Una imagen vale más que mil palabras. Salvo excepciones. Pero lo ocurrido en la localidad de Isidro Casanova, en el conurbano bonaerense, no parece ser una de ellas. Una variada búsqueda laboral por parte de un boliche que se prepara para reabrir sus puertas evidenció el difícil escenario que se potenció con la pandemia. Según especificaron a Infobae desde Jesse James, uno de los complejos bailables más grandes del país, 3.687 personas se acercaron en solo dos días para dejar sus datos con el objetivo de conseguir trabajo.
“Éramos tres entrevistando y tuvimos que llamar a tres más”, explica aún sorprendido Alexis Ferrioli, encargado de la publicidad y marketing del complejo icónico de La Matanza A Infobae. Las entrevistas estaban estipuladas para comenzar a las 10 del martes. La jornada se extendería hasta las 16. Sin embargo, cerca de las 9.30, la fila ya ocupaba más de una cuadra. Finalmente terminó ocupando toda la manzana.
Los puestos a cubrir, más de 150, son variados: recepcionistas, camareras, barman, personal de mantenimiento y limpieza, community manager, publicistas, editores, carpinteros, herreros, entre otros. A partir del cierre por el coronavirus y la cuarentena, la discoteca de 5.400 metros cuadrados, cinco pistas y una capacidad aproximada para 8.000 asistentes dejó de funcionar. Actualmente, las últimas aperturas implementadas por el gobierno bonaerense motivaron el relanzamiento y se esperaba una importante demanda. Pero lo ocurrido superó cualquier cálculo.
La dinámica en Sinclair 5.445 era simple. Se recibía el curriculum vitae, se hablaba del puesto específico, la remuneración esperada, se detallaba si los interesados se habían vacunado. Era una primera aproximación.
En ese contexto Ferrioli dice que esperaban unos 500 postulantes a partir de la difusión de la oferta laboral en redes sociales. “Se fue de las manos”, advierte. Y confiesa aún sorprendido: “Les consultábamos a la gente para que se querían postular y nos decían que de lo que sea, que necesitan trabajar”.
El promedio de edad de las personas que asistieron era de 18 a 65 años y pertenecían a La Matanza, Moreno, Merlo y otros distritos bonaerenses. Ante la consulta de Infobae, uno de los coordinadores de la búsqueda laboral destaca dos historias que conmovieron a los presentes.
“Había gente que nos pedía ‘por favor’ que los tomemos. Una señora de más de 60 por ejemplo. Era super dulce y nos decía ´hago lo que sea, levantar botellas, trabajar en los baños, pero necesito algo para hacer, no me dan trabajo por mi edad´. Todavía me pongo mal cuando me acuerdo”, relata.
Otro caso llamativo fue el de un hombre que se anotó junto a su hijo, principalmente porque la disco había jugado un rol fundamental en la formación de esa familia. El integrante de “Jesse” explica la razón: “La gente viene y te cuenta, ‘y él conoció a la madre del nene en el local’. Y hoy en día padre e hijo vienen a buscar trabajo juntos a ese mismo boliche”. Lo que podría ser un dato de color grafica la intrincada actualidad.
Ferrioli afirma: “Me puso contento que viniera tanta gente pero a la vez mal porque de la mayoría escuchábamos que no tenían trabajo desde hace un año y medio o varios meses”. La postal generada durante las dos jornadas tampoco fue indiferente para los vecinos de la zona y a partir del hecho la señal local Unlam TV reprodujo las imágenes de cientos de personas portando su CV mientras esperaban su turno.
La reapertura, en República de Portugal 3.172, a metros de la Ruta 3, será a fines de mes. La semana que viene se avanzarán con los encuentros, capacitaciones y adaptación de las personas que sean incorporadas. Si bien desde Jesse James admiten que pensaban que serían “uno de los boliches que no volverían a abrir definitivamente” alistan los preparativos para hacerlo. Sería con un aforo de entre 2.5000 y 3.000 concurrentes, con un “formato bar” de 22 a 5 y con los distintos protocolos vigentes activados.
Como tantas actividades, en los peores meses de la pandemia, con cuarentena incluída, “nos quedamos sin trabajo”, lamenta Ferrioli. “No teníamos forma de generar, estaba muy difícil y no había fuentes de ingresos”, rememora, y advierte: “Pensá que el gasto mensual entre luz, gas y los fijos, sin abrir, ya es de 400 mil pesos. Por eso estuvimos cerca de ser parte de ese 25% de locales que cerraron sus puertas definitivamente este año”.
Tiempo atrás, en febrero 2020, desde su cuenta oficial Jesse James había anunciado en una publicación que realizarían un “perfilamiento de todos los costos implicados (impositivos, tarifas, servicios, etc.)”, lo cual significaría un cese de actividades “hasta nuevo aviso”. “Sostener en tiempo de crisis nuestra legendaria disco ha sido una tarea árdua”, aseguraban.
Pero dos semanas atrás, el gobierno bonaerense ratificó que desde este mes regirían en Buenos Aires los protocolos que permitirían la actividad en discotecas y salones bailables, con pautas de aforo, medidas de cuidado y exhibición del certificado de vacunación. La decisión desembocó en la idea de la reapertura del “monstruo”, tal como lo definen, que en unos días cumplirá su aniversario número 40.
“Este ha sido un momento muy esperado porque sabemos que, si bien la pandemia golpeó a todos los sectores, afectó mucho más a aquellos vinculados con el entretenimiento”, destacó Kicillof en ese momento.
Asimismo, replicó la noticia con un particular video en Tik Tok, una plataforma muy usada por los jóvenes. Luego, la habilitación de uno de los boliches del conurbano expuso otra dura realidad.
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