“Es la primera vez que me toca ocupar un lugar como candidata, con la responsabilidad que eso conlleva. Me parece que estamos en un tiempo histórico donde resulta necesario, y es también producto de muchos años de militancia feminista y transfeminista organizada: queremos transformar la realidad, la lógica en la que se vive la vida cotidiana y también queremos ocupar el poder y hacerlo de otra forma”. Así comienza la charla Magui Fernández Valdez, quien el domingo 14 de noviembre se probará en las urnas para ser diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Todos.
Magui se presenta como lesbiana no binarie transfeminista. Nació y se crió en Lanús con su mamá, su abuela y una tía. Fue siempre futbolera, de Boca y recuerda con una sonrisa los partidazos que armaban en las calles con los pibes del barrio o en el club de Gerli donde pateaba cuando visitaba a su papá. Magui y otra nena jugaban a la par de todos los varones, que tenían que aguantar las cargadas cuando ellas los gambeteaban para llegar al arco. A los 18 años ─”ya fuera del closet”─ decidió jugar con otras lesbianas. Es que “el fútbol es un gran espacio de encuentro de lesbianas”, dice y planta bandera. Como cuando remarca también que es fanática de Diego Maradona, haciendo humo la supuesta incompatibilidad con la pertenencia feminista.
Inició el caminito militante en una organización estudiantil en la Universidad de Buenos Aires, mientras cursaba la carrera de Trabajo Social. Luego, participó de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto y desde ahí fue el salto a Nuevo Encuentro, partido en el que actualmente ocupa el cargo de Secretaria General de CABA.
-¿Cómo se mixturan tus recorridos políticos?
-Siempre milité desde el lesbianismo. Considero que hay una experiencia en la forma de hacer política, de construir referencia, de generar vínculos con les compañeres, de pensar las agendas y llevarlas a cabo en lo que sin duda la militancia LGBTI+ y la transfeminista tiene una mirada distinta para aportar. Con esto me refiero a hacerlo desde la interseccionalidad, por fuera de las lógicas racistas, xenófobas, normalizantes, heterosexuales, cisexistas etc. Y también hacerlo desde la reivindicación de lo que somos, desde el orgullo como potencia política, desde la visibilidad como respuesta, desde la despatologización y la desestigmatización.
-En apariciones públicas soles hacer foco en la importancia de fortalecer la mirada LGBTIQ+ hacia el interior de los partidos políticos. ¿Qué significa?
-En tiempos de avances y retrocesos de las derechas, me parece que es una responsabilidad de todes quienes militamos políticamente y de quienes tienen responsabilidades en la dirigencia de todas las fuerzas abonar al fortalecimiento de las estructuras de la democracia. Hemos visto en nuestro país tristemente y también a nivel regional cómo la derecha, cuando la democracia y los pueblos le dan respuestas con las que no acuerdan, apela a otros instrumentos y a otras herramientas que no hacen más que debilitar el sistema político que tenemos. Por otra parte, me parece que la política como la conocíamos hasta ahora ya no existe más y en esa política que está cambiando es imprescindible que otras miradas como la LGBTI+, la del transfeminismo, la del activismo negro, la de les gordes y la de les discas, entre otres, puedan permear una nueva forma que iremos construyendo cotidianamente.
-¿Qué agenda querés llevar al Parlamento?
-En primer lugar, me parece central generar herramientas para volver cada vez más transparente el funcionamiento del Poder Legislativo. Pienso que esta es una tarea a desarrollar con los tres poderes, principalmente con el Judicial. Y tenemos que estar atentes a que lo que sucede dentro de la Cámara pueda tener un relato sobre lo que pasa afuera, que nunca pierda el contacto con las demandas de las organizaciones sociales, con las necesidades del pueblo. En la medida en que el trabajo de les legisladores se transforme en un trabajo aislado y distante de los intereses y necesidades del pueblo no estaremos solamente ante un debilitamiento de la calidad institucional, estaremos también frente a un fracaso de la política.
-En la práctica ¿cómo sería?
-Pienso en una agenda comprometida con los intereses del pueblo y con el diseño de estrategias que permitan ir hacia la construcción de una sociedad más justa donde contemos con herramientas para no seguir fortaleciendo a les más privilegiades. Todo esto con el fortalecimiento de una mirada desde los feminismos y transfeminismos que siga promoviendo el avance en materia legislativa en pos de la equidad y de la construcción de una sociedad para todes. Presenté hace muy poquito un proyecto de ley, que hizo propio la diputada Mónica Macha, de producción pública de misoprostol y mifepristona que son las drogas que se utilizan para garantizar abortos seguros. Me parece que hay una amplia agenda para seguir avanzando y entre las prioridades está la reparación histórica a población travesti trans, el trabajo sobre integrar el sistema de salud e incluir una mirada desbinarizada, una reforma de algunos aspectos de la ley de violencia por motivos de géneros, una ley de cuidados, entre otras.
-¿Cambia la política con más personas con diversidades de género en puestos de poder?
-Sin lugar a dudas la política con más personas LGBTI+ participando se fortalece, se diversifica la mirada y se robustece la democracia. Necesitamos que la política y los lugares de poder se ocupen de otra forma, no sólo abriendo el juego a otras identidades y expresiones de género sino también permitiendo que esos ámbitos se dejen atravesar por la clase, por la militancia afro, por las referencias migrantes y por todes aquelles a quienes siempre se nos dijo que la política no era un lugar para nosotres y que teníamos que se representades por otres. Otres que en general no saben cuáles son nuestras necesidades, cuáles son nuestros intereses y cómo soñamos en construir una sociedad para todes.
-¿Cómo te posicionas frente a los dichos que construyen la idea de que la derrota electoral del FDT en las PASO se debe a una supuesta priorización de una “agenda de minorías” (en relación a las mujeres y las diversidades) y que son “causas ajenas a la mayoría de la gente”?
-No es extraño que el avance de la derecha venga siempre acompañado de una crítica respecto de las agendas del feminismo y transfeminismo. Me parece que es una falsa dicotomía tener que elegir entre los derechos del pueblo o los derechos de mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries, maricas y otras identidades y expresiones de género, como si no fuésemos parte del pueblo o como si hubiese derechos de segunda o derechos de primera. Los gobiernos populares no gobernamos para elegir entre unes y otres sino para mejorar la calidad de vida de la totalidad de nuestro pueblo.
-¿Cuál es el objetivo de generar estas dicotomías?
-Creo que el objetivo de estas falsas dicotomías es construir una crítica a nuestro gobierno sobre una serie de medidas que vienen a dar respuestas a deudas que nuestro país arrastraba hacía años y a intentar incidir en el impacto que la crisis económica y sanitaria tuvo y tiene sobre nuestro pueblo. Sabemos que el bolsillo nos aprieta a muches pero que ese ajuste nunca impacta igual en una travesti que en una persona cis. Me parece que invisibilizar estas asimetrías estructurales no nos hace bien y nos mete en discusiones tramposas. Es imprescindible fortalecer la organización política para articular las problemáticas del fin de mes con el fin del mundo y tener una mirada sobre en qué mundo queremos vivir. Es necesario que dejemos de repetir lo obvio para pensar estrategias superadoras, construir redes creativas y ensayar nuevas respuestas a lo que nos atraviesa.
-¿Cómo viviste el decreto que agregó la `X´ (equis) en el campo referido al sexo en los DNI?
-Lo viví con muchísima felicidad porque me parece una medida revolucionaria que viene a romper con el sistema binario en nuestro país. Estoy convencida de que este hito visto en perspectiva desde el futuro va a ser analizado como un punto de inflexión que viene a transformarnos en una sociedad más justa. Este hecho además, junto con las recientes leyes de aborto legal y la ley de cupo e inclusión laboral travesti trans, vuelve a poner a nuestro país a la vanguardia a nivel internacional y a ser referencia para el resto del mundo.
-¿Cuál fue tu opinión sobre las críticas que manifestaron algunas personas no binaries?
-Sabemos que las identidades no son puntos de llegada sino lugares por los que transitamos y vamos construyendo a lo largo de nuestra vida, y sabemos de la importancia y el peso político que tiene nombrarnos y visibilizarnos. Poder decirnos lesbianas, poder decirnos maricas, poder decirnos trans después de muchos años de no haberlo podido hacer. Pero me parece que no por eso no es celebrable la medida que se ajusta a lo que la normativa internacional permite en la actualidad. Las sociedades tenemos que ir avanzando en derechos y me parece que este paso es un hito revolucionario.
-¿Qué expectativas tenés para el 14 de noviembre?
-Creo que desde la militancia, desde la dirigencia y desde el estado seguimos trabajando como siempre y escuchando a la sociedad. Tenemos además la confianza en el pueblo que no quiere volver al pasado y que sabe que en Argentina podemos frenar la derecha que encarnan María Eugenia Vidal y Javier Milei. Sabemos que en este país va a ser imposible solucionar los problemas de bajos salarios, de inflación, del endeudamiento de Macri y de la profunda inequidad si volvemos al modelo al que la derecha nos quiere llevar. Quienes amamos la política y estamos convencides de su profundo espíritu transformador sabemos también que es con esta herramienta, escuchando a la gente y tomando medidas que vamos no a pensar solamente en el resultado electoral, sino a seguir construyendo y transformando nuestro país en uno para todes.
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