Una tortuga fue rescatada esta semana en San Clemente del Tuyú, tras quedar atrapada en la red de un pescador. El hombre la llevó al Centro de rescate y rehabilitación de la Fundación Mundo Marino. El animal, de 35 centímetros de longitud, parecía estar en buenas condiciones. Pero el mismo día de su llegada empezó a defecar una enorme cantidad de basura.
Hasta ahora, según informaron los biólogos de la Fundación, expulsó 18 gramos de fragmentos de tapitas plásticas, manguera, nylon, hilos, telgopor, precintos -entre los elementos que se han podido identificar. En total, hallaron diez tipos de plásticos diferentes.
El reptil es una tortuga verde (Chelonia mydas) juvenil. Se trata de una especie que migra hacia aguas bonaerenses desde la isla volcánica de Ascensión, que pertenece al Reino Unido, y que alberga la segunda población más grande del Océano Atlántico de estos animales. Otros reservorios importantes de estas tortugas marinas son la isla Tortuguero (Costa Rica), Surinam, Isla de Aves (Venezuela) y las islas de Atol das Rocas y Trinidad (Brasil).
En su etapa adulta, estos reptiles son herbívoros: comen algas y pastos marinos. Al igual que el resto de las tortugas de la familia Cheloniidae, se distingue por tener un caparazón con cuatro escudos costales. Su pico es romo y aserrado.
La tortuga de San Clemente del Tuyú fue rescatada del lunes 13 de diciembre. “Durante la mañana de este viernes 17 de diciembre le realizamos tres placas radiográficas: dorso ventral, latero-lateral y antero-posterior. Observamos que aún posee cuerpos extraños tanto en su estómago como en la parte final del tracto digestivo, por lo que probablemente continúe expulsando basura en los próximos días”, explicó Mauro Pergazere, médico veterinario del Parque Educativo Mundo Marino y de la Fundación Mundo Marino.
En cuanto al tratamiento que se le aplicará al animal, el doctor Pergazere aclaró: “Por los análisis de sangre vimos que se encuentra deshidratada y con los glóbulos blancos altos. Esto último puede ser una reacción de su sistema inmunológico a la gran cantidad de cuerpos extraños que tuvo y aún tiene en su interior. Seguirá en observación, porque por lo punzantes que eran los objetos que expulsó no descartamos que puedan haber generado lesiones internas. Por ahora, el animal muestra una buena actitud y será acompañado de cerca. Esperamos en las próximas semanas que pueda obtener el alta y hacer su reinserción al mar”.
En febrero de 2020, otra tortuga de la misma especie fue devuelta al mar luego de expulsar 14 gramos de basura durante su rehabilitación.
“Los animales que rehabilitamos son mensajeros de la gran degradación que enfrentan nuestros mares. En casos como el de esta tortuga, la acumulación de elementos no nutritivos en sus sistemas digestivos puede ocasionarles una sensación de falsa saciedad que va debilitando su salud paulatinamente”, explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino. “Además -advirtió-, podría generarse una gran cantidad de gas en su tracto digestivo producto del plástico acumulado que generaría un “cuadro de chaleco salvavidas”. Esto afectaría su capacidad de buceo e inmersión, tanto para alimentarse como para buscar temperaturas más aptas para su sobrevivencia”, explicó Karina Álvarez.
Andrea Cabrera, vicepresidenta de la Fundación, agregó por su parte que “el número de casos de animales afectados por acciones antrópicas no para de aumentar y nos revela la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos”.
Aunque la tortuga rescatada ahora “muy probablemente podrá recuperarse”, el caso es “muy simbólico”, dijo Cabrera, porque el animal “volverá a un ambiente que está cada vez más contaminado”. Y advirtió: “El rol social que cumple nuestra fundación, nunca será suficiente si no logramos unir fuerzas, trabajar en conjunto y generar estrategias a largo plazo para que como sociedad podamos cambiar la triste realidad de nuestros ecosistemas.”
La Fundación Mundo Marino es una de las organizaciones fundadoras del Programa Regional de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas de Argentina (PRICTMA), creado en 2003, a partir del cual varias organizaciones comenzaron a trabajar coordinadamente monitoreando la presencia de estos reptiles a lo largo de casi 2800 km de la costa argentina.
El Programa reveló que la presencia de tortugas marinas en aguas de nuestro país no es poco frecuente. Por el contrario, las costas de Argentina son un área de alimentación y desarrollo para al menos tres de las siete especies de tortugas marinas del mundo: la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga cabezona (Caretta caretta) y la tortuga laúd (Dermochelys coriacea).
[FOTOS Y VIDEOS: Fundación Mundo Marino]
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