Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, el nuevo parque nacional que se creará en Córdoba

Es un enorme espejo de agua que será declarado área natural con la máxima categoría de protección. Posee un alto valor biológico, paisajístico, cultural y científico

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Parque Nacional (foto Pablo Rodas)
Parque Nacional (foto Pablo Rodas)

Mar Chiquita o Mar de Ansenuza es un enorme espejo de agua de salinidad y superficie variables, que ronda las 600.000 hectáreas. Es la mayor superficie lacustre de Argentina, el mayor lago salado de Sudamérica y el quinto en el mundo. Todas estas características hacen que sea un hábitat único para cientos de miles de aves y otros animales. Queda en Córdoba y está a un paso de ser un nuevo parque nacional.

Esta semana la Legislatura de esa provincia aprobó por unanimidad el proyecto de ley por el cual la provincia cede al Estado Nacional el dominio y la jurisdicción ambiental sobre terrenos situados en torno a este ecosistema único.

El área protegida, que representa un total de 661.416 hectáreas, incluye la Laguna de Mar Chiquita, los cauces de los ríos y lagunas permanentes y temporarias; además de playas barrosas, que integran al espejo de agua con matorrales de arbustos y cardones, bosques de tipo chaqueño y amplios pastizales y sabanas inundables. Entre las especies que conforman la vegetación del lugar se puede encontrar desde grandes algarrobos y quebrachos hasta espartillares, juncales y totorales, pasando por arbustales y matorrales halófitos de transición.

“Esto representa un importante paso luego de más de 4 años de trabajo mancomunado entre el Estado Nacional, el Gobierno de la Provincia de Córdoba, Aves Argentinas, ONGs locales e internacionales y el aporte financiero de Wyss Foundation, que ha sido determinante en la creación del futuro Parque Nacional Ansenuza”, explicó Hernán Casañas, director ejecutivo de Aves Argentina a Infobae y detalló que la institución internacional se comprometió a aportar además, 5,8 millones de dólares para la creación del parque y a financiar un documental para promocionar el destino internacionalmente una vez que el Parque se encuentre conformado, y al aporte de infraestructura si se cumplen los plazos pactados.

Parque Nacional de Córdoba (foto Pablo Rodríguez Merkel)
Parque Nacional de Córdoba (foto Pablo Rodríguez Merkel)

“El Conicet Córdoba viene acompañando este proceso desde hace algunos años y en 2017, con el reacondicionamiento y puesta en funcionamiento de la Estación Biológica Mar Chiquita, terminó de institucionalizar la actividad de los científicos en la región”, explicó Enrique Bucher, investigador superior jubilado del CONICET en el Instituto de Diversidad y Ecología Animal donde dirige el programa PROMAR en Mar Chiquita.

El gran humedal que incluye la laguna Mar Chiquita y los Bañados del río Dulce, ubicados en Córdoba y Santiago del Estero, constituye un ejemplo destacado y valioso de los pocos sitios que han subsistido relativamente intactos hasta el presente. Debe tenerse muy en cuenta que se trata de uno de los humedales más extensos de Sudamérica, y con una muy rica biodiversidad, particularmente de aves. La importancia de este sitio ha sido reconocida a nivel mundial por la Convención Ramsar, organización que lo ha designando sitio de importancia internacional. Pero eso es sólo un título, digamos. Ahora tendrá una protección diferente, que también es distinta a la de los parques que sólo tienen terreno”, agregó Bucher.

Sancionada la ley, el proyecto pasará al Congreso de la Nación, que por medio de otra norma, nacional, aceptará la cesión de jurisdicción ambiental y creará posteriormente el Parque y Reserva Nacional. Será el tercer parque nacional que se crea en Córdoba después del Parque Nacional Quebrada del Condorito y Parque Nacional Traslasierra.

Este nuevo parque también se traducirá en oportunidad para los habitantes de la región, tanto en materia de servicios ecosistémicos que ofrece el sitio como para el desarrollo de nuevas fuentes de trabajo a través de economías diversificadas, sólidas y sustentables.

“A nivel turístico se trabaja en el desarrollo de la Región Ansenuza como destino de turismo sustentable, a través de la manifestación de un circuito que una a todas las localidades potenciando sus atractivos naturales y culturales”, indicó Casañas.

Los Parques Nacionales son las áreas naturales con la máxima categoría de protección de nuestro país y, al representar una región en su estado natural, poseen un alto valor biológico, paisajístico, cultural y científico.

“La creación de nuevas áreas protegidas en nuestro país son un objetivo central dentro de las políticas públicas que viene desarrollando el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; y desde la Administración de Parques Nacionales trabajamos en forma conjunta para lograr el fortalecimiento de estos espacios vitales, en el contexto especial del cambio climático”, dijo Lautaro Erratchú, presidente de la Administración de Parques Nacionales.

La laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce son un enorme humedal, de alrededor de 1 millón de hectáreas, considerado un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global. Es una cuenca cerrada alimentada por tres ríos: el Dulce, también llamado Salí, el Primero denominado Suquía, y el Segundo, conocido como Xanaes.

Este ecosistema complejo comprende una gran diversidad de ambientes que incluyen el enorme espejo de agua salina, los cauces de los ríos, lagunas permanentes y temporarias, playas barrosas, matorrales de arbustos y cardones, bosques de tipo chaqueño y espinal, salinas, amplios pastizales y sabanas inundables. Estos componen una unidad integral, y son reconocidos como escenario de gran valor ecológico, paisajístico, económico, cultural, científico y recreativo.

El debate sobre los humedales y la necesidad de su protección cobró relevancia la semana pasada ante la aparición de carpinchos en el Delta del Tigre y de numerosos incendios. Al mismo tiempo, un variado grupo de vecinos y organizaciones denominado Multisectorial Humedales se manifestaron frente al Congreso por la demora en el tratamiento de una ley de presupuestos mínimos para que, no sólo proteja estos ecosistemas, sino que dé cuenta de la cantidad y el grado de deterioro que tiene cada uno de ellos.

En noviembre pasado, la Cámara baja dio un tímido primer paso con un dictamen consensuado que juntó 10 proyectos en la Comisión de Recursos Naturales, que preside el oficialista Leonardo Grosso.

Pero aún faltan las comisiones más difíciles: Agricultura y Ganadería; Intereses Marítimos y Fluviales; y Presupuesto y Hacienda. Y aunque el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, pidió aprobar la ley, el oficialismo no da señales de convocar a un plenario y el dictamen corre riesgo de caer con la renovación parlamentaria de diciembre.

Da la sensación de que hacen una puesta en escena en lugar de mostrar un compromiso real con el tema”, indicó Brenda Austin (UCR), vicepresidenta de Recursos Naturales en el programa radial Cuestión Ambiental.

Los referentes de la Multisectorial, algunos llegaron luego de navegar una semana por el Paraná y sus afluentes en 60 kayaks, precisaron que durante 2020 “se quemaron más de 400 mil hectáreas” y en lo que va de 2021 “continúa ese ritmo” y destacaron que se trata “de un territorio reconocido como sitio Ramsar (es un humedal designado como de importancia internacional)” porque allí se alojan múltiples reservas y parques nacionales y provinciales.

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