En un fallo que desafía el modelo tradicional de adopción que rige desde hace décadas en gran parte de los juzgados de familia de la Argentina, la jueza N 1 de Gral Roca, Rio Negro, Moira Revsin, dio en adopción a una pareja de sordos de Neuquén, un niño de seis años, también con discapacidad. El chico fue anotado como hijo de dos hombres cuyo amor comenzó hace más de diez años y sus deseos de ser padres terminó de despertar cuando vieron en los medios de comunicación una campaña donde se buscaba una familia para este menor, con varios problemas de salud, escaso desarrollo del habla y poca motricidad en sus piernas y uno de sus brazos. “Siento que él es mágico”, reflexiona uno de sus papás en un video que envió a Infobae y cuya voz fue agregada por su intérprete, Ayelén Prado. “Realmente nos ha llenado la vida de amor y ahora estamos felices por el hijo que tenemos”, agregó emocionado.
El niño permaneció desde que nació hasta los 4 años en un hogar público junto a otros 15 chicos, hasta que quedó en condiciones de adoptabilidad. Durante la pandemia estuvo viviendo con “una familia solidaria” (así se denomina en Rio Negro a los Hogares de Tránsito), una mamá sola con tres hijos, uno de los cuales también es discapacitado y luego le otorgaron la guarda pre adoptiva a esta pareja y ahora con la decisión de la jueza serán para la ley los padres del niño.
El trabajo para hallar posibles adoptantes comenzó hace dos años entre las personas inscriptas en el RUAGFA (Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos de Río Negro). La búsqueda dio resultado negativo y entonces se hizo una convocatoria pública a través de los medios de comunicación para poder encontrar la mejor familia para el menor. A partir de allí comenzaron a anotarse en forma directa muchas personas, que aun cuando no cumplían los requisitos fueron escuchadas por el juzgado. Dentro de éstas estaba la pareja conformada por Jorge y Claudio. Con una amiga, intérprete de sordos, se presentaron en Tribunales diciendo que “el hecho de no poder oír, no era una limitante para la crianza de un niño”. Tras un proceso en el que trabajaron en forma conjunta psicólogos, trabajadores sociales, psicopedagogos y la defensora oficial Ana María Streidenberger, la jueza Revsin se inclinó por los dos hombres al considerar que “por sus experiencias de vida eran dos personas que entendían muy bien lo que significaba vivir en una sociedad que muchas veces es hostil con las personas que no se encuentran en los estándares medios” y agregó que estos futuros papás “tienen muy aceitados los mecanismos para eliminar aquellas barreras que la sociedad tiene levantadas”. “Notamos que ellos no sólo empatizan con la situación del niño, sino también lo comprenden y son grandes maestros para enseñarle cómo vivir en modo pleno”, escribió la magistrada en la resolución a la que tuvo acceso Infobae.
La jueza también enfatizó en el fallo “la importancia que tiene el reconocimiento de los derechos de todas las personas, más allá de sus circunstancias, sus problemas de salud, sus condiciones sociales, culturales, económicas, de género o elección sexual, ya que todos somos personas con derechos”. “Sabemos que hay muchísimas personas sordas que son madres o padres y que se ocupan de un modo muy responsable del cuidado de sus hijxs, por lo cual esta condición (ni ninguna otra) puede ser excusa para impedirles la filiación adoptiva”, cuestiona la magistrada en el escrito y se pregunta: “¿Por qué no estaban inscriptos en el Registro de Adoptantes, puesto que se trata de dos personas que tienen deseo de ahijar, la convicción de que la adopción era la forma de poder satisfacer este deseo y las condiciones personales para emprender esta tarea de un modo responsable? J y C habían intentado realizar los trámites para la inscripción en el Registro de Adoptantes de su Provincia (Neuquén) y nunca pudieron terminarlos porque se sintieron excluidos y porque no hubo predisposición por parte de quienes los han atendido para poder establecer una comunicación. Quizás esta sea una sensación personal de ellos, porque están acostumbrados a vivir en una sociedad que les impide el acceso a ciertos derechos”, sentenció la jueza.
En esta sentencia histórica que busca romper los moldes y agilizar el sistema de adopción, la jueza dispuso que el niño siga en contacto con la familia solidaria que lo tuvo en su hogar durante casi un año, por entender que el rol que ocupó cada uno de sus integrantes (en especial la madre, terapeuta de equinoterapia) le permitió desarrollar al niño nuevas aptitudes y facilitó el tránsito hacia un hogar definitivo. Esta familia solidaria eran las personas que conocían al menor y eran las que mejor podían indicarles a sus papás como era vivir con él”, explica en la sentencia.
“Muchas veces en la Justicia a la Familia Solidaria se la maltrata bastante”, dijo la jueza Revsin en una nota exclusiva con Infobae. “Les dicen a las familias, qué lindo, téngalo a nene, divino, cuídenlo, quiéranlo, pero después cuando elijen a la familia adoptiva dicen a ver, vos sabés que, me lo traés como si fuera un paquete, me lo dejás acá en la puerta de Tribunales y nosotros después nos ocupamos con la familia adoptiva. Les dan una patada, y ya no servís. Esa es la forma de trabajo que tienen los Tribunales para las Familias Solidarias”, agregó la jueza indignada. “Entonces ahí es donde se generan los líos porque vos lo criaste, seis meses, un año, no importa cuánto, estuvo integrado a tu familia durante equis tiempo y las Familias Solidarias tienen ganas de saber cómo está ese chico, esa chica, con posterioridad porque le dieron todo lo mejor durante ese tiempo. Entonces ese rol que están haciendo los Tribunales de dejás de servir el día que yo encontré a la familia perfecta, porque vos solo fuiste de tránsito, sos descarte, eso genera muchos problemas. Si vos hicieras una cuestión integrativa, sería mucho mejor. Quién mejor le puede explicar a estos papás nuevos, como es vivir con este nene que la familia con la que vivió”, reflexionó con pasión la magistrada.
La jueza no sólo habla con vehemencia de la importancia de continuar el vínculo con la familia de tránsito, sino también la importancia que puedan adoptar personas que ya tuvieron hijos. “Con esa gente se trabaja mucho mejor las adopciones. Generalmente los Registros las echan a esa gente” asevera la magistrada. “Quizás cuando son bebés no tenés mucha diferencia, pero cuando tenés grupitos de hermanos, chiquitos más grandes o con problemas, es muchísimo mejor la recepción de ese tipo de personas que las personas que nunca tuvieron experiencia de crianza”.
Con este fallo, la jueza de familia Moira Revsin dejó abiertos varios debates en torno a la adopción. Mientras tanto los flamantes papás del niño están felices. Seguirán trabajando luego de la licencia por parternidad por tres meses que tuvo cada uno en su trabajo cuando lograron la adopción transitoria. Tienen a su familia y amigos que los van a ayudar, también a su incondicional amiga, la traductora de sordos Ayelén Prado.
“La última audiencia del proceso no se hizo en Tribunales, sino en la casa de la pareja en Neuquén, allí se trasladó la jueza con todo el equipo”, cuenta a Infobae la defensora oficial, Ana María Streienberger. “Fue una audiencia muy emocionante, muy sensible desde todos los aspectos que te puedas imaginar” agregó.
El niño ya fue anotado con el apellido de uno de los padres y además se le modificó el segundo nombre que comenzaba con G y que nunca usó, por uno más fácil que pueda ser pronunciado por sus papás. La jueza quiere que esta historia sin identificar con demasiados detalles a quienes la protagonizan se difunda para “que abra puertas a tantas otras personas que tienen los mismos deseos de J y C y no encuentran aceptación por parte de un sistema que proclama derechos pero continúa siendo muy hermético”.
“Quiero decirles en representación de mi marido Claudio y de mi hijo que estamos muy bien, que a partir de la adopción de B no hemos vivido mas que momentos felices, estamos muy orgullosos. Tenemos muchísimo amor. A nosotros dos como padres nos ha cambiado la vida, él nos da puro amor, felicidad”, dice Jorge en el video enviado a Infobae. “Nosotros en nuestra vida de solteros o ya viviendo en pareja teníamos una vida súper tranquila y, ahora a partir de la llegada de B, se nos ha movido la vida, no hacemos más que ocuparnos de él, darle amor, de jugar con él, de pensar en todo lo que queremos hacer, un montón de planes tenemos. Siento que él es mágico, nos ha llenado la vida de amor”, se emocióna Jorge, el flamante papá.
“Para concluir este relato y que se comprenda el mensaje que sus protagonistas quieren dar a la sociedad, me parece significativa la frase que dice el músico Alejandro Davio cuando estaba proyectando con León Gieco ese excepcional trabajo que hicieron con “Mundo Alas”. “Vamos a dar señales de que estamos vivos y de que vamos por más”, concluye la jueza en la sentencia.
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