La paz de Villa Ortúzar se vio alterada hace dos semanas, cuando entre gallos y medianoche apareció un cerco de obra alrededor de una antiquísima casona ubicada dentro de la Plaza Malaver, sobre la calle Heredia entre Girardot y Montenegro. Para sorpresa de los vecinos que todos los días pasean por este espacio verde tan querido del barrio, en el lugar se construirá un edificio de 8 pisos, de unos 25 metros de altura. En pocas horas las retroexcavadoras fueron traídas al lugar y comenzaron a demoler la espléndida residencia. Todo fue muy rápido, no hubo cartel de venta ni avisos por internet. Aunque a las pocas horas la empresa Ykonos Desarrollos comenzó a promocionar la venta de los departamentos a través de sus redes sociales. “Nosotros estamos horrorizados, es una cuestión de sentido común, es algo que no se puede creer”, se indigna Lucas Luaces, uno de los vecinos. “En lugar de demoler para agrandar la plaza, que es lo que sería lógico, demuelen para hacer una torre”, agrega.
La plaza nació en 1939 luego que la intendencia de la época comprara los potreros de dos clubes. El predio, ocupa una hectárea, pero a diferencia de otros parques de la Ciudad, tiene seis casas que pertenecen a privados distribuidas en dos esquinas. Los más antiguos del barrio cuentan que en el momento que se conformó el espacio verde el gobierno local no logró convencer a los propietarios para que las vendieran las parcelas al Estado.
“Después de unos días de investigar, descubrimos que había un proyecto que se llama Ykonos Malaver que se vende como vivienda naturaleza y la verdad es que para nosotros es una aberración, porque es una torre en una plaza”, cuenta a Infobae la fotógrafa, Paula Salischikier quien vive en un PH en la esquina de la manzana. “A nosotros nos da ganas de llorar, no tenemos problema que la gente haga dinero, pero no con las plazas”, agrega sin consuelo. “Lo que queremos es que el gobierno compre los lotes que quedan y amplíe la plaza”.
“La casona estaba habitada hasta hace un par de semanas -cuenta Luaces- por eso nadie sospechó. Lo que sabemos ahora es que el dueño del lote es parte del emprendimiento por eso nunca estuvo en venta la casa y de repente empezaron el desarrollo”, agrega. “Hay autorización para demoler pero no para construir, y ya están prevendiendo las viviendas en Instagram”, advierte. “Les pido que si alguna persona fue a adquirir este emprendimiento de pozo que vayan para atrás, porque vamos a impedir desde todos los lugares que podamos, que se contruya el edificio”.
“Esto ocurre por el cambio del Código Urbanístico del 2018 en la Legislatura. Antes de la modificación, se permitían construcciones de dos pisos con hasta 10 metros de altura”, explica Rocio Pato, otra vecina que vive a una cuadra de la plaza, sobre la calle Montenegro. “La nueva ley permite que se construya un edificio dentro de una plaza. El gobierno de la Ciudad debió haber aprovechado esta instancia para expropiar o comprar el terreno para que no ocurra esto. De paso, podrían haber aumentado la cantidad de espacios verdes en una Ciudad en donde no llegamos al mínimo aceptable por habitante que según la OMS debería ser al menos, 10 metros cuadrados por habitante. Nosotros tenemos 4 metros cuadrados por persona, y Rodríguez Larreta declara 6 pero cuenta plazoletas, jardines verticales y macetas. O sea en lugar de fomentar la creación de más espacios verdes, se favorece que se construyan más edificios, y encima en una plaza”, se indigna la mujer.
“Nosotros estamos organizando con festivales y movilizaciones para que se retrotraiga el código al 2018 porque esto que pasa acá con la torre en la plaza es muy emblemático. Además el relevamiento que hizo la organización “Somos Ortúzar” encontraron que hay 55 edificios en obra en todo el barrio y 80 casas en venta”, concluye enojadísima.
“La Ciudad hasta ahora aprobó solamente la demolición de la propiedad, pero no aprobó ningún proyecto de construcción para la parcela”, respondieron a Infobae, desde la secretaría de Desarrollo Urbano del Gobierno de la Ciudad que comanda el arquitecto Álvaro García Resta. “De cualquier manera –advierten- la normativa vigente aprobada por la Legislatura en el 2018 les permite construir hasta un máximo de 17 metros, es decir 5 pisos”. E insisten “eso no es una plaza, es una parcela privada”.
“El proyecto es de 6 pisos, con dos de retiro, es decir, 8, con cerca de 25 departamentos -advierte Paula Salischikier. “La idea es que no estamos de acuerdo. Esto no es para la gente, no es la Ciudad que queremos. Yo nací en Canadá, después viví muchos años en Londres, que es particulamente un lugar donde el espacio verde se cuida y los edificios se clasifican en escalas y los de escala 1 por ejemplo no se pueden modificar. Acá no va a haber historia, porque se tira todo para hacer pajareras y al paso que vamos no va a quedar nada. Hacer una torre en una plaza es de una aberración. No necesitamos torres en una plaza, necesitamos más hamacas”, concluye indignada la fotógrafa de la ONG Somoslamalaver.
SEGUIR LEYENDO: