Los días de Juan Alonso (33) eran bien distintos. Pasaba sus semanas preparando los grandes eventos sociales, corporativos e institucionales en uno de los espacios más reconocidos de Buenos Aires: La Herencia.
Hasta que llegó la pandemia. Todo cambió. El mundo fue otro, y los festejos quedaron en pausa.
Juan nació y creció en San Isidro. Tuvo tiempo libre por falta de actividad, demasiado tal vez, aunque le sacó provecho. “Las primeras semanas de encierro total fueron complejos, inciertos y paralizantes”, le cuenta a Infobae, Después entendió que no sería algo pasajero y prefirió nutrirse. Leyó a referentes de la autoayuda: ‘Empieza con el porqué' de Simon Sinek. ‘12 Reglas para vivir’ de Jordan Peterson, ‘Piensa como un monje’ de Jay Shetty, ‘El Alquimista’ de Paulo Coelho y ‘Mindset’ de Carol Dweck’. entre otros títulos.
Eso lo llevó por el camino del crecimiento personal, que luego tomó forma en un espacio hasta entonces desconocido para él: el rubro textil. Fanático del mundo fitness, decidió unir ambos rubros para dar vida a “una tienda digital con una colección de prendas para entrenar y la vez motivar” a la que llamó Focus, explica.
Su look es el reflejo de su marca: se viste de negro con prendas nobles y atemporales, dice. “La identidad es simple, sin vueltas. Porque no importa lo lleves puesto si no lo vengas hacer”, refuerza.
Juan es entusiasta, se arriesga, no para. “Necesitaba volver a prender una llama. Al principio no tenía mucha idea del camino que quería tomar. La pandemia me enseñó eso, no se puede tener todos los huevos puestos en una sola canasta”.
Una familia inspiradora
La madre de Juan es parte de Fundación Más Humanidad, que lucha para erradicar la desnutrición infantil en la Argentina. De hecho por cada venta que hace, Juan se compromete a destinar un plato de comida para aquellos que necesitan.
Su hermana, Victoria, es chef, y conduce un catering. Fue ella la que le propuso la idea de explorar el universo de los eventos. “Me invitó asociarme, lo hice. Años más tarde, de manera muy natural tuve la posibilidad del proyecto del salón de eventos”.
Los eventos siguen, aunque distintos
Si bien La Herencia volvió a abrir su puertas, nada es como alguna vez se conoció. Hay una horario reducido para celebrar, al igual que el aforo. La norma más compleja de implementar, es la inexistencia de la pista de baile. “La mayoría de los clientes deciden programar para cuando termine la pandemia”, aclara.
En el tiempo de inactividad aprovechó para realizar tareas de mantenimiento y ampliación. “La Herencia va a subsistir, y vamos a volver para seguir volando. Estoy esperando con ansias la reactivación”.
La clave está en cómo llamarse
Un nombre puede ser tan importante como el producto en sí. “Ya tenía todo listo, estábamos por salir a hacer las estampas pero había algo que no me cerró, y lo frené”, cuenta Juan.
Un tiempo después recordó un comentario que le había hecho una amiga, quien mencionó que básicamente debe transmitir los valores del emprendimiento: determinación, centrarse... enfocarse. “Se lo pedí prestado, y me dijo que sí”.
Juan ya estaba convencido. “Me enamoré del nombre”, recuerda. Sin embargo cuando decidió ir a registrarlo, ya estaba tomado. Imparable, salió a buscar a los dueños. “No quería darme por vencido, no fue sencillo encontrar encontrarlos porque estos vivían en Mendoza. Logre hacerlo, les escribo, y me comentaron que tenían la marca en desuso. Tuve suerte, me vendieron Focus a un precio accesible”, recuerda. Lo que vino después, fue engorroso por la burocracia de los trámites. Finalmente, en marzo lanzó su marca.
En pura expansión
Actualmente tiene a la venta ocho productos de la primera colección, y pronto llega la segunda con otros seis que siguen el mismo concepto: calzas larga, deportivas, remeras térmicas, en tonos negro, gris, azul oscuro. Tiene 35 envíos al mes, y pretende alcanzar las 50 en pocas semanas.
-¿Cuál fue el mayor desafío de emprender?
-Uno mismo por sus miedos. También una pandemia. Nadie se lo esperaba. A su vez, un país inestable económicamente aunque con herramientas. Nunca me imagine emigrando, haciendo esto en otro país. Amo la Argentina con todos sus problemas.
-¿Cuál fue la decisión más acertada?
-Cambiar mi mentalidad. Cuando arrancó la pandemia me sentía una víctima por no poder trabajar, y perder mi negocio. Entendí que no había nada que podía hacer, entonces opte por ver que herramientas tenia. El mundo me empujó a hacerlo.
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