El gobierno porteño dijo que serán “inflexibles con los policías que actúen fuera de la ley”

El ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, habló luego de que se conociera la muerte de Lucas González, el joven jugador de Barracas Central baleado por la policía de la ciudad de Buenos Aires

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Así hablaba Marcelo D'Alesandro, ministro de Justicia y Seguridad porteño, tras la muerte de Lucas González

Luego de que el tío de Lucas González confirmara la muerte del joven que había sido baleado por la policía de la ciudad de Buenos Aires, el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, dio una conferencia de prensa para dar detalles de la investigación. “Quiero hacerle llegar mi más profundo pésame a los papás de Lucas, a los familiares y a los amigos”, comenzó el funcionario.

El ministro destacó que los policías involucrados fueron separados apenas conocida la noticia y sentenció: “Seremos inflexibles con los policías que actúen fuera de la ley”.

“Ayer, anoticiado del hecho, inmediatamente ordené a la Oficina de Transparencia y Control Externo que se realice el sumario administrativo correspondiente, a los efectos de deslindar las responsabilidades, el desarme de los efectivos, los separamos de función operativa y el pase a disponibilidad”, continuó el Ministro, quien remarcó que para “transparentar las medidas probatorias que van a llevar a esclarecer este hecho se dio la orden de que las pericias las realice la Policía Federal Argentina”.

“Como lo hicimos siempre, nos van a encontrar apoyando al policía que realiza las cosas bien y créanme que son la gran mayoría. De la misma manera, seremos inflexibles con el policía que actúa fuera de la ley”, sostuvo D’Alessandro.

Lucas González, el joven de 17 años baleado por la Policía
Lucas González, el joven de 17 años baleado por la Policía

Con respecto al accionar de la Policía de la Ciudad, el Ministro consideró: “El episodio fue comunicado de forma inmediata, de hecho están las modulaciones que fueron puesta a disposición de la Justicia. Con respecto al accionar no voy a hablar porque está en materia de investigación”. Sin embargo, aclaró: “Las brigadas muchas veces actúan por orden de los juzgados en investigaciones específicas y no están uniformados y muchas veces también en prevención para atacar diferentes modalidades de delito actúan también de civil. Eso no quiere decir que no tengan que identificarse al momento de actuar con los chalecos, las credenciales y dándose a conocer como efectivos policiales”.

En la misma dirección, el funcionario explicó que “para que un policía pueda disparar primero se tiene que identificar, tiene que demostrar que su vida está puesta en peligro” y agregó que en este caso “se determinará si hubo un exceso en el accionar policial”.

Por su parte, el jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard, expresó: “Antes que nada, estamos a disposición de la familia de Lucas. Nos duele la muerte de un joven de 17 años. Tenemos una convicción de que acá hay una mala actuación del personal policial. No recibieron fuego aparentemente, por las modulaciones lo podemos escuchar. Para nosotros es un hecho grave”.

“Somos los más interesados en esclarecer esto porque hay miles de policías que todos los días salen a la calle, se juegan la vida y esto nos hace un daño terrible a la imagen. Todos somos padres y estamos acá para hacer otra cosa y no esto. Queremos saber realmente lo que pasó”, añadió.

El caso

Eran las 10 del miércoles 17 de noviembre y a pocos metros de uno de los ingresos a la villa 21-24, en el barrio de Barracas, tres policías de civil de la Comuna 4D, a bordo de un móvil no identificable, un Nissan Tiida, observaron un Volkswagen Suran que salía del asentamiento y lo cruzaron. Según la versión oficial, le dieron la voz de alto para identificar a sus ocupantes pero, supuestamente, el coche no frenó.

Fue entonces que comenzó una persecución. Siempre según lo que indicó la Policía, en la intersección de las avenidas General Iriarte y Vélez Sarsfield, frente a la Basílica del Sagrado Corazón, los agentes de civil lograron colocarse a la par del auto en el que viajaba Lucas y sus amigos, pero los jóvenes, en respuesta y siempre en base a la versión oficial, embistieron contra la puerta del conductor del Nissan y lastimaron a uno de sus ocupantes.

En ese momento fue cuando se inició el supuesto tiroteo entre los policías y los presuntos delincuentes. Luego, los sospechosos aceleraron el auto y escaparon, pero fueron detenidos a unas cinco cuadras, en el cruce Alvarado y Perdriel. Detuvieron a los jóvenes y notaron que uno de ellos, Lucas, tenía una herida de bala en la cabeza. El chico fue trasladado al hospital Penna, desde donde fue derivado al hospital de El Cruce de Florencio Varela, donde murió este jueves.

El auto en el que se trasladaban los jóvenes
El auto en el que se trasladaban los jóvenes

Dos de los tres amigos de Lucas terminaron detenidos. Un cuarto joven, acompañado por su madre, se entregó el miércoles más tarde en la Comisaría 4D. Todos quedaron alojados en el Instituto Inchausti por orden del Juzgado de Menores N°4, a cargo del juez Alejandro Cilleruelo, y este jueves recuperaron la libertad.

Mientras tanto, Cintia, la mamá de Lucas, contó este jueves que su hijo salió de entrenar del club Barracas Central donde jugaba, junto a cuatro compañeros más. Esos chicos habían ido a probarse en el club porque estaban buscando juveniles. Antes de seguir camino, dijo la mujer que pararon a comprar un jugo y en ese trayecto, en función de lo que sabe la familia, frenó un auto -supuestamente- con policías.

“Por lo que nos contó el papá de uno de los chicos, ellos pensaron que los iban a asaltar. Entonces, aceleraron y en ese trayecto le dispararon a mi hijo”, relató la mamá con la voz quebrada en radio Con Vos.

Para ese entonces, el diagnóstico de Lucas era de muerte cerebral. La mamá del chico que este jueves por la tarde murió reveló que se levantaba a entrenar muy temprano y luego iba al colegio en horario nocturno. “Justo antes de ayer había entregado dos trabajos que le quedaban. La verdad que me destrozaron la vida. Yo quiero que los que hicieron esto la paguen”, pidió.

Las pericias del caso quedaron a cargo de la Policía Federal: ellos fueron los que se quedaron con las armas de los tres policías involucrados en la muerte de Lucas, los que peritaron el auto de los chicos y descubrieron que tenía cuatro impactos de bala, los que levantaron las vainas servidas calibre 9 milímetro de la calle en Barracas y los que cotejarán los proyectiles hallados en la escena. También los que encontraron un revolver de plástico en la parte de atrás del VW Suran.

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