La Marina de México se sumó a la búsqueda del yate con dos tripulantes argentinos desaparecidos

Así lo confirmó Luis Spasiano, el padre de Renzo, uno de los jóvenes que viajaba en la embarcación. Ahora, se le pedirá ayuda a la Guardia Costera de EEUU, ya que el otro argentino desaparecido, Carlos Juárez, también tiene ciudadanía del país norteamericano

Testimonio de Luis Spasiano, padre de joven desaparecido en yate en México

La Secretaría de la Marina de México se sumó de manera oficial a la búsqueda del yate desaparecido en las aguas del mar Caribe, donde viajaban dos ciudadanos argentinos que habían ido a prestar atención humanitaria a la comunidad de Haití.

Así lo confirmó Luis Spasiano, el padre de Renzo Spasiano, el joven de 20 años que viajaba en la embarcación junto a su compatriota Carlos Eduardo Juárez, y junto a un ciudadano mexicano y otro cubano.

“Gracias a toda la atención que se captó de los medios de comunicación, conseguimos que la Secretaría de Marina de México reaccionara y ayer iniciaron las tareas de búsqueda y rescate del yate”, confirmó Spasiano en declaraciones al canal A24.

El padre del joven aseguró que las autoridades marítimas mexicanas aportaron aviones y embarcaciones propias a la búsqueda, pese a que todavía no hay rastro alguno de la embarcación.

Es un yate de 83 pies, es grande. Tiene dos motores y todo el equipamiento que se necesita”, explicó el padre del joven desaparecido.

Renzo Spasiano había viajado a Haití para prestar ayuda humanitaria

Y aclaró: “Queremos que se deje de decir que la embarcación tenía un problema porque eso no fue así. Yo trabajo de mecánico de barcos y analicé el yate. La rajadura que había en el casco era algo totalmente insignificante. ¿Alguien cree que si yo hubiera visto algo habría permitido que mi hijo hiciera un viaje de ese tamaño?”.

Luis Spasiano indicó que el sábado por la noche, la Capitanía de Puertos de Cozumel realizó traza de rutas y de correntadas y se constató que al momento de la desaparición, el mar estaba tranquilo, sin viento ni olas que puedan presumir algún accidente.

“La embarcación tenía un posicionador, un spot, que iba registrando el movimiento y la posición del yate cada 20 minutos. A 120 millas náuticas de Cozumel fue la úlltima señal que dio el spot. La señal del teléfono satelital desapareció al mismo tiempo”, analizó Spasiano.

El mecánico de barcos aseguró sentirse desesperado junto a su esposa, con quien en las últimas horas empezaron a analizar la hipótesis de que el yate donde viajaba su hijo Renzo haya sido objeto de un ataque por parte de piratas.

Además, Luis Spasiano comentó que durante el sábado estuvo sobrevolando la zona donde se emitió la última señal: “El mar esta super tranquilo, no hay viento, no hay olas. Estuve seis horas sobrevolando y el mar está increíblemente calmo desde hace semanas”, afirmó.

El M.O.I. Guadalupe que desapareció cerca de la isla de Cozumel (Foto: EFE)

El yate tripulado por los dos argentinos se encuentra desaparecido desde el pasado martes 28 de septiembre. La embarcación partió desde México para llevar ayuda humanitaria a Haití.

El itinerario de vuelta comenzó en Haití el sábado pasado. El primero destino fue Jamaica. Antes de arribar, tuvieron dos paradas de entre media hora y una hora de duración camino al país caribeño. En la mañana del domingo, llegaron al puerto en Jamaica. Allí se quedaron hasta que cargaron combustible. Cerca de las 13 (hora mexicana) partieron hacia México. Dos días después, fue la última señal que se tuvo del M.O.I Guadalupe.

De acuerdo con el encargado de comunicación y enlace de la Brigada de Rescate Internacional Cancún, Emiliano Miño, el yate M.O.I. Guadalupe, de 83 pies de eslora, color blanco, marca Hatteras, tuvo su última ubicación el 28 de septiembre en Latitud 19°, 74.4′ N y Longitud 084° 40.4′W; es decir, a 130 millas náuticas de la isla de Cozumel, del estado de Quintana Roo.

El comunicado de la desaparición del yate (Foto: Twitter/playaaldia)

El padre de Renzo comentó que la última vez que habló con su hijo fue cuando el joven se encontraba en Jamaica, que lo contactó vía telefónica porque disponía de señal para el celular.

“Nos mandó videos del día que estuvo con los chiquitos de Haití, que a escondidas les daba galletitas. Esos chiquitos no tienen nada y él quería ir para eso, para ayudarlos. Con mi esposa estamos desesperados. Necesitamos encontrarlo”, aseguró el padre.

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