Siempre asocié más -como en esas híbridas asociaciones entre dos elementos absolutamente distintos a las que son tan afectas las revistas de música para chicos-, al rock con el boxeo que con cualquier otra disciplina deportiva popular.
Keith Richards es muy fan de Miles Davis, tienen la misma cadencia en la voz y caminan inconfundiblemente quebrando las rodillas en el escenario, Davis se mueve en escena con movimientos de boxeador, que por algo el box siempre fue su segunda ocupación.
Eso por un lado.
Por otro lado conocí muchos boxeadores y gente de andar a las patadas a través de un amigo, el Turco Alé en la Galería del Este.
Llegué de alguna manera a la amistad con un par, uno fue Uby Sacco y el otro el Karateca Medina.
Pasaba que Elías “El Turco” Alé era un experto profesional de artes marciales con 5to Dan y cinturones de todos colores logrados en Japón mismo, por lo que entrenaba y a veces apenas aconsejaba a luchadores profesionales. Yo adoraba al Turco, que muchas veces me invitaba a cenar con su familia, su esposa Elenita y sus dos hijos Matías y Elías. Con el tiempo Elías terminó siendo casco blanco de la ONU sirviendo en Medio Oriente y Matías se transformó en showman televisivo.
Uby Sacco había sido campeón del mundo durante un año, escuchar su historia de boca a oreja estremecía, un tipo divino, divertido y ocurrente que murió bastante joven. Un campeón arriba del ring y fuera también, capaz que más campeón todavía. Uby peleó todas hasta el final.
Con el Karateca Medina, otro grande del boxeo argentino, frecuentamos algunos años de profunda amistad, lo admiraba y quería más que nada porque a mi viejo le encantaba su estilo. Mirábamos juntos sus peleas, esas cosas. Después la vida al Karateca y a mí nos llevó por diferentes senderos aunque siempre que podemos nos cruzamos afectuosos deseos. Otra vida que cuando se la escucha uno tiende a tragar saliva más de lo aconsejado. Otro verdadero campeón arriba y abajo el Karateca.
Estoy hablando de mediados de los 80´s, por esos días también conocí a Los Pericos, una banda de reggae, de las primeras en Buenos Aires.
Nos llegó a todos los musicalizadores de FM un cassette dibujado a mano con “El Ritual de la Banana”. Fue ponerlo al aire en cualquier programa y esperar que empezaran a sonar los teléfonos indagando sobre eso.
Eran los días de oro, análogos, habíamos dejado atrás las válvulas y todavía no había llegado la digitalización. El rock argentino se hacía así, con los músicos trayendo sus discos para que los difundamos enseguida, de ser posible con ellos ahí en el estudio. De manera que las amistades crecían urgentes y el apoyo era siempre mutuo.
Dicen que así es cómo se hacen los movimientos sociales más duraderos.
Diecisiete años después de su debut, con dos millones de discos vendidos en toda Latinoamérica, con cantidad de reconocimiento por su aporte al reggae en Jamaica nada menos, habiendo compartido escenarios y estudios con los más grandes del género desde Rita Marley, los Wailers , Ziggy Marley y The Skatalites hasta David Byrne, Ruben Blades o Toots and the Maytals, batiendo récords de público en los estadios más importantes de toda América, bien podrían echarse a descansar sobre los laureles conseguidos y ver pasar la vida desde una casa con vista al rio, pero no.
Al mismo tiempo que cerraban el Buenos Aires Vivo III ante 140.000 personas, lanzan su más ambicioso trabajo al que llaman “Mystic Love” a la larga un disco que terminaría de consagrarlos, logrando un crossover de audiencias fenomenal. Se va su frontman cantante desde el inicio y aparece en las grandes cadenas de música en videos tan en boga MTV y Much Music su nuevo single “Sin cadenas”.
Los Pericos no descansan.
La escena ahora es en Palermo en 1998.
Sentado en un restorán del barrio me dedicaba a la disección de una milanesa con fritas cuando al levantar la vista para respirar me topo con uno de los televisores del local donde aparece la imagen de mi querido Karateca Medina corriendo por Palermo, sin sonido, pero por el graph me doy cuenta que la canción que están emitiendo era “Sin cadenas” de Los Pericos. Fue verlo para que vinieran en catarata un montón de polaroids a inundar mi cerebro de imágenes del Karateca apoyado en el mostrador del café de la galería, de el Turco tratando de llevar nuestra conversación a un puerto seguro, de Juanchi Baleirón con quien he compartido barrio y juergas azarosas, de la banda en pleno viéndolos crecer a la sombra de una planta llamada reggae, eran muchas cosas juntas por lo que creí con fundamento que eso me estaba pasando a mi solo, por el afecto.
Pero no, la canción era realmente genial y el público aceptó esa nueva propuesta sónica de la banda más tradicional del reggae argentino junto a Sumo y Los Cafres asumiendo que todos crecemos, algunos bien y otros solo crecen. Los Pericos estaban madurando muy bien.
Celebré ese video como no celebré ninguno, de ver al Karateca entero, a Los Pericos brillando, era todo lo que necesitaba mi golpeado corazón.
“Sin cadenas sobre los pies
Me puse a andar
Hace tiempo quise encontrar el camino.
Nada escapa, nada muere, nadie olvida
Eso lo se
Nada escapa, nada muere, nadie olvida
Eso lo sé.
Navegante sin rumbo fui
Y naufragué.
Cada calle, cada rincón
Fui conociendo.
Y he perdido, he ganado, he sabido defenderme bien
Contengo la respiración en un dia tan claro
En busca de historias felices
Felices serán el dia en que pise firme.-
Juanchi es amigo, vecino y camarada de armas, músico, sommelier y productor de cosas disímiles pero siempre bellas, me cuenta
“Mirá Bob, Sin Cadenas para mi gusto personal es uno de los mejores temas de Pericos, está en Mystic Love, fue compuesto colectivamente por la banda en lo musical, en medio de una racha que tuvimos en ese período de composición de ese gran disco. Mystic love fue un disco de quiebre y esta canción es un pilar de ese quiebre. Entrábamos en una etapa melancólica de alguna manera con Pericos, pero no nos proponíamos convertirnos en melancólicos sino que queríamos mostrar esa faceta que teníamos también. Más allá de la fiesta que era siempre Pericos involucrados dentro de las cosas latinas también y demás”.
“Sin Cadenas es para mi, junto a Pupilas lejanas, los ejes de ese cambio tremendo. Surgió de una zapada entre todos, y la verdad que la letra es un enorme acierto del Bahiano que estuvo muy inspirado. No habla muy precisamente ni del boxeador en el video ni nada. Era algo personal de él me parece, una cosa existencial, algo de la vida, lindo, esperanzador, de cambio, de momento de liberarse de cosas y demás. Es un temón por el desarrollo, el arreglo de los caños, y la visión que tuvo Mariano Mucci en el video que podía reflejar también la vida de un boxeador, en especial la del Karateca Medina, que encaró muy bien para el personaje que estaba escrito en el video, la verdad que quedó genial”.
“Sin cadenas la estrenamos en el teatro Opera de Buenos Aires. Las canciones nuevas gustaban pero generaban algo de desconcierto en la gente que venía de los discos más fiesteros de Pericos. Pensá en Pampas Reggae, Big Yuyo, Yerba Buena, eran discos que venían en un tren de mucha fiesta, mucho latinazo. El reggae nuestro pero con mucho latinazo. Mystic Love frenó. Sin Cadenas se hizo mucho más masivo, más llegador después de 1000 vivos, también tuvo otra versión en Pericos and Friends con Tito de Molotov, con Emiliano Brancciari (No te va a gustar), también están ahí los chicos de Gondwana (Chile), quedó hermosa entre tantos amigos. Después también la volvimos a grabar en 3000 vivos comprobando que con el paso del tiempo se puso mucho mejor”.
“Mystic Love generó un poco de desconcierto especialmente en este tema, era ver de dónde veníamos y para donde vamos rumbeando. Amo Sin Cadenas al dia de hoy, adoro cantarlo. Es una de las mejores letras que hizo Bahiano, lejos.”
Los Pericos son una banda con historia propia y con historias de todos. Un grupo de amigos que en mayoría siguen juntos y felices de estar así.
Algo que no es demasiado frecuente en nuestro rock nacional.
Y me consta que juntos han pasado miles, y juntos las superaron desde la partida de su cantante Bahiano hasta la muerte del inolvidable Negro Horace Avendaño, el saxofonista mas delicado que escuche en aquellos tugurios ochentosos donde coincidíamos.
-Son mi luz el norte y el sur
Mi gran hogar
Soy el margen de este lugar
Un mapa ardiente.
Nada escapa, nada muere, nadie olvida
Eso lo sé.
Nada escapa, nada muere, nadie olvida
Eso lo se
Bajo un árbol vi atardecer y fui feliz
A escondidas te vi llorar
Se fue tu vida.
Contengo la respiración.
Sin cadenas sobre los pies me puse a andar
Hace tiempo quise encontrar mi destino.
Nada escapa, nada muere, nadie olvida
Eso lo sé.
Al respecto sigue Juanchi: “No debemos olvidar la versión de Sin cadenas que hicimos para Botín de guerra la película de Abuelas de Plaza de Mayo con las que teníamos cierto protagonismo por Gastón (Gastón Moreira Goncalvez, bajista de la banda) quien encontró a su hermano, que él no sabía que existía, a través de ellas, así que es un nieto de las Abuelas. Pasa que las películas de Abuelas, o de las Madres o documentales o actos al respecto estaban más ligadas a artistas de otra época, quizás muy representativos por haber vivido durante esos años oscuros la brutalidad o la violencia. Te digo Leon Gieco, Victor Heredia, Mercedes Sosa, que ya habían hecho lo suyo en su momento y con nosotros buscaban acercarse a otra generación, a la de los nietos digamos”.
“Terminamos participando en el final de la película cuando filmaron el cierre de un show que hicimos en el Teatro de La Ribera en La Boca. Esa noche subieron Ciro Pertusi de Attaque 77, Cordera, Pedro Aznar y Gustavo Cerati, hicimos una versión muy linda que terminó siendo parte del final de Botín de guerra, donde se insertó lo que quedó filmado”.
“Ah, y no quiero olvidarme de una versión genial también que hicimos con Gustavo Cerati en el 2005 durante el festival Vive latino en México en pleno horario central, a las 8 de la noche. Gustavo estaba de acompañante del Disc Jockey Zucker así que andaba distendido por el backstage y le pido
-¿Che, te gustaría subir con nosotros a hacer Sin cadenas?
Le encantó la idea. Nos metimos en el camarín a pasar la letra y en el show le di mi guitarra y salió. Había 80.000 personas esa noche. Está en Youtube, se puede ver ahí el delirio de la gente cuando anunciamos a Gustavo, nadie sabía nada obviamente. Un rosario de anécdotas alrededor de esta canción.”-
Y ahí se va Juanchi a seguir con Los Pericos, con su Malbecaster, con sus programas de radio y televisión, con sus proyectos musicales paralelos, además de sus hijas y sus amigos.
En lo personal, celebro su amistad después de tantos años, tantas noches y tantos estudios por donde el rock nos llevó y nos seguirá llevando hasta el fin.
Y también renovar mi cariño más intenso para el Karateca Medina: nos debemos el almuerzo que siempre nos prometemos, amigo.
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