Los vecinos que viven en torno al Hipódromo de Palermo y el Campo de Polo padecen, de miércoles al domingo, el impacto de la realización de eventos al aire libre. La zona se convierten en virtuales boliches a cielo abierto desde donde se propalan “ruido y vibraciones constantes muy por encima de los 45 decibeles que recomienda la OMS durante la noche”. Esa situación se agravó porque en tiempos de pandemia -vía protocolo y distancia social obligatoria- quedó anulada la posibilidad de realizar eventos de alta concurrencia en espacios cerrados.
Ante esta situación tortuosa para los frentistas, en las últimas horas la agrupación Vecinos Palermo publicó un petitorio en la web Change.org en el que se le solicita al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, que escuche los reclamos de los residentes en esa zona y aplique restricciones para mantener una convivencia entre los eventos y espectáculos y aquellos que buscan vivir con un sonido de ambiente adecuado y sin sufrir la contaminación auditiva.
“El Hipódromo de Palermo, el Campo de Polo Argentino y el Paseo de la Infanta se han convertido en centros de eventos masivos y boliches a cielo abierto con música constante a todo volumen”, se publicó en el petitorio.
“Se ha transformado a un barrio tradicionalmente tranquilo en una zona de ruido y vibraciones constantes muy por encima de los 45 decibeles que recomienda la OMS durante la noche lo cual hace imposible el descanso y afecta la salud de los vecinos. Estos eventos y boliches funcionan de miércoles a domingo hasta altas horas de la madrugada TODOS LOS DÍAS DEL AÑO”, continúa el texto.
En el pedido, los vecinos de Palermo indicaron que se vienen realizando denuncias desde el 2018 y que pese a las reuniones con organismos gubernamentales y fiscalías, hasta el momento no se reguló y limitó la actividad de los negocios privados en la zona.
“Nos parece inconcebible que este tipo de temas no se resuelvan después de tantos años de reclamos. Hay que ver los intereses que están por detrás. Hay hechas una gran cantidad de denuncias en la fiscalía y en la Ciudad pero es como hablar con la pared”, le aseguró la ex legisladora porteña y vecina del Hipódromo de Palermo, Marta Oyhanarte, a Infobae.
“Este año se instaló una especie de bar al aire libre, que se llama Pic Nic en el Hipódromo, que entre miércoles y domingo, pasa música fuerte y genera ruido hasta las 12 de la noche”, agregó.
“Picnic” funcionó entre febrero y abril de 2021. Debido a las restricciones de encuentros masivos en lugares cerrados, surgió como una alternativa al aire libre en la zona del hipódromo. Invitaba a los comensales a pasar una experiencia en los jardines del hipódromo, con la oferta de platos de cocina de autor y música ambiente. Pese a las quejas de los vecinos, sus organizadores dicen que cumplieron con las exigencias de la Agencia de Control y nunca fueron multados.
Adriana Burzaco, una vecina que reside en la avenida Libertador y Ortega y Gasset, justo enfrente del lugar, detalló que esa actividad gastronómica le provoca dificultades para conciliar el sueño durante varios días de la semana. “Entre el miércoles y el domingo, en mi habitación no para de sonar la música de este lugar. Y dura como hasta las 12 de la noche. Me ha pasado de llamar al encargado del edificio para consultarle de dónde venían esos ruidos y me respondió que todos los vecinos le estaban preguntando lo mismo”, se lamentó.
“Durante la pandemia, la situación incluso fue peor de lo que era antes, porque muchos eventos que eran hasta el momento en lugares cerrados, se empezaron a hacer al aire libre. Hace un tiempito inauguraron un gimnasio grande y tuvimos que soportar a profesores gritando desaforados con un micrófono hasta las nueve y media de la noche”, completó.
En el petitorio de Change.org, los vecinos damnificados indicaron que desde que comenzaron los problemas por los ruidos molestos, ya se realizaron reuniones con representantes de la Comuna 14, de la Agencia Gubernamental de Control, que se constató el exceso del límite permitido de los decibelios en los propios departamentos de la zona, y que se realizaron decenas de denuncias a las fiscalías que no llegaron a ningún puerto.
“La normativa actual sólo limita los decibeles de estos eventos. No menciona ni recurrencia ni duración de los mismos”, rezaba uno de los puntos del petitorio. “A pesar de todos estos antecedentes, los que otorgan las habilitaciones (Ministerio de cultura del GCBA) siguen otorgándolas, tan solo ‘limitando’ de 90 a 85 db el volumen”, se agregó.
En el 2019, Infobae realizó un informe donde se constató el exceso de los decibelios en los departamentos de los vecinos del Campo Argentino de Polo durante un show del DJ Hernán Cattaneo.
“Se procedió a medir los niveles sonoros en tres posiciones distintas del living/comedor del departamento. A partir de allí, se tomaron tres parámetros, con mediciones de 5 minutos cada una. Resultando: posición 1 – 62,9 dBA; posición 2 – 62,6 dBA; posición 3 – 65,5 dBA. El nivel medido promedio fue de 63,7 dBA. Este valor supera en 13,7 dB el Límite Máximo Permisible (LMP) establecido por el Decreto 740/07 de la ley de control de la contaminación acústica”, afirmó en su momento el técnico especializado Nicolás Urquiza, de la empresa Acústica y Sonido, quien condujo el procedimiento.
Según el Código de Planeamiento Urbano, el Campo de Polo se encuentra en una zona de sensibilidad acústica en ambiente exterior tipo II. Dentro de una vivienda, en un ambiente interior habitable y período diurno, los límites son de 50 dBA. Cuando Cattaneo se presentó en el escenario, ya pasadas las 19 horas, el valor superó los 73,1 dB.
“Nos parece genial que Buenos Aires sea una vibrante capital cultural llena de propuestas de todo tipo, pero es inaceptable que esto se haga a expensas de volver locos a los cientos de vecinos que vivimos en La zona. De miércoles a sábados los ruidos terminan a las 3 am y a veces a las 5 am, los domingos arrancan a las 4 pm y duran hasta medianoche. NO SE PUEDE VIVIR ASÍ”, se lamentaron los vecinos en el petitorio de Change.org.
Los autores del reclamo propusieron, de tal modo, “trasladar el escenario del hipódromo a otra zona en donde no existan vecinos a 2 kilómetros a la redonda” y “revocar permisos de todo boliche bailable en el polo y el paseo de la infanta habilitando solamente locales gastronómicos o que no realicen ruidos molestos más allá de los decibeles”.
En la Argentina, son más de 11 millones de personas las que en algún momento crearon o firmaron peticiones a través de la plataforma Change.org. Desde dicha ONG explican a e este medio que cualquier persona puede crear por sí misma una petición para reunir firmas y, así, alzar su voz para alcanzar un objetivo. En 2020, 370 ciudadanos lograron el objetivo de su petición, lo que equivale una victoria cada 24 horas. Desde su creación en el país, fueron 2.000 las peticiones que alcanzaron su meta.
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