En el 2012 la Corte Suprema de la Nación determinó que las mujeres podían acceder a abortos no punibles. En el 2014 el Ministerio de Salud de la Nación contabilizó 400 abortos legales en casos de violación, riesgo para la vida o la salud de la madre o inviabilidad del embarazo. En el 2015 la cifra llegó a 500, pero siete provincias se negaron a dar datos. Ahora ya no hay por qué esconderse, ni nada que esconder.
En el 2021 –el primer año del aborto legal, seguro y gratuito en Argentina- fueron realizadas 32.758 Interrupciones Legales del Embarazo en el sistema público de salud en condiciones seguras, gratuitas, respetuosas e informadas. Las obras sociales y pre pagas también están obligadas a cubrir la prestación -incluida en el Plan Médico Obligatorio- aunque todavía no hay registros. El número muestra que no hubo desbordes, pero sí derechos.
La diferencia entre la clandestinidad y la legalidad es absoluta. Pero entre el atajo del aborto por causales y la legitimidad del sistema también. Los abortos legales, seguros, gratuitos e informados realizados o monitoreados por el sistema de salud aumentaron 6.456,6% desde el 2015 hasta ahora. Una buena medida para ponerle termómetro al avance de las mujeres.
En la Casa Rosada, Vilma Ibarra, Secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Carla Vizzotti, Ministra de Salud y Elisabeth Gómez Alcorta, Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad se reunieron con un grupo reducido de periodistas y valorizaron la decisión de avanzar hacia el aborto legal en el 2020, las metas cumplidas este año, el trabajo en común con mujeres y varones de la oposición y el rol de pionera que tiene Argentina en América Latina.
“Hay que apropiarse del derecho”, invita Vilma Ibarra, Secretaria Legal y Técnica de la Presidencia y la gestora del impulso a que la ley de aborto legal se tratara durante el 2020. Ella rescata que la ley es “para todas las pibas hermosas” que forman la marea verde y la revolución de las hijas. “Los derechos que no se conocen, no se ejercen”, invita Carla Vizzotti y rescata que “Este año, a pesar de la pandemia, se pudo seguir trabajando”.
El 30 de diciembre se cumple un año de la aprobación de la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). El cambio es total: en el 2021 consultaron 19.000 personas sobre la forma de acceder a un aborto legal en el 0800-222-3444. La línea de Salud Sexual fue pionera en el 2010, durante la gestión de Paula Ferro. Pero en una década –entre su creación y el 2020- recibió menos llamadas (17.302) que en un solo año.
Ella rescata que se consolidó una lucha colectiva y que se demostró la importancia de las mujeres feministas en lugares de gobierno para generar mejores políticas públicas. Otro aspecto destacado, por las tres, fue el trabajo con confianza, confidencialidad y transversalidad. “Hubo mujeres y varones de la oposición con los que trabajamos codo a codo y con mucha confianza”.
El Siglo XXI es de las mujeres. Pero en un año se avanza más que en diez. Todo un símbolo. Otra muestra de adelantos es que en el 2020 había 903 hospitales públicos y centros de salud que atendían abortos legales. En el 2021 ya hay 1.243. El crecimiento es de un 30%. Faltan muchos lugares y destrabar muchas barreras, pero el avance de las posibilidades para que decidir no sea un pecado, un delito o una tortura son cada vez más.
Si bien se intenta que todos los hospitales atiendan a las mujeres o personas gestantes cada vez son más y en más lugares. Y, cada vez, son menos las médicas estigmatizadas por ser las únicas que realizan abortos. En algunos casos es mejor buscar el mejor lugar, más amigable, amable y con mejor atención. Pero si la atención se multiplica es mejor.
Ya no se trata de lograr abortar entre susurros, con miedo, con temor a morir o a ir presa o a no tener plata para comprar las pastillas. En el 2020 se habían distribuidos 18.560 tratamientos con misoprostol. En el 2021 se duplicaron las entregas (46.283 pack con 12 pastillas cada uno) para que los abortos se puedan realizar de forma medicamentosa, ambulatoria y segura.
Sin embargo, la combinación más eficaz, más rápida y menos cruenta y dolorosa para un aborto medicamentoso es misoprostol más mifepristona. En Argentina todavía no se puede acceder al segundo componente. Se espera que en el 2022 la apruebe ANMAT cuando ingrese a Argentina a través de donaciones o ventas y, además, que la pueda producir un laboratorio público nacional.
Otro rasgo destacado es que se capacitaron 904 profesionales para el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE). Y se distribuyeron botiquines con una amplia canasta de anticonceptivos (DIU, subdérmicos, pastillas, inyectables, preservativos, test de embarazo) a 5.500 centros de salud de todo el país.
“Argentina es un punto de influencia en la región con una ley que es muy sólida desde el punto legislativo y sanitario. En la reunión del G-20 todas las mujeres pusieron en valor la normativa nacional”, destaca la Ministra de Salud. Y apunta: “Se ha revitalizado el empujón al aborto legal en América Latina”.
En el mismo sentido, Ibarra remarca: “La ley de matrimonio igualitario fue una bisagra que abrió la puerta de lo que era posible”. Y subraya: “Argentina es mirada en la región como una nación pionera y el pañuelo verde se ha convertido en un símbolo instalado en el mundo”.
PARA SEGUR LEYENDO