.
Acerca de esta situación, desde el Ministerio de Salud de la Nación aseguraron que el aumento de casos era “esperable” y solicitaron a la población “responsabilidad social”.
“En el último tiempo la gente ha relajado los cuidados por una sensación de ‘seguridad’. Es necesario reforzar los recaudos para evitar una suba aún mayor de contagios por COVID-19. La conducta individual hoy es lo que mejor resultado nos da. Además de la vacunación, es clave mantener distancia, usar barbijo, lavarse las manos, evitar los lugares cerrados y las aglomeraciones. Eso ha resultado cada vez que lo hemos hecho”, apuntó Sonia Tarragona, jefa de Gabinete de la cartera conducida por la ministra Carla Vizzotti, en diálogo con radio Continental.
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