El escritor y periodista José D´Angelo, autor de “Mentirás tus muertos” presentó ayer su nuevo libro “La estafa con los desaparecidos. Mentiras y millones”. Publicado por El Tatú Ediciones, con prólogo de Juan Bautista “Tata” Yofré, y diez casos, como el de “El Pato”, Oscar Jesús Garavaglia publicado en Infobae a modo de anticipo, la obra refuta el mito de los 30.000 desaparecidos y desbarata el relato oficial sobre los años setenta. Además, indaga en historias de supuestas víctimas de la última dictadura militar y la falta de transparencia en el pago de indemnizaciones.
El evento se realizó por zoom a las 19 horas y participaron más de 300 personas, entre ellas, Luis Labraña, ex montonero, y el periodista Ceferino Reato, quien ofició de moderador. Tras una cálida bienvenida, D´Angelo tomó la palabra y, emocionado, dijo que le dedicaba el evento a Jovina Luna. Luego, sin más preámbulos, se refirió a su trabajo.
“Este libro es la copia fiel de una denuncia penal que presenté en Comodoro Py en noviembre de 2019. Los casos aquí narrados han sido denunciados en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 4, cuyo titular es Ariel Lijo. La causa ha sido caratulada como ‘NN s/Estafa’, de ahí el título del libro″, explicó, contundente, el periodista. La hipótesis de D’Angelo, la cual sustenta con pruebas, es que “desde la Secretaría DDHH y el Ministerio de Justicia de la Nación se han falseado historias y adulterado documentos públicos facilitando una multimillonaria estafa con los desaparecidos”.
“Sin control alguno y durante años, diversos funcionarios han pagado casi tres mil millones de dólares en indemnizaciones por la represión ilegal del Estado, sin que los argentinos podamos conocer los datos que habilitaron esos pagos”, dijo y luego usó el ejemplo de los hermanos Carlos y Pedro Sabao atacados en Rosario por un grupo armado con ametralladoras y fusiles FAL en noviembre de 1975.
“Pedro cayó en el lugar alcanzado por varios impactos, mientras que su hermano Carlos, gravemente herido, logró sobrevivir. Pocos días después, la organización Montoneros se adjudicó el ataque. Los causahabientes de Pedro Sabao cobraron en marzo de 2001 el equivalente a 168.300 dólares. Según la prueba ofrecida en la denuncia, su hermano Carlos falleció en un geriátrico de la ciudad de Rosario en el año 2016, sin embargo su nombre está en una de las placas del Parque de la Memoria de la Ciudad de Buenos Aires como una víctima del terrorismo de Estado. ¿Cuántos casos más como este hay? ¿Por qué no se abren los archivos de la CONADEP para ver qué contiene el legajo de Pedro Sabao”, cuestionó D’Angelo.
Hacia la mitad de la presentación hubo un intercambio acerca de la cifra de los 30 mil desaparecidos. “¿Por qué las organizaciones de Derechos Humanos insisten con los 30 mil? ¿Por qué no dicen que fue la cifra de ese momento?”, cuestionó Labraña que, minutos antes, hizo referencia a su exilio en Holanda en diciembre de 1977 y sostuvo que “hubo muchos se fueron con la excusa de ser exiliados y recibieron subsidios para estudiar. Cuando regresaron siguieron pidiendo dinero”.
“Estamos en los tiempos de la post verdad en donde dos más dos no son cuatro. Lo curioso es que en la Argentina se ha dejado en manos de las izquierdas de los setenta un contrato de cesión exclusiva de la interpretación del pasado y de los Derechos Humanos. Solo los particulares hemos puesto en contradicción el credo oficial”, contestó D’Angelo.
Rápidamente, Reato asintió: “Para mí es un tema abierto. Hay algo que hace que tanta gente diga que el número ‘Es un símbolo” y no lo cuestione”. Hace un año, el periodista publicó una nota en este medio y su opinión se alineaba con la de D’Angelo.
“Dado el tiempo transcurrido, es improbable que se llegue a la cifra de 30.000 a la que todavía se aferran los organismos de derechos humanos y la mayoría de los dirigentes políticos, encabezados por la izquierda y el kirchnerismo. También buena parte del periodismo. Muchos de esos dirigentes políticos no solo defienden ese número: también amenazan con una ley que meta en prisión a quienes no lo repitan en público por el presunto delito de ´negacionismo’”, sostuvo Reato.
“Hay un patrimonio exclusivo de la interpretación del pasado. Estos años las consigas han sido: ‘Son 30 mil’”, apuntó D’Angelo. Y siguió: “Creo que la cifra tiene que ver con la construcción del relato y con el tema de la magnitud. Según los datos que obtuve, entre las víctimas de la última dictadura y los grupos guerrilleros son ocho mil. A eso hay que sumarle 12 mil que se exiliaron”, cerró D’Angelo e interpeló “a los más jóvenes” a contrastar el “relato oficial” con la historia documentada. “Averigüen porqué se ha mentido tanto. Investiguen. Hay que ay que desmontara el relato porque no hace honor a los hechos históricos”, concluyó.
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