Yerko (30) estaba ansioso. Durante semanas no logró conciliar el sueño. Buscó referencias literarias, también cinematográficas. Pero no encuentraba respuestas. Investigó un poco más y se sumergió en internet. Quería hacer algo memorable, inusual.
Miriam seguía trabajando. Ni se imaginaba lo que planeaba su novio. La rutina de su residencia en pediatría en el Hospital Carrillo de Ciudadela es exigente. Las guardias eran largas, pero sabía que el 8 de diciembre la esperaba, además de su día de descanso, el festejo de su cumpleaños número 30 junto a Yerko.
Se anticipó a todo.
La mañana del martes 7 de diciembre se levantaron juntos en su casa de San Martín. “Le pregunté si me podía acompañar a buscar una encomienda al aeropuerto. Es algo que suelo hacer”, le cuenta Yerko a Infobae. Miriam no dudó, y lo acompañó hasta el Aeropuerto Internacional de San Fernando. “No había indicios para sospechar algo distinto”, explica Miriam.
Una vez en el edificio, Yerko estacionó su auto en la puerta de un hangar. Hasta ahí el plan ideado se mantenía a la perfección. “Le dije que debía vendarle los ojos”, relata. Un gesto difícil de justificar. Miriam, se sorprendió, pero se dejó llevar. “Ahí sentí nervios”, cuenta hoy. Sin imaginar todo lo que ocurriría después, caminaron juntos hasta detenerse a metros de la pista de vuelo. Él le quitó el antifaz, y se arrodilló. De fondo, el helicóptero de la compañía Fly Aero Blue lucía adornado con globos en plata y rojo en los que se leía “Casáte conmigo”.
Miriam quedó perpleja, durante varios segundos no supo cómo reaccionar. Yerko la miraba con el anillo solitario que había comprado cuatro semanas antes. “Cuando lo ví arrodillado y me dijo ‘quieres casarte conmigo’ quedé impactada, y le dije que sí”.
Yerko le colocó la alianza en el dedo. El beso y el abrazo prolongado no tardaron en llegar.
Si bien la emoción colmaba a la pareja, la propuesta de casamiento no estaba completa. Ahora faltaba celebrar. El novio había dedicado varias horas de su vida para que la fecha sea inigualable. “Ambos amamos Buenos Aires y viajar. El vuelo en helicóptero por la ciudad me pareció una idea romántica e increíble para coronar esta pedida de mano. Quería algo especial para ella y para mí”.
Se embarcaron en su primera experiencia comprometidos. Ninguno había volado en helicóptero antes. Optaron por la opción helitour de 30 minutos que ofrecen los hermanos pilotos Simón y Mateo Garcia, que recorre los principales atractivos: el cementerio de la Recoleta, la Casa Rosada, las canchas de Boca y River.... La empresa también ofrece otros paquetes turísticos, como un almuerzo en la isla Martín García o en las islas del Delta.
“Fue una experiencia única, que siempre voy a llevar en el corazón. Fue todo muy mágico”, dice Miriam. Las condiciones climáticas eran perfectas para volar, el cielo estaba despejado. Fue el escenario ideal para poder contemplar casa rincón porteño.
En el aire también hubo tiempo para brindar y tomar imágenes que hoy forman parte de la historia de esta pareja con planes a futuro.
- ¿Pensabas que Miriam podría decirte que no?
-Tal vez… ¡menos más que dijo que sí! Pero por amor hay que arriesgarse.
“En algún momento se tocó el tema de casarnos pero la verdad es que no me la esperaba que fuera ahora. Es una etapa de mi vida que siempre había visualizado. No me creo que ya llegó, y que me lo propuso la persona indicada”. dice Miriam, aún en shock por lo vivido.
La pareja se conoció en 2010 en Cochabamba, Bolivia. En esa época eran compañeros de facultad. Hoy, ambos son médicos. En 2018 decidieron emigrar a Buenos Aires para continuar con su formación. Cada uno vino por separado. “Hace tres años nos reencontramos por casualidad en la estación de tren. Nos vimos, nos quedamos hablando y él me pidió mi teléfono”, relata Miriam.
De los mensajes pasaron a las salidas, que con el tiempo se volvieron cada vez más frecuentes. Hasta que sellaron el noviazgo a mediados del año que llegaron.”Somos un apoyo mutuo. Él siempre estuvo conmigo en las buenas y en las malas. Estar lejos de casa es difícil, pero estar juntos nos ayudó mucho a crecer como personas. En verdad es un buen compañero”, completa Miriam.
Ya comprometidos, los novios tienen diez meses por delante para planificar la celebración religiosa. “Tenemos que empezar a organizar la boda para el 2022. Soñamos con un doble festejo, uno en Buenos Aires y otro en nuestra casa”.
SEGUIR LEYENDO: