El jueves 19 de agosto a las 21, la familia de Roberto Sánchez, Sandro de América, abrirá las puertas de su icónica casa de Banfield. El evento, que se presentará a través de un recorrido virtual interactivo 360, se enmarca en el cumpleaños del artista, lo presenta el Municipio de Lomas de Zamora y está apuntado a todos los que quieran ser parte.
“Será una muy linda experiencia que podrán disfrutar los vecinos y vecinas de Lomas. Para todos nosotros, Sandro siempre será alguien muy importante dentro de nuestro corazón y por eso siempre queremos recordarlo”, destacó el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
La casa de Sandro, emplazada en Banfield, está guardada y protegida detrás de una muralla infranqueable. Tiene un inmenso jardín rodeado de pérgolas y una imponente pileta olímpica, que son el preámbulo de una edificación de estilo victoriano.
Allí, Sandro decidió que no solo viviría, sino que además iba a ser el espacio donde sus fantasías artísticas más profundas cobrarían relevancia, corporizándose en una de las carreras musicales más fabulosas que se recuerden en nuestro país y en todo el continente americano.
Un puñado de afortunados pudieron conocer desde su construcción a la casona de Sandro. Pero ahora, a más de once años de su desaparición física, su viuda Olga Garaventa de Sánchez, acompañada por su familia, ha decidido abrir las puertas del misterio.
Los ciudadanos podrán asomarse a la intimidad del ídolo popular y para hacerlo, tendrán que anotarse previamente completando este formulario. El proceso finaliza cuando reciben un código de acceso personal intransferible.
Cada uno de los rincones de la casa de Sandro guarda una historia y un secreto. Luego del 19, las puertas se abrirán para visitas virtuales a sus seguidores de todo el mundo.
Roberto Sánchez había nacido el 19 de agosto de 1945 en la Maternidad Sardá. Hijo único de Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo, se crió en Valentín Alsina, lugar donde pasó su niñez y adolescencia. Sus orígenes humildes le forjaron una personalidad especial y lo hicieron el hombre que fue después: un luchador empedernido.
Con Los Caniches grabó un primer single llamado “Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina”. Luego el conjunto cambiaría su nombre y pasaría a llamarse Sandro y Los de Fuego, ya con “El Gitano” como líder. En esa formación estaría acompañado por José Sandri, en guitarra; Enrique Irigoytía, en guitarra rítmica; Héctor Centurión, en bajo; y Armando Quiroga, en batería.
La banda se destacó por las vestimentas de sus miembros y los llamativos movimientos que hacía Roberto, claramente inspirados en Elvis Presley. Sin embargo, al poco tiempo, el argentino logró alcanzar una identidad personal que lo convertiría en una de las voces latinas más conocidas de todos los tiempos.
Si hablamos de Sandro y el rock no podemos pasar por alto un hito muy recordado. En 1990, en su programa de televisión Querido Sandro, emitido por Canal 13, Roberto Sánchez tocó con Pappo. Hicieron juntos las canciones “Vengo a ocupar mi lugar” y “Soy salvaje”, en medio de una escenografía llamativa con efectos especiales.
Si bien a fines de los ‘60 empezó a dejar el rock and roll para inclinarse por la balada romántica, derivada del bolero, no desaprovechó las oportunidades que tuvo para “despuntar el vicio” y volver al género o, al menos, grabar con músicos de ese movimiento.
Así fue como, por ejemplo, acompañó a León Gieco en la canción “Mi amigo”, incluida en el disco Semillas del Corazón, editado por el santafesino en 1988. Si bien la pieza no podría considerarse “rockera”, su vínculo con un artista de rock lo pondría a hacer algo distinto a lo que venía realizando.
Además de la música, Sandro también fue parte de películas. Entre 1969 y 1980 el famoso cantante protagonizó una serie de films que fueron el perfecto reflejo de su carisma arrollador.
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