El Gobierno de la Ciudad dejó sin efecto la construcción de un edificio adentro de la Plaza Malaver, en Villa Ortúzar. Luego de las numerosas protestas de los vecinos a través de festivales artísticos y abrazos en el espacio verde, fue el propio dueño de la constructora Ykonos Desarrollo el que decidió no continuar con el proyecto de edificación. En las última horas vendió el terreno a una empresa constructora muy grande, que cederá el predio a la Ciudad a cambio que le permitan edificar mayor cantidad de pisos en una torre en Av. del Libertador que está construyendo, a través de lo que denomina “Convenio Urbanístico”. La “donación” permitirá extender la plaza y la Ciudad se hará cargo de los costos que impliquen la ampliación del parque.
Hace un mes y medio, los vecinos se despertaron alarmados al ver que habían demolido una antiquísima y señorial casona ubicada en Heredia entre Girardot y Montenegro, y a las pocas horas vieron en la red social Instagram que la desarrolladora ofrecía departamentos a construir en una torre de 8 pisos. “En lugar de demoler para agrandar la plaza, que sería lógico, demuelen para hacer una torre”, sostenía indignado en aquel momento indignado Lucas Luaces uno de los vecinos del lugar, a Infobae.
El predio ocupa una hectárea, pero a diferencia de otros parques de la Ciudad posee seis casas que pertenecen a dueños particulares en dos esquinas. La mansión principal, que daba categoría al parque entre gallos y medianoches fue tirada abajo y cercada. Eso hizo que los vecinos estallaran de furia.
El jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta llegó a apoyar la decisión de la constructora, al decir en una entrevista en Radio Continental con Beto Casella: “No es una plaza, es un lote separado de la plaza. Hay torres al lado de plazas en muchísimos lugares de la Ciudad. Basta con caminar la Ciudad para ver un montón de lugares donde hay una plaza y un edificio al lado”. Lo cierto es que las críticas de vecinos y urbanistas aumentaron y el Gobierno de la Ciudad resolvió enviar a la Legislatura un proyecto de nuevo Convenio Urbanístico, en el cual contempla cambiar la normativa para ese lote en particular. “En este caso identificamos como oportunidad que un privado adquiera la parcela de la Plaza Malaver y cediera el dominio a la Ciudad para incorporarla como parte de la Plaza”, explicó Álvaro García Resta, Secretario de Desarrollo Urbanístico, a Infobae. “El costo de la parcela será descontado de la contraprestación en efectivo que debe pagar el desarrollador al momento de aprobarse el convenio”, agregó.
En la práctica, un desarrollador que construye en estos momentos un edificio en la Av. del Libertador con una determinada altura autorizada, le cedió al Gobierno de la Ciudad el terreno que le compró esta semana a Ykonos Desarrollo, a cambio de la autorización de construir más pisos de los permitidos en la torre de la coqueta Avenida. Según averiguó Infobae, el terreno fue adquirido al mismo valor que la empresa constructora Ykonos lo había comprado al dueño de la casona de Villa Ortúzar. “Este es un convenio firmado entre el Ejecutivo y el desarrollador y debe ser refrendado por la Legislatura”, aclaró García Resta. “Al ser un cambio de normativa, el privado debe entregar una contraprestación equivalente a la Ciudad. Puede ser dinero, obras o espacio público. Esa contraprestación es calculada mediante una fórmula que analiza la ganancia que obtiene el desarrollador gracias al cambio normativo”, explicó el funcionario.
La resolución es, en parte, lo que pedían los vecinos de la plaza. “Lo que queremos es que el gobierno compre los lotes y amplíe la plaza”, proponían en las movilizaciones.
Por ahora, la dirección de la torre que tendrá una altura superior a la permitida si lo avala la Legislatura en la Av. del Libertador se mantiene en reserva, para no tener problema con los vecinos del norte de la Ciudad.
La gente de Villa Ortúzar se encuentra muy movilizada luego del cambio del Código Urbanistico en la Legislatura en el 2018, que permitió la construcción de edificios de 25 metros de altura en un barrio que se caracterizaba por las casas bajas. “Con esto, ahora tenemos 55 edificios en obra en todo el barrio y 80 casas en venta”, explicaba indignada Rocío Pato, una vecina que vive a media cuadra de la plaza. Todo indica que los vecinos festejarán la ampliación de la plaza, pero las ONG “La Malaver”, “Somos Ortuzar” y “Basta de demoler”, dan indicios que la lucha contra la edificación en altura seguirá en el barrio.
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