La 50º edición de la Maratón de Nueva York -que se lleva a cabo este 7 de noviembre y cuenta con la participación de más de 30 mil corredores de todo el mundo- tendrá un significado muy especial y emotivo tanto para la familia de Ilan Naibryf, como para el teniente coronel, Amnón Leibowitz, ingeniero e integrante del equipo de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Dos de los participantes de la Maratón estarán unidos por la tragedia del derrumbe del Champlain Towers South Condo -ocurrido el 24 de junio pasado, en Miami- y llevarán en sus corazones la fuerza suficiente para rendirle un profundo y sentido homenaje a la memoria de Ilan.
La ingeniera Micaela Naibryf, de 26 años -una de las dos hermanas del joven argentino de 21 años que falleció junto a su novia puertorriqueña- le rendirá tributo participando de la competencia y lo hará con un detalle muy especial: usará los cordones de un par de zapatillas que le regaló Ilan y los ajustará con una pequeña placa metálica que le obsequió su novio, en la que puede leerse: ‘Mica: What doesn´t kill you, makes you stronger - NYC Marathon - 11/07/21′ (Mica: Lo que no te mata, te fortalece - Maratón de la ciudad de Nueva York - 11/07/21).
Mientras ella correrá en memoria de su hermano, Amnón también lo hará por Ilan, y en nombre de todos los socorristas del mundo. Este domingo, Micaela vestirá una remera con su nombre, diseñada especialmente por la única hija del soldado israelí que tiene su misma edad, quien las confeccionó para que ambos luzcan el mismo modelo.
Desde que la tragedia golpeó a la familia Naibryf, la hermana mayor de Ilan entabló una relación muy cercana con Amnón, que viajó especialmente a Miami para el operativo de rescate y fue quien encontró el cuerpo de Ilan, 13 días después del derrumbe, que se produjo a la 1:25 de la madrugada en Surfside.
“A veces estoy corriendo, veo caer una hoja y pienso, ‘el edificio se cayó...’. Y vuelvo al punto en el tiempo en el que pienso, ‘¿cómo se sintió mi hermano esos cinco segundos, cuando se estaba cayendo el edificio?’. Y sé que no es saludable, pero puedo hablar de esto con Amnon y decirle, ‘no estoy teniendo un gran día’... Lo entiende y creo que lo relaciona todo con la carrera porque me dice, ‘no eres cobarde; eres fuerte’. Entonces, definitivamente, me da esa fuerza “, dijo Micaela en una entrevista con CBS, en la que el rescatista israelí contó que ya la siente como parte de su familia.
A pesar del drama, la hermana de Ilan destacó la conexión instantánea que tuvo con el rescatista y que nunca dejó de recordar su sonrisa. “Creo que simplemente hicimos clic. Estábamos hablando el mismo idioma. Ambos somos ingenieros. Ambos somos, creo, muy lógicos. Así fue como empezamos a unirnos”, expresó en declaraciones a CBS.
Amnón Leibowitz se desempeña como teniente coronel del Comando del Frente Interior de Israel y durante más de dos décadas colaboró en misiones de rescate en todo el mundo. Sin embargo, en la entrevista dijo que esta ocasión fue la excepción a la regla, ya que fue la primera vez en su carrera que habló con los familiares de los desaparecidos. “Tratamos de hacer un muro entre el rescatador y las familias, porque no puedes concentrarte en tu trabajo cuando tienes algo emocional. Pero Mica es diferente. Es como de mi familia”, afirmó.
Con solo un abrazo, Mica intuyó que no volvería a ver a su hermano con vida. El rescatista la rodeó con sus brazos, pero no le dijo que había hallado su cuerpo. Al rato, las autoridades la llamaron para comunicarle la triste noticia. “Por ese abrazo, supe que lo habían encontrado. No tenía pruebas. Pero lo supe. Y luego, un par de horas más tarde, recibimos la llamada “, recordó.
Hoy, la hermana de Ilan y el rescatista tienen un objetivo en común para el que entrenaron muy duro: ella en Chicago, donde vive, y él en Israel. Sin embargo, la distancia no les impidió prepararse juntos y compartir sus estadísticas personales, para poder mejorar sus rendimientos y llegar en el menor tiempo posible, pero con única meta: un profundo y sentido homenaje para Ilan Naibryf.
¿Quién era el joven argentino de 21 años y cómo lo recordó su madre en agosto pasado, en una entrevista con Infobae?
Ilan Naibryf nació el 11 de septiembre de 1999 y vivía con sus padres, Ronit Felszer y Carlos Naibryf, y sus dos hermanas, Micaela y Tali, en Belgrano. En 2002, los cinco integrantes de la familia emigraron a Miami. Ronit nació en Etiopía, mientras que su marido y sus hijos lo hicieron en la Argentina.
En los Estados Unidos, Ilan estudiaba dos carreras universitarias, física e ingeniería molecular, y solo le restaban unas materias para recibirse en la Universidad de Chicago. Antes, había estudiado en Hawaii y vivió por 4 años en Australia.
El eximio estudiante universitario vivía con sus padres en Miami, pero esa noche se quedó con su novia, Deborah Berezdivin, una estudiante de Puerto Rico con quien salía hace 3 años. La pareja planeaba pasar la noche en la torre, ya que al otro día asistirían al funeral del padre de un amigo en común, que falleció por COVID-19. Como ella estudiaba en Nueva York, volvió especialmente a Florida y se quedó con Ilan en el departamento que su familia tenía en el octavo piso. Lo habían adquirido al poco tiempo de que terminaron de construir el lujoso complejo de Surfside. Eran dos unidades que se unieron: la 11 y la 12. Esa noche, la pareja descansaba en ese departamento, que pertenecía al último sector que se desplomó. Además de la muerte de los jóvenes, la tragedia se cobró la vida de los tíos y primos de Deborah, que vivían en otros pisos del edificio.
La noche anterior, Ilan había dormido en la casa de sus padres y esa fue la última vez que su madre lo vio. Por la mañana, chatearon normalmente mientras Ronit estaba en su trabajo y, a la noche, recibió una selfie de su hijo con su novia entrando al ascensor de la Champlain Tower. Eran las 22.36 y, apenas unas horas después, se desataría la peor pesadilla para los Naibryf, cuando a las 6.10 de la mañana una amiga de Ronit la despertó a los gritos con una llamada a su celular.
“Me preguntó si Ilan estaba conmigo... Le pregunté “¿Qué pasó?” y automáticamente le dio el teléfono a su marido, diciendo que no podía hablar... Él me dijo: “Colapsó el edificio”. No le pregunté qué edificio era -yo no sabía la dirección- pero nos subimos al auto, encaminamos para el sur -porque yo sabía que era ahí- pedí que me pasaran la ubicación y, obviamente, cuando llegamos no nos dejaban acercar. El centro de reunificación era a cuatro cuadras, así que tiramos el auto ahí y nos fuimos corriendo al edificio pero... no había edificio”, expresó su madre, Ronit Felszer, en una entrevista con Infobae en agosto pasado.
Ronit dijo que los rescatistas no podían acercarse a los escombros que estaban al lado de la torre, que seguía de pie. “Sabían que ahí habían cuerpos, pero no podían alcanzarlos porque sentían que había movimientos. Entonces, tomaron la decisión de derrumbar el edificio -en lo que denominan un derrumbe controlado- y pudieron acceder a muchos de los cuerpos. De hecho, ahí fue cuando encontraron la mayor cantidad porque al principio fueron solo 2, 3, 5... pero nunca cantidades importantes. Una vez que derrumbaron, al otro día ya anunciaron que se pasaba de rescate a recuperación de los cuerpos. No me hizo diferencia, porque ya tenía claro que mi hijo no estaba vivo”, destacó.
El 7 de julio, trece días después del derrumbe, la familia recibió la peor noticia. “Teníamos reuniones dos veces al día, donde nos daban una actualización de la situación. Un día, a las 4.30 PM, llegamos y vimos que había unos 60 perros, psicólogos, psiquiatras... Cuando entré a ese cuarto, miré a mi hija y le dije, ‘esto no es buena noticia’. Los encontraron a los dos juntos, acostados en la cama. El colchón estaba doblado por la mitad, estaban abrazados. Mi hijo tenía su documento en la mano y ella tenía la billetera de él en la mano. Son varias cosas... Siempre me queda la duda de si estaba vivo o no cuando el edificio cayó, porque nadie duerme con su documento en la mano. Cuando los rescatistas vieron una mano con un documento, empezaron a excavar y encontraron a mi hijo, y luego a su novia. Al margen del documento, se hizo una identificación de huellas digitales que dio positivo. Nos dijeron que los cuerpos estaban intactos”, contó.
“Nunca voy a saber si estaban vivos, me queda la duda, pero no puedo entender que alguien tenga el documento en la mano. A menos que lo veas venir... No tengo una respuesta, solo te estoy contando los hechos”, agregó. “El primero y el segundo día, tenía ilusión. Ni pensaba, ni esperaba, ni rezaba... nada. Esa ilusión que tenés cuando escuchás lo que te dicen: que tu hijo es joven, ingenioso, fuerte... Tenés esa ilusión, pero yo había visto el edificio... la montaña que había de polvo y no tenía esperanza... La verdad es esa”, reveló la madre de Ilan.
En aquella entrevista con Infobae, Ronit recordó a su hijo como un joven muy familiero, que disfrutaba de la compañía de sus amigos, que era un apasionado por el deporte y que siempre se destacó en sus estudios.
“Toda mamá te va a decir que su hijo era perfecto... Ilan era deportista: le dabas una pelota de fútbol y jugaba al fútbol; le dabas una de tenis, y jugaba al tenis; lo subías a un jet ski y lo hacía bien; lo subías a la montaña y esquiaba en la nieve, esquiaba en el agua... Siempre fue deportista. Todo lo que lo apasionaba, lo hacía bien. Tenía ambiciones, era súper familiero... pero lo perdimos a los 21 años. Me preguntaron qué voy a extrañar de mi hijo y les respondí: voy a extrañar su futuro”, finalizó.
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