Gran cantidad de productos de fauna silvestre, como pieles y taxidermias de animales, fueron incautados en sendos allanamientos realizados en talleres clandestinos de San Justo y Florencio Varela. Durante los procedimientos fueron detenidas dos personas.
Las autoridades creen que estos lugares esconden detrás una red de cazadores furtivos y tráfico de animales de especies protegidas.
Entre el material secuestrado había cabezas y pieles de ciervos y antílopes de distintas especies, león africano, gato tirica, pumas y cueros de elefante africano. Además, en uno de los talleres allanados encontraron un hipopótamo en proceso de curtido. Algunas piezas se encontraron taxidermizadas y otras congeladas, listas para ser sometidas a este proceso.
El material secuestrado fue llevado para su custodia al Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia por disposición del juzgado interventor, en el marco de la causa por infracción a la Ley de Conservación de la Fauna Silvestre. Como resultado de los operativos hubo dos detenidos, que quedaron imputados por no contar con toda la documentación que avale la legítima tenencia de las piezas.
Los procedimientos, realizados por miembros de la Brigada de Control Ambiental (BCA), dependientes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se enmarcan en las acciones que la cartera que conduce Juan Cabandié realiza contra el comercio ilícito de fauna silvestre.
El allanamiento fue ordenado por el Juzgado Federal de Quilmes y concretado por la BCA en conjunto con el Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina.
Las autoridades también apuntan al comercio ilegal de especies vivas, que en la mayoría de los casos son hacinadas en pésimas condiciones. Así ocurrió en marzo pasado, cuando fueron rescatados 63 ejemplares de aves hacinadas en una forrajería de Pilar.
En esa oportunidad, los animales luego fueron llevados a la Fundación Temaikèn para su rehabilitación. Además, producto del hacinamiento, en el operativo se encontraron otros cuatro ejemplares de especies autóctonas sin vida, por lo que representaban un foco infeccioso de enfermedades zoonóticas: estos estaban dentro de jaulas junto a otros de su misma especie.
Algo similar ocurrió en Liniers, donde fue clausurado un criadero ilegal que funcionaba en una casa particular y que realizaba sus ventas a través de internet.
En esa oportunidad se logró rescatar a 362 aves exóticas cuyo valor en el mercado negro está estimado en más 3 millones y medio de pesos. Estas también eran mantenidas hacinadas en jaulas, sin las mínimas condiciones de higiene y salubridad necesarias.
En tanto, a principios de año la BCA allanó un campo en la localidad bonaerense de Balcarce, donde había más de 300 animales y 27 trofeos de caza. Durante el operativo encontraron tigres, ciervos, pumas, pavos reales y búfalos.
En detalle, fueron encontrados 2 tigres, 14 ciervos colorados, 12 antílopes, 6 ciervos axis, 57 ciervos dama -48 adultos y nueve crías-, un guanaco, 10 pumas -8 adultos y 2 crías-, 20 pavos reales, un gato montés, una llama, un búfalo, 150 muflones, 2 ñandúes, 9 jabalíes, una perdiz colorada, un loro hablador, un cardenal amarillo, una reina mora, un naranjero, un jilguero español y uno amarillo, 3 corbatas comunes, un mirlo moñudo, 2 estorninos comunes y 2 cardenales copete rojo.
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