Su ex se hizo pasar por ella en las redes y vive un calvario: “Mantenía chats eróticos y enviaba mis fotos íntimas”

Después de batallar en la justicia durante 7 años para que la causa no prescribiera, a Marina Benítez Demtschenko le dieron fecha de juicio para el 14 de mayo de 2024. Su ex está acusado de lesiones psicológicas graves y agravadas con el propósito de lograr sufrimiento en el contexto de violencia de género, que contempla una pena de 6 años de prisión

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Tras cinco años de noviazgo
Tras cinco años de noviazgo Marina Benítez Demtschenko cortó la relación con su ex a fines de 2011 y meses después comenzó su calvario

Marina Benítez Demtschenko fue víctima de la viralización de material íntimo sin su consentimiento en la redes sociales por parte de su ex, en 2012, cuando ella decidió ponerle punto final a la relación. A 9 años del hecho y a 7 de que realizó la denuncia, recién le dieron fecha para el juicio oral para el 14 de mayo de 2024. La noticia la destrozó casi por completo ya que nunca se imaginó que su pedido de justicia demandaría tanto tiempo.

“La justicia nos debe respeto a las denunciantes. Todos piensan que cuando una va y denuncia a un tipo le estamos cagando la vida. Pero mi ex está bárbaro, ni se preocupa. No es un tema para él, pero sí para mí que estoy resistiendo para no caerme a pedazos”, señaló Marina en un video que publicó en su Instagram para darle mayor visibilidad a su caso.

Su calvario comenzó los primeros meses de 2012 cuando notó que había hombres que la abordaban en la calle y se le insinuaban con comentarios libidinosos. “Al principio creí que los mandaba mi ex para seguirme y controlar mis movimientos pero después corroboré que él había creado un perfil falso en Facebook, donde se hacía pasar por mí para chatear con ellos. No solo mantenía conversaciones eróticas y de alto contenido sexual sino que también les enviaba fotos íntimas que ambos nos habíamos tomado cuando éramos pareja”, relató la mujer a Infobae.

Escondiéndose detrás de un nombre falso, Marina asegura que su ex sedujo virtualmente a más de 400 hombres y que durante dos años fue acosada por unos 70 desconocidos en la calle. A todas estas personas -de acuerdo a su testimonio- su ex les contaba detalles sobre su vida personal y profesional: dónde vivía, qué lugares frecuentaba y cuáles eran sus horarios laborales, entre otros. Pero lo peor de todo es que en los chats les proponía un juego perverso y uno de ellos fue por más y la fue a buscar hasta la puerta de su casa, en La Plata.

Marina Benitez viene batallando en
Marina Benitez viene batallando en justicia desde hace 7 años y le dieron fecha del juicio oral para mayo del 2024 (@marbendem)

“Me agarró de atrás, de la colita del pelo, en la esquina de mi casa y me pasó la lengua por el cuello”, recordó la mujer, quien luego de ese traumático episodio estuvo durante un mes y medio recluida en su casa por temor a que la violaran.

Otra situación difícil que le tocó atravesar fue a la salida de la Universidad Nacional de La Plata, cuando dos hombres la siguieron de noche y la arrinconaron contra una pared para manosearla.

Pero el momento de mayor tensión se produjo cuando un desconocido la encaró mientras esperaba el colectivo tras finalizar su día de trabajo. “El tipo me dijo: ‘Qué hermoso te queda ese vestido azul’. Ahí lo encaré de mala manera y me contestó: ‘¿Qué te pasa, loca de mierda? ¿ahora te olvidaste de todo?’. Cuando le pregunté de dónde me conocía, porque ya estaba harta de que me encararan, el tipo me contó lo del chat y huyó despavorido. Eso me hizo entender que había alguien que se estaba haciendo pasar por mí”, remarcó la víctima.

Aunque Marina siempre sospechó que detrás de esos inusuales episodios podía estar su ex, finalmente lo corroboró cuando él contactó a su amigo de la infancia por las redes con el mismo modus operandi. “Esta persona tiene todos los chats guardados. Su ayuda fue fundamental para comprobar que mi ex estaba detrás de ese plan perverso y gracias a él pude hacer la denuncia con las pruebas que me brindó”, contó Marina.

Este chico lo que hizo fue pedirle un teléfono para concretar el encuentro sexual del que habían hablado en el chat y cuando llamó lo atendió mi ex. Yo estaba al lado de él y escuché perfectamente su voz. Le dijo ‘en realidad no soy Marina pero como ella está enganchada con estas cosas yo me encargo de acercarle propuestas’. Tercerizó la situación pero aceptó todo. La charla quedó grabada y también está en manos de la justicia”, detalló.

En este chat, el creador
En este chat, el creador del perfil trucho admite ser un hombre con ganas de armar un trío y le ofrece fotos hot de su pareja

Sin embargo, encaminar la causa no fue tarea sencilla. Como la difusión de material íntimo no está considerada un delito (en la Ciudad de Buenos Aires como en otras del interior, por ejemplo, es apenas una contravención), la mujer tuvo que sortear muchos obstáculos legales para sostenerla.

“Inicialmente fue caratulada como revelación de secretos, que obliga a la víctima a propulsar la investigación penal donde el fiscal actúa como acompañante. Los abogados de mi ex pidieron la nulidad y se la dieron”, admitió la víctima.

Luego, con la ayuda de su abogada Julieta Luceri, pudo reflotar la causa enmarcándola en otro delito como amenazas, que también fue declarada nula. “Para ese entonces ya habían pasado 4 años y medio de la primera denuncia y corría el riesgo de que todo se cayera”, reconoció Marina.

Poco y nada sirvió que ella tuviera un botón antipánico ya que él violó la restricción perimetral cuatro veces y hasta le destrozó el auto. Debido al hostigamiento constante tuvo que cambiar seis veces el número de teléfono, modificar su nombre en las redes 40 veces, teñirse el color del pelo 8 veces y, por último, hasta dejó de salir y tener vida social. Se recluyó en su familia y comenzó con sesiones de terapia.

 Debido al hostigamiento constante
Debido al hostigamiento constante Marina tuvo que cambiar seis veces el número de teléfono, modificar su nombre en las redes 40 veces, teñirse el color del pelo 8 veces (@marbendem)

Pero todo cambió cuando el juez aceptó otro encuadre propuesto por la fiscalía a raíz de las nuevas pruebas aportadas por Marina: lesiones psicológicas graves y agravadas con el propósito de lograr sufrimiento en el contexto de violencia de género. Este delito contempla una pena de hasta 6 años de prisión.

Fue un largo camino. Y si bien muchas víctimas deciden abandonar el recorrido por la lentitud de la justicia, ella no se dio por vencida y optó por convertir su tortuosa experiencia en algo positivo. Como Marina es abogada, se especializó en Derecho Informático, sobre todo en delitos relacionados con la violencia de género digital, y actualmente asesora a otras mujeres desde la Fundación Activismo Feminista Digital, de la cual es su directora.

“Lo pude sostener porque soy abogada y me especialicé en la materia y hasta presenté dos proyectos de ley. Traté de hacer algo productivo con algo que me estaba quemando la cabeza y arruinando la vida”, señaló. De hecho, fue ella quien se puso al hombro su causa y estudió el expediente foja por foja para finalmente tener a su ex en el banquillo de los acusados.

Marina es abogada y raíz
Marina es abogada y raíz de la experiencia que le tocó vivir se especializó en Derecho Informático y se puso su causa al hombro (@marbendem)

No hay nadie que pueda tolerar esperar 10 años para llegar a juicio. Constantemente estoy recordando las experiencias nefastas que me tocó vivir y tratando de aportar pruebas nuevas para que la causa no se caiga. Vivo pendiente del hombre que me cagó la vida. Estoy harta y cansada de denunciar, prácticamente sin fuerzas y con dudas de si realmente se va a hacer justicia”, admitió con resignación.

Hoy, su principal preocupación radica en que muchas de las pruebas recolectadas ya no sirven. “La evidencia digital, que era la cuenta de Facebook donde él se hacía pasar por mí, ya no existe más. Esa era la principal prueba que tenía contra él pero la justicia demoró 5 años en hacerle la petición a Facebook”, explicó Marina.

A esto se suma que uno de los testigos clave ya no podrá declarar en el juicio. “Mi primera psicóloga, que es la que me vio entrar al consultorio casi desahuciada por lo que estaba viviendo, está muerta”, se lamentó. Y dijo que muchos de los 29 testigos que presentó “quizás en 3 años, cuando tengamos el debate, se acuerden menos que ahora”.

Está previsto que el juicio contra su ex se lleve a cabo del 14 al 17 de mayo de 2024 en el Tribunal Oral en lo Criminal N°5, a cargo del juez Ezequiel Augusto Medrano. “Hoy, gran parte de mi desánimo radica en que tuve que sostener todo el tiempo un expediente que estuvo en riesgo. Fueron 7 años de revictimización absoluta”, se indignó la mujer a medida que va recordando más detalles del calvario que le tocó vivir.

“En los chats mi ex le decía los tipos que yo me iba a prestar a un juego sexual y que iba a resistirme y gritar cuando me abordaran en la calle para que pareciera todo más real porque a mí eso me calentaba. No me violaron porque tuve suerte”, concluyó Marina, a quien aún le quedan transitar tres años más para ver si finalmente se hace justicia.

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