No hubo cena romántica a la luz de las velas ni tampoco se trató de un hecho íntimo. En esta oportunidad, Rocío Moretti (30) apeló a la improvisación, la ayuda de sus amigas y la complicidad de los compañeros de fútbol de su novio para sorprenderlo después de un partido con una inesperada propuesta de casamiento, bajo el rayo del sol y ante la presencia de todo el equipo.
El hecho ocurrió el sábado pasado en el Liceo Aeronáutico Militar de Funes, cuando Franco Farías (28) disputaba la Copa Pymes, un torneo de fútbol amateur que organiza la estancia deportiva Damfield, en la ciudad santafesina de Funes.
Al terminar el partido, el árbitro le mostró una tarjeta azul. Sorprendido por ese gesto -ya que no era de las típicas rojas o amarillas- se acercó y pudo leer que decía: “Mirá a tu alrededor”.
Cuando Franco alzó la vista se encontró la presencia de Rocío rodeada por sus tres mejores amigas que sostenían un cartel que ellas mismas habían confeccionado con la frase: “¿Te querés casar conmigo?”.
Mientras él trataba de asimilar lo que estaba pasando, se acercó a ella -que lo estaba esperando de rodillas afuera de la cancha- se sacó la camiseta toda transpirada y se fundieron en un fuerte abrazo mientras el público aplaudía, silbaba y coreaba su nombre.
“Antes de que me respondas, tenés que saber que si me decís que no te voy a seguir amando”, podía leerse en otro de los carteles mientras que otro le advertía -en tono de broma- que aún estaba a tiempo para arrepentirse. “Sea lo que sea que me digas, gracias por enseñarme a amar y hacerme siempre tan feliz”, fue el que más impactó a Franco, quien no pudo contenerse e irrumpió en llanto cuando se arrodilló junto a ella.
Cuando él se repuso y la miró a los ojos, Rocío abrió una cajita donde tenía guardadas las alianzas de plata y le puso la suya. Luego, se pararon y volvieron a fundirse en un largo beso -como sucede en las películas- mientras Kika Sagristá, una fotógrafa amiga de la pareja, retrató las mejores instantáneas de ese tan preciado momento en el que el novio respondió “sí, quiero”.
“Franco es re tímido y no le gusta tener tanta exposición, pero era algo que tenía ganas de hacer y no lo dudé. La verdad, no tenía miedo que me dijera que no. Tenía miedo de que se enojara ante semejante puesta en escena. Así y todo lo recibió con un montón de felicidad”, contó Rocío a Infobae sorprendida por la repercusión que tuvo su gesto de amor.
“A los dos minutos Franco se quebró en llanto. Hacía como 15 años que no lo veía llorar y esa vez había sido porque se había golpeado y no por una cuestión emocional”, bromeó la joven al momento de explicar lo impactante que fue ver a su novio tan conmovido. “Yo necesitaba decirle que vale la pena jugármela por él”, aseguró.
Si bien Rocío ya tenía todo planificado para montar esa “escena de película” a fines de septiembre, tuvo que adelantar todo a último momento porque Franco le dijo que quería dejar de jugar al fútbol. “Quería abandonar el torneo porque su equipo no venía obteniendo buenos resultados. Me decía que estaba sufriendo porque a él le encanta jugar al fútbol y la estaba pasando mal”, recordó Rocío.
Esa conversación la tuvieron tres días antes del partido, por lo que Rocío llamó por teléfono a Brian -el primo de Franco que también juega al fútbol con él- y le pidió ayuda para adelantar todos los preparativos. Sus amigas también trabajaron contra reloj para diseñar los carteles y que todo saliera como ella lo había planificado a pesar de las corridas de último momento.
“Por suerte ya tenía los anillos comprados así que un día antes llamé a los organizadores para avisarles que iba a ir con las chicas al partido para que nos dejaran pasar ya que por las restricciones todavía no dejan asistir al público. Todos colaboraron para que el pedido de casamiento pudiera concretarse”, admitió la joven, quien está de novia hace tan solo 6 meses pero su historia se remonta 15 años atrás cuando se vieron por primera vez.
“No habíamos visto una sola vez en un boliche, cuando yo tenía 16 años y él 14. Nos dimos un par de besos y no lo vi nunca más”, relató Rocío. Luego, ella estuvo en pareja con otro chico durante 13 años, tuvo una hija y cuando se separó volvió a frecuentar a un grupo de amigos donde estaba él.
El reencuentro se produjo en la casa de Rocío. Franco llegó acompañado de un amigo, que era el novio de la mejor amiga de ella, y apenas la vio la recordó de inmediato. Ella, en cambio, tardó más tiempo en darse cuenta.
“Su cara me resultaba familiar. Lo busqué en Instagram y ahí me di cuenta que era el mismo Franco de hacía 15 años atrás. Empezamos a hablar por redes en agosto del año pasado, nos agarró la cuarentena estricta en el medio y recién en noviembre empezamos a salir para unos meses después ponernos de novios. Desde ahí no nos separamos más”, admitió la joven, ahora convertida en una especie de heroína de las redes por su original iniciativa.
“No esperaba tanta repercusión. Mis amigos fueron cómplices de ella, nunca me dijeron nada y después de que pasó todo el show me enteré de que hasta gente que organizaba el torneo había colaborado”, contó Franco a Infobae, quien todavía no puede creer todo el revuelo que se armó y la reacción de la gente.
“Vemos mucha buena onda de parte de todos, que nos escriben por las redes para felicitarnos y dejarnos mensajes re lindos”, resaltó el joven, a quien una persona desinteresadamente le ofreció un lugar para realizar la boda.
“Los dos somos laburantes, no nos sobra la plata y ojalá sigamos recibiendo ayuda para darle un cierre a esta historia de amor”, concluyeron los futuros marido y mujer. Ella trabaja como niñera y profesora de telas y él como repositor para una distribuidora de galletitas y golosinas.
Rocío y Franco tienen planeado casarse entre el 29 de octubre y el 5 de noviembre de 2022: “Los dos somos de familia numerosa y queremos queremos festejar con todos, a lo grande, como este amor se merece”.
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