Los pibes salen de nuevo a la calle. Será mañana la fecha en que la juventud mundial volverá a copar parques, plazas y monumentos para pedir por su futuro. Para pedir menos promesas y más acción climática para frenar la suba global de la temperatura promedio y permitir que la humanidad y las especies más vulnerables puedan seguir formando parte del inventario terrestre.
Impulsados por el movimiento global iniciado en el 2018 por Greta Thunberg, la activista ambiental sueca de 18 años y fundadora del movimiento Fridays for Future, jóvenes de toda la Argentina unificarán sus voces al grito de “No hay planeta B” en una movilización ciudadana y apartidaria.
“Después de muchos años de militancia socioambiental, logramos que el paradigma de la sostenibilidad se transforme en una búsqueda colectiva. Y este viernes eso se reflejará en las calles: ya no solo convocamos desde los bloques apartidarios socioambientales, sino desde decenas de organizaciones feministas, movimientos sociales, emprendimientos de triple impacto, pueblos originarios, ciudadanos de a pie, sindicatos, artistas, políticos, entre muchos otros. El #24S será un día histórico para la transición hacia la #ArgentinaSostenible que necesitamos”, anunció Máximo Mazzocco, fundador de Eco House Global, una organización sin fines de lucro especializada en educación, política, economía y voluntariado para la sostenibilidad.
La marcha es impulsada y organizada por Fridays For Future Argentina, Eco House Global, Alianza por el Clima, Consciente Colectivo, Jóvenes por el clima y Sustentabilidad Sin Fronteras, organizaciones socioambientales que buscan visibilizar la crisis climática y exigir acciones concretas a los tomadores de decisión, unificando sus reclamos en tres reivindicaciones:
- #LeyDeHumedalesYA.
- Implementación del acuerdo de Escazú.
- Plan de acción y financiamiento para la adaptación al Cambio Climático.
“Finalmente, la presión pública fue demasiado. Los ojos de todos están puestos sobre ustedes, así que empezaron a actuar. No actuando como en la acción climática, sino actuando como en un juego de roles. Jugar a la política, jugar con las palabras y jugar con nuestro futuro. Fingir que están asumiendo responsabilidades (...). Actúan, como si fueran salvadores mientras intentan convencernos de que las cosas se toman en serio. Mientras tanto, la brecha entre su retórica y la realidad sigue creciendo más y más”, denunció Greta Thunberg en la Conferencia sobre el Clima de este año en Austria.
En Argentina habrá una veintena de marchas. En la ciudad de Buenos Aires, las columnas se reunirán en la Plaza de Mayo para luego marchar hacia el Congreso de la Nación a las 17.
“Hay un vacío, una distancia entre lo que los gobiernos dicen y anuncian, y lo que realmente hacen. Es urgente avanzar hacia un cambio de paradigma en el que el desarrollo sostenible, la perspectiva de género, la conciencia social, la educación y el esfuerzo conjunto sean pilares de los cambios que la sociedad necesita. Para construir un mundo más limpio, sano, justo y sostenible para todos y todas, el desafío debe ser aún más ambicioso. Y debe incluir no sólo a los jóvenes, sino a la sociedad en su conjunto”, indicaron las organizaciones mediante un comunicado.
Hace 48 horas, en la 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, no utilizó eufemismos a la hora de expresar la urgencia que vive la humanidad. “Estamos viendo señales de alarma en todos los continentes y regiones, las altas temperaturas, es impactante la pérdida de biodiversidad, la contaminación del aire y del agua, los desastres relacionados con el clima son evidentes”, dijo en su discurso, subrayando que la conferencia de la ONU sobre el clima que se celebrará en Glasgow en noviembre está cerca, mientras que las naciones están “aparentemente a años luz de alcanzar sus objetivos”.
“Los científicos nos dicen que no es demasiado tarde para mantener vivo el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo Climático de París, pero la ventana se está cerrando rápidamente”, continuó. Por ello, Guterres advirtió: “Necesitamos un recorte del 45% de las emisiones para 2030, aunque un reciente informe de la ONU muestra que las emisiones aumentarán un 16% para 2030”. Esto nos condenaría al infierno de un aumento de la temperatura de al menos 2,7 grados por encima de los niveles preindustriales”.
Estos datos, sumados a la pandemia que aún tiene a buena parte del mundo encerrado, ha generado sentimientos de ecoansiedad y depresión entre los jóvenes. Así lo demuestra un estudio publicado recientemente en The Lancet, financiado por Avaaz, que indica que 6 de cada 10 jóvenes, de entre 16 y 25 años, están muy o extremadamente preocupados por el cambio climático.
De acuerdo con el mayor estudio científico realizado hasta ahora sobre la ansiedad climática y los jóvenes, Un número similar manifestó que los gobiernos no los protegen ni a ellos, ni al planeta, ni a las generaciones futuras, y que se sentían traicionados por las generaciones mayores y los gobiernos.
Sin embargo, muchos de ellos siguen buscando una respuesta y volverán a salir a las calles. “Tenemos que darnos cuenta de que 1,5 grados de calentamiento en el resto del mundo son 2 o más grados en África... El 24 de septiembre exigiremos al gobierno sudafricano un objetivo NDC compatible con 1,5 grados para la COP26”, dijo Gabriel Klaasen de la Alianza Africana del Clima, Sudáfrica
Luisa Neubauer de Fridays for Future, Alemania, sostuvo: “El cambio va a llegar, pero va a venir de las calles. Nos aseguraremos de que este mensaje salga a la luz el día 24. Especialmente en solidaridad con las personas más afectadas en todo el mundo por las que estamos luchando, y cuyo presente y futuro tienen que ser protegidos”.
En Argentina a esta marcha también se sumarán varias organizaciones feministas. “La intención es generar un diálogo entre el movimiento ecologista y el movimiento feminista, un diálogo en un plano de igualdad que no diluya las diferencias especificas de cada dimensión de las luchas, sino que comprenda esa unión de forma complementaria y urgente. Ningún movimiento puede acaparar por completo al otro, ya que ambos tienen autonomía, historia y sentido por separado, pero cuando se ponen en diálogo, nos permiten comprendernos mucho mejor como especie, entender cuáles son las bases materiales que sostienen la vida y cuáles pueden ser las propuestas para salir de este modelo de producción y consumo en el que estamos inmersos”, explicó Florencia Carbajal, coordinadora del programa de Ecofeminismo de Eco House. Y agregó: “¿Cómo salir del mito del progreso para entrar en un nuevo paradigma donde el desarrollo sea sostenible? Esa es la pregunta clave, que debemos responder con una mirada interseccional entre el género y el ambiente.”
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