Los centros de testeos de COVID-19 en Pinamar muestran por estos días, antes de la llegada masiva de turistas, una gran actividad ante el comienzo de la tercera ola de coronavirus que se empieza sentir fuerte en la Argentina, con casi 34.000 contagios notificados ayer, la mayor cifra en siete meses. Viajeros y residentes se aglomeran en estos lugares esperando su turno para hisoparse. La demanda se disparó con el inicio de la temporada, que tiene al distrito costero como uno de los más elegidos, con niveles de ocupación de más del 30% respecto de lo habitual en esta época del año.
En la comparación con el miércoles pasado las muestras procesadas se incrementaron más del 50%: pasaron de 44 a 99, según las últimas estadísticas difundidas por el municipio. El aumento es sostenido desde hace varios días en el partido, dado que solo considerando la semana previa a Navidad las pruebas de COVID ya se habían cuadruplicado.
En Pinamar hay cuatro centros de testeos. Uno es público: queda al lado del hospital municipal y lo llaman el “hisopódromo”, aunque es en realidad un centro de jubilados que está conectado por una rampa con ese nosocomio y al que se ingresa por la calle De las Medusas al 1.200. Abre sus puertas de lunes a viernes por la mañana, de 7.30 a 10. Los otros tres son laboratorios privados.
Gonzalo Bettiga es bioquímico y director técnico del laboratorio homónimo ubicado sobre la Av. Constitución. Allí, según dijo, “los testeos se empezaron a intensificar el día jueves 23″. En diálogo con Infobae, amplió: “Veníamos normal y ese día hubo 30 testeos, de los cuales hubo 4 positivos. El 24 trabajamos solo medio día y se testearon cerca de 80 personas, de la cuales 6 dieron positivos. Ese día fueron muchos residentes, que iban a viajar por Navidad. El lunes hubo 90 testeos y siete dieron positivos. Hoy (por el martes) se registraron 14 positivos de 105 (cifra que no se ve reflejada en las estadísticas oficiales por los criterios de carga)″.
Marina Diez, bioquímica de la Clínica del Bosque, en Del Pejerrey y Av. Enrique Shaw, que realiza hisopados entre las 12 y las 13, también dio cuenta de la alta demanda. Ayer tuvieron, entre PCR y antígenos, 30 pruebas y debieron extender el horario de atención por dos horas. La semana pasada fueron en promedio tres diarios.
El tercer laboratorio es Ejarque, frente al hospital municipal. Los testeos en privados cuestan entre 3 y 8 mil pesos, siendo los de antígenos los más económicos.
Bettiga remarcó una tendencia entre quienes se acercan a su laboratorio, que atiende de 7.30 a 15, a libre demanda: “Cuando se les consulta por qué se los testea, muchos aducen ser contactos estrechos. Pero mucha gente se apura, sospechan y vienen sin que aparezcan los síntomas, y por eso nos encontramos con muchos negativos”.
El bioquímico además señaló una importante diferencia respecto al 28 de diciembre del año pasado: aquella fecha hicieron 60 testeos, 45 menos que los de ayer. Por eso cree que este verano harán igual o más pruebas.
Hasta ayer, Pinamar contabilizaba 95 casos activos diarios y 268 personas aisladas por contacto estrecho. “Por ahora no hay ningún número que nos indiquen que hay que aumentar las restricciones”, dijo a Infobae el intendente del partido, Martín Yeza.
“Hace un mes en Pinamar éramos cerca de 70 mil personas, hoy estamos cerca de las 200 mil personas y para enero vamos a ser más de 300 mil. Es lógico que los guarismos cambien cuantitativamente e incluso se disparen o se multipliquen los casos, algo que no tiene que ver con los pinamarenses sino con la cantidad de personas que hay en Pinamar. Lo que nosotros ponemos el ojo de todos modos es la capacidad del sistema sanitario en cuanto a las internaciones. Hay dos personas que están bajo control, en seguimiento en el hospital porque no se podían autoaislar en sus casas. Al día de hoy, no tenemos internados”, continuó el jefe comunal.
El sistema de salud pinamarense cuenta con 86 camas para internaciones leves y 19 de alta complejidad. Hay 50 camas en el hospital y el resto está en el “hisopódromo”.
Al igual que el año pasado, este verano también continúa en funciones el Centro de Control de Aislamiento, que depende de la Dirección Primaria de Atención a la Salud y que se ocupa de “contener” a los positivos, realizando un seguimiento diario de su salud.
El secretario de Salud local, Eduardo D’Agostino, dijo que en caso de que un turista dé positivo “se le pregunta dónde vive, con quién está y si se puede aislar con la familia, lo hará”.
“Se les indica de volver, pero no hay un control sobre eso. El año pasado eso era obligatorio y el CCA era el que chequeaba que la persona estuviera cursando la enfermedad en el lugar de residencia”.
En el municipio por el momento no se analiza pedir el pase sanitario. “Lo evaluaremos según las circunstancias para determinados eventos masivos que suelen ocurrir en una temporada de verano. En principio, para la cotidianeidad creo que los argentinos ya aprendimos a manejarnos con barbijos en lugares cerrados y a mantener ciertas medidas de cuidado en cualquier ámbito”, sostuvo Yeza, que agregó que esperan que el gobierno nacional libere los autotesteos.
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