Familiares de los argentinos que tripulaban el yate desaparecido pidieron que la guardia costera de EEUU se sume a la búsqueda

Lo solicitaron basándose en que uno de ellos también tiene la ciudadanía estadounidense. Hasta el momento ya se sumaron a los operativos de rescate organismos de México y de Cuba

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El M.O.I. Guadalupe emitió su
El M.O.I. Guadalupe emitió su última señal el 28 de septiembre pasado (Foto: EFE)

La familia de Renzo Spasiano, el joven de 20 años que está desaparecido desde el martes pasado junto con las otras cuatro personas con las que regresaba a México por mar tras un viaje de ayuda humanitaria a Haití, reclamó que la guardia costera de Estados Unidos se involucre en la búsqueda dado que el otro argentino que iba a bordo tiene también ciudadanía de ese país.

El pedido fue poco después de que la Secretaría de la Marina mexicana se sumara de manera oficial a la búsqueda y rescate de la embarcación, de la cual se tuvo noticias por última vez el 28 de septiembre pasado, cuando informó que su ubicación era Latitud 19°, 74.4′ N y Longitud 084° 40.4′W; es decir, a 130 millas náuticas de la isla de Cozumel, del estado de Quintana Roo.

“Como Carlos Juárez, el dueño del yate, es también ciudadano norteamericano, lo que queremos es que la guardia costera estadounidense preste ayuda, ya sea para buscar a uno de sus ciudadanos o asistir en la búsqueda”, explicó Luis Spasiano, padre de Renzo.

Los argentinos desaparecidos viven en Puerto Aventuras, a unos 10 kilómetros de Playa del Carmen, donde Juárez tiene una empresa de yates en la que trabaja Spasiano.

Además de estas dos personas, en el navío también viajaban el cubano Denis Manuel Fernández Díaz, de 46 años, y el mexicano Martín Vega Argaez, de 44: todos ellos regresaban a sus casas luego de haber estado 10 días en misión humanitaria a Haití, donde habían dejado alimentos, remedios y hasta un hospital de campaña.

“Necesitamos que los guardacostas americanos nos escuchen y nos presten su colaboración, por eso estamos haciendo una recolección de firmas en Change.org”, contó Spasiano, en diálogo con la agencia Télam.

Con ese objetivo, familiares y amigos de Renzo iniciaron un petitorio en esta plataforma de activismo online, que en menos de 12 horas reunió más de 3.900 firmas y hasta la madrugada de este lunes ya llebava recolectadas más de 10 mil.

La solicitud en la plataforma
La solicitud en la plataforma Change

“Solicitamos el apoyo urgente a la Guardia Costera de Estados Unidos para que de manera conjunta con la Secretaría de Marina (Semar) de México, inicien la búsqueda/rescate de los tripulantes del barco M.O.I. Guadalupe, con matrícula 4576714A, que regresaba de Haití luego de proporcionar ayuda humanitaria a las víctimas del terremoto que azoto al país el mes de agosto”, dice la solicitud.

Spasiano contó que prosiguen las tareas de búsqueda a las que en las últimas horas se sumó un avión de la Semar, que junto a dos barcos de esta fuerza y un avión alquilado por la familia, están tratando de encontrar a los tripulantes perdidos “por todo el golfo de México”, aunque por el momento sin ningún resultado.

El dato fue confirmado a Télam por el cónsul argentino en Playa del Carmen, Lautaro Filchtinsky, quien explicó que “la Marina mexicana busca al norte” del golfo, “y la familia más al sur”, pero que “están trabajando coordinados” y “en áreas distintas”.

Además, por intermedio de la embajada argentina en Cuba, la Capitanía de La Habana también dio aviso a los barcos de bandera cubana para que reporten cualquier pista que pueda ayudar a encontrar la embarcación. El Club Náutico International Hemingway, de esta isla, también anunció que se suma al operativo.

Respecto a las diferentes hipótesis que se manejan, el padre de Renzo descree de la del desperfecto técnico, la tormenta tropical o una eventual colisión: “Antes de que parta el barco (de México, en el viaje de ida) yo ayudé a revisarlo y no tenía desperfectos técnicos, posteriormente llegó en tiempo y forma a Haití y volvía de la misma manera, navegando en línea recta con el mar planchadísimo y el clima óptimo”, detalló.

“Además, llevaba todo el equipo de seguridad y como, es una embarcación enorme, de 83 pies, llevaban un bote semirrígido de emergencia además de las balsas y tiene dos motores grandes, cosa que si uno tiene un desperfecto, sigue funcionando el otro sin problemas”, contó.

Renzo Spasiano, uno de los
Renzo Spasiano, uno de los argentinos desaparecidos

Por otro lado, el familiar del joven desaparecido señaló que “el clima está óptimo desde hace más de una semana”, lo que él mismo pudo corroborar días atrás cuando sobrevoló las costas de Cuba, “con visibilidad perfecta y sin olas”.

En este sentido, precisó que aunque no se descarta “ninguna posibilidad”, le cuesta imaginarse un escenario de secuestro porque “no hay piratería en esa zona”.

“Lo que sabemos es que 120 millas antes de (el balneario de) Cozumel emitió la última señal el Spot Truck que es un aparato satelital autónomo que lo que hace es marcar su posicionamiento cada 15 o 20 minutos: venía haciéndolo desde que partió de Haití, incluso se ve el mapa que recarga combustible en Jamaica y retoma rumbo a México”, relató.

Además, 15 minutos antes de extraviarse Spasiano sostuvo que “habían hablado por teléfono satelital con un capitán de Miami que los llamó para ver cómo venían, y le dijeron que estaba todo normal y que les faltaba 15 ó 18 horas para llegar”.

Pero a partir de las 12.35 GMT (9.35 de Argentina) del martes 28 de septiembre, no hubo más señales de posicionamiento y desapareció de los radares y monitores de GPS.

El trayecto que hacía el
El trayecto que hacía el barco (Captura de pantalla)

De su hijo, manifestó que había decidido ir en misión humanitaria de una congregación religiosa a Haití porque “es solidario” y estaba muy conmovido por cómo había afectado a los niños del último terremoto que dejó 2.200 muertos y porque “quiere ser marinero y está aprendiendo” el oficio.

“Antes de salir me dijo: ‘Gordo, tengo que ir, esos chicos no tienen nada’. Y después me contó que se volvía con lo puesto porque regaló toda su ropa al ver que andaban desnudos porque no tenían qué ponerse”, recordó.

El viaje había sido organizado por los voluntarios de la Brigada de Rescate Internacional Cancún junto con los Misioneros de Cristo Resucitado. Una semana tardaron en cargar la mercadería y equipamiento que habían logrado recolectar.

Tras tres días de navegación, el M.O.I. Guadalupe llegó al puerto de Miragoâne, en el departamento de Nippes. No sólo llevaron comida, sino también un hospital de campaña, “equipos y suministros médicos destinados a establecer un servicio médico primario” para la comuna de L’Asile, donde la mayoría de las casas fueron destrozadas por el terremoto.

Fue el propio Episcopado Mexicano el que el 20 de septiembre difundió un comunicado felicitando a los cuatro tripulantes por su misión.

El M.O.I. Guadalupe pertenece a la empresa Yacht Club Playa que ofrece viajes privados por las paradisíacas aguas del Mar Caribe, en la bahía de Yucatán. Según promocionan en su página web, se trata de una embarcación de lujo con capacidad para 50 personas.

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