Las características geográficas y climatológicas del territorio, sumado al calentamiento global, hacen que Argentina sea uno de los pocos países del mundo que tiene riesgo de incendios forestales durante todo el año. En ese sentido, los especialistas en esta temática indican que lo peor todavía no pasó. En consecuencia, remarcan la relevancia de contar tanto con un sistema coordinado de alerta y combate, como también de un equipamiento completo que incluya medios aéreos.
En los últimos años se pudo observar cómo los incendios forestales fueron noticia en todo el mundo y, lamentablemente, nuestro país no fue ajeno a esa situación. Si bien en Argentina la temporada de mayor riesgo se da entre los meses de diciembre a abril, especialmente en las provincias de Buenos Aires, La pampa, Mendoza y en la región Patagónica, también durante los meses de invierno y primavera se presentan índices de alto riesgo en San Luis, Córdoba, Catamarca, Jujuy y la región del Delta.
El crecimiento poblacional y los desarrollos urbanísticos en zonas de bosques y ambientes naturales provocan que muchas de esas áreas de alto riesgo se encuentren en zonas pobladas, poniendo en peligro las propiedades y las vidas humanas.
Asimismo, cabe destacar que el 80% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas, siendo los principales escenarios la quema de pastizales para mejora de pastoreo, tendidos eléctricos, fogatas de turistas o pobladores desprevenidos y colillas de cigarrillos mal apagadas.
A su vez, los factores climáticos, como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las tormentas eléctricas, las heladas constantes y los vientos fuertes, inciden en su propagación. Por eso, recomiendan ser muy cautos y, cuando se dan esas condiciones, avisar tempranamente para evitar que las llamas se propaguen de forma descontrolada.
Para enfrentar esta situación tan particular, es necesario contar con un sistema de alerta y combate contra incendios a nivel nacional y provincial, bien equipado y entrenado. Dentro de la diversidad de herramientas y equipos que se utilizan en el mundo para la lucha contra incendios, los especialistas consideran que los medios aéreos resultan una herramienta esencial para el combate, la asistencia y la logística en el manejo de incendios forestales.
Se pueden enumerar tres grandes grupos: 1) aviones verificadores para la observación, 2) aviones hidrantes para el ataque directo con agua y 3) helicópteros para el combate con agua, rescate y trasporte de personal.
En particular, los helicópteros son una de las herramientas más versátiles y ampliamente utilizadas a nivel mundial, no solo en la lucha contra incendios, sino también en asistencia humanitaria en zonas de catástrofes.
Esa versatilidad permite que, solo en Argentina y en una temporada de verano, se transporten más de 3.000 brigadistas y personal relacionado al combate de incendios, como también personal de Parques Nacionales, rescatistas, médicos y prensa a lugares estratégicos y con gran velocidad según las misiones lo requieran.
Un brigadista forestal podría tardar más de 3 o 4 horas caminando para llegar hasta la zona donde se encuentran los focos de incendios, muchas veces en terrenos escarpados y montañosos, mientras que con los helicópteros solo demanda 5 o 10 minutos, evitando cansancios extremos y mejorando el rendimiento en el rol especifico del apagado de incendios.
También es importante resaltar el factor psicológico que representa para los combatientes el saber que cuentan con un medio capaz de realizar una rápida evacuación o rescate cuando las cosas se salen de control.
Solo un helicóptero liviano en una jornada diaria puede transportar en una o dos horas más de 50 o 100 personas con sus herramientas y equipamiento a lugares estratégicos y continuar realizando combates con agua, arrojando más de 80.000 litros diarios en focos activos de incendios con el 100% de precisión y eficacia en todas las misiones realizadas.
Por ello, al igual que las líneas aéreas o el traslado offshore para compañías petroleras, el uso de helicópteros para la lucha contra el fuego es una actividad cara pero eficiente, que requiere que las empresas prestadoras de servicios, las aeronaves y los pilotos, deben contar con el más alto nivel de certificación, control y habilitaciones aeronáuticas vigentes, ya sea para el transporte de personas como para los trabajos de combate de incendios
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