Alguien en las redes bautizó la escena como “una alfombra de camarones”. Otros replicaron la denominación y los medios locales la destacaron. La viralización a escala nacional de este singular fenómeno reproduce una noticia que aconteció en las orillas de Playa Grande, Mar del Plata. El sábado 21 de agosto amaneció distinto: la arena dominada por pequeños crustáceos. La sorpresa convocó a los curiosos, que de a poco empezaron a recoger a los ejemplares.
El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) informó, horas después, que en verdad no eran camarones. Tampoco langostinos. Lo que el mar había devuelto de madrugada eran “peisos petrunkevetchi”, que pertenecen a la familia de los sergéstidos. “No son ni camarones ni langostinos, son peisos. En el sur hay muchísimos de estos crustáceos pero acá también suele haber”, explicó Paula Meriondo, investigadora del Inidep, en diálogo con los medios locales cuando se acercó a tomar muestras del fenómeno. “Nosotros solemos sacar en algunos trabajos aunque jamás vi algo así”, precisó.
La especialista y directora del área de langostino del instituto contó, a su vez, que la mayoría de los pequeños seres marinos ya estaban muertos. Las muestras que obtuvieron de este curioso acontecimiento develarán las causas. Aunque estén aún en proceso de estudio, hay indicios sólidos de lo que provocó esta imagen inusual en las costas de Mar del Plata.
Rápidamente se descartó la primera hipótesis: un descarte pesquero. Los oceanógrafos también desecharon una segunda teoría: no hubo un cambio repentino en la temperatura del mar que obedeciera a la muerte masiva de estos ejemplares. La respuesta la dio la representante del Inidep, incluso antes que los resultados de biotoxicidad descarten la existencia de alguna toxina que haya derivado en esta situación.
Se produjo un estrepitoso cambio en la corriente marina. “El viernes fue un día lindo, donde la temperatura subió un poco, y seguramente este cardumen estaba cerca de la costa alimentándose de alguna floración. Al quedar tan cerca y al producirse este cambio, fueron hacia la orilla y quedaron varados”, explicó Meriondo en una declaración que recoge el medio local 0223. Agregó que los crustáceos tienen capacidad para desplazarse a través del nado pero no tanto como para escapar de un oleaje intenso, como el que los llevó a convertir la céntrica playa de Mar del Plata en suerte de “una alfombra de camarones”.
También había ocurrido un fenómeno similar a éste de Mar del Plata cuando, en 2011, en la isla española Fuerteventura, perteneciente al archipiélago de Canarias, aparecieron varias toneladas de camarones muertos, y cuando en 2013 hallaron miles de gambas y langostinos sin vida en la playa de la comuna chilena de Coronel, ubicada en el centro del país trasandino.
A comienzos de febrero de este año, La Feliz también se había despertado con una situación sumamente extraña. Lo que había aparecido en Playa Popular y con los días se extendió a las costa de Playa Grande y Punta Mogotes era una suerte de espuma que dibujaba nubes sobre la arena. Era una floración de una especie de alga que salió a la superficie por el cambio de temperatura del agua, que durante enero había registrado una temperatura de 24,3 grados, superior a los indicadores normales de 20 ó 21 grados. Los científicos del Inidep tuvieron que salir a aclarar que la espuma no era tóxica, no genera daños a la salud y se iba a retirar naturalmente por el mismo oleaje.
SEGUIR LEYENDO: