Hay quince piezas conservadas en estanterías cubiertas por un espeso vidrio. Son dos figuras escultóricas pequeñas, tres vasijas utilitarias de cerámicas y diez muñecas textiles de manufactura moderna elaboradas con telas prehispánicas fraccionadas, intervenidas. Sus propietarios las vendían por Mercado Libre a precios relativos: algunas muñecas llegaban a ofrecerse por cinco mil pesos. Una investigación reveló al verdadero dueño: el pueblo y la República de Perú. En una ceremonia organizada en la embajada de Perú en la Argentina anunciaron la restitución de bienes pertenecientes al patrimonio cultural peruano.
Las esculturas, vasijas y muñecas son producto del saqueo de sitios arqueológicos o de excavaciones clandestinas. Las autoridades peruanas se encargaron de denunciar que estos hechos provocan “la destrucción de los contextos prehispánicos, descontextualizan la procedencia de las piezas y afectan su estado de conservación e integridad”. La venta es ilegal y desde 2004 ambas naciones firmaron un convenio para la preservación, conservación, recuperación y devolución de bienes patrimoniales.
La investigación comenzó en noviembre de 2020. Supuso un trabajo mancomunado entre el departamento de protección del patrimonio cultural de la Interpol, la Policía Federal y el área de vigilancia del Ministerio de Cultura de Perú. Ambas oficinas hacen relevamientos y monitoreos por casas de subastas, plataformas de compraventa en línea, sitios web especializados. Buscan lo mismo: el tráfico ilícito de bienes culturales. “Los investigadores habitualmente chequean y cuando encuentran algo que les llama la atención hacen la consulta con los especialistas del caso, en este en particular del Ministerio cultural del Perú, quienes emitieron un informe detallando con todos los datos específicos de lo que son los bienes culturales que les habíamos solicitado, entre los cuales se encontraban los 15 que hoy estamos haciendo restituyendo”, detalló el ayudante Agustín González.
Se realizaron cinco órdenes de presentación en cinco domicilios distintos de la ciudad de Buenos Aires. En algunos lugares estaban las cerámicas, en otros las muñecas. No existe conexión entre quienes poseían estas piezas y, según los primeros indicios, se presume que desconocían la cotización real de las propiedades que ofrecían por la plataforma online. El proceso se completó con una etapa de análisis y con la labor de peritos. Las autoridades peruanas determinaron fehacientemente que se trataban de cerámicas y telas de valor patrimonial. Finalmente, el juzgado Federal número 6, a cargo de la doctora María Eugenia Capuchetti, en conjunto con la fiscalía Federal número 3 a cargo del doctor Eduardo Taiano, autorizaron la restitución.
“Este acto es una muestra más del compromiso de los gobiernos del Perú y de Argentina en su lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales. También es una muestra de la cooperación que existe y que llevan a cabo nuestras autoridades. Una cooperación que se sustenta no solo en los lazos de amistad históricos que siempre han existido, sino también en la correcta aplicación de los convenios multilaterales sobre tráfico ilícito de bienes culturales de lo que somos parte, en los convenios bilaterales vigentes y por sobre todo en la voluntad de nuestras autoridades de aplicarlas”, celebró el embajador de Perú en la Argentina, Peter Camino Cannock.
“Si bien todos los bienes del patrimonio cultural son invaluables, son inestimables, tenemos que hacer todo lo posible como para generar esta formal restitución que es el coronario de un proceso de mucho esfuerzo, en este caso particular el de estas muñecas de la cultura chancay, prehispánicas y preincaicas, en algunos casos”, anunció el comisario general Juan Carlos Hernández. en representación de la Policía Federal, quien a su vez destacó los pormenores de una restitución acelerada. “Está la particularidad de la urgencia porque la composición de estas telas tiene un proceso de degradación mucho más veloz que otro tipo de artículos que también son bienes culturales. Que estos artículos queden en manos de sus legítimos titulares, que es el pueblo de Perú, nos deja muy reconfortados”, apuntó.
El encuentro en el salón de la Embajada de Perú se repitió. En abril, habían sido restituidos 115 folios manuscritos del siglo XIX que formaban parte del patrimonio documental peruano. En los últimos cinco años, Argentina le devolvió a Perú más de 4.500 bienes de patrimonio cultural, lo que constituye casi la mitad de los bienes culturales que el resto de los países del mundo han restituido al Perú en los últimos 15 años, según la estimación de Cancillería en 2019.
Estas quince piezas pertenecen a la cultura chancay, que se desarrolló en la costa central de Perú durante el período conocido como Intermedio Tardío (1000 D.C.-1400 D.C.). Las autoridades peruanas destacan que los tejedores chancay fueron los más creativos de América. “La calidad de sus textiles da cuenta de la importancia que adjudicaban a este arte. Los motivos con los que decoraban sus telas eran peces, aves marinas, felinos, todos en formas geometrizadas. Las gasas utilizadas eran pintadas mediante la técnica del tie-dye”, expresaron a través de un comunicado. Claudia Alemán, la encargada de Asuntos Culturales de la embajada, informó que tras las restitución, los bienes ya están bajo la órbita del Ministerio de Cultura de Perú, desde donde se iniciará un proceso de revisión, conservación y catalogación. Su destino será el Museo Nacional de Perú (MUNA), con residencia en Lima. Integrarán la muestra “Tesoros recuperados”.
Fotos: Adrián Escándar
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