La noche del 4 de abril de 2012, una tormenta castigó fuerte al Conurbano Bonaerense. Granizo, lluvia y ráfagas de viento de hasta 103 kilómetros se llevaron puestos un sinfín de árboles, postes de luz y varias viviendas. A la mañana siguiente, el panorama era ficcional, casi de película. “Solo faltaban los zombies”, pensó un grupo de cuatro amigos de Berazategui, haciendo un paralelismo con la serie estadounidense “The Walking Dead”.
Durante los días posteriores al temporal, mientras los vecinos se reunían alrededor de fogatas que armaban en distintas esquinas a modo de protesta contra los cortes de luz, Ángel Luccarini, Ariel Palmiero, Diego Flores y Guillermo Galeano (un martillero, un programador y dos empleados administrativos, todos de 35 años) comenzaron a registrar las distintas secuencias que, para ellos, eran “fuera de lo normal”.
“A partir de ese momento empezamos a buscar y a reconocer ciertos escenarios que para ese entonces percibíamos como postapocalípticos. Lugares un poco abandonados, un poco dejados a la desidia, un poco intervenidos por la naturaleza y empezamos a fotografiarlos”, explica Diego Flores a Infobae acerca de las imágenes que, seis años después, dieron origen a la cuenta de Instagram @thewalkingconurban.
“Arrancó con cero seguidores”, recuerda Guillermo Galeano. Durante los últimos días, sin embargo, la cuenta aumentó su popularidad al punto de que ya suma cerca de 200 mil followers. Fue después de que sus creadores lanzaron una votación para elegir “Las ocho maravillas del Conurbano”.
La elección de los lugares -explican vía zoom- fue completamente arbitraria. “Casi a dedo”, aseguran Diego y Guillermo, que arrancaron con un listado de treinta y dos puntos, de los que quedaron dieciséis y, finalmente, ocho.
“Más allá del recorte, la votación tiene un tinte lúdico y, por supuesto, hay ahí una hipérbole, ¿no? Una exageración al decir que eso es una maravilla. Pero también nos sirve para resaltar un montón de cuestiones. Muchas veces, en el discurso mediático el Conurbano aparece como tierra arrasada, como el lugar donde se despliega el narcotráfico, la delincuencia, la pobreza. Parece ‘Mad Max’. Y vos decís: ‘Bueno, todas esas cuestiones existen, pero también hay otras que queremos destacar”, apunta Diego.
En referencia a esto último, Guillermo agrega: “Cuando hablamos del Conurbano, nadie te dice que ahí se genera el 25 por ciento del PBI de este país. Porque ahí lo empezamos a mirar distinto”.
Cuáles son y dónde están
Tras varios días de votación, cuyo resultado se dio a conocer el pasado 7 de agosto, la consulta popular “que involucró a 24 partidos, tres cordones y más de 10 millones de habitantes” dejó un “Top 8” de distintos lugares, la mayoría de ellos ubicados en la zona Sur. El ganador, sin embargo, es del Noroeste.
Del último al primer puesto, el veredicto fue el siguiente:
Con 21.000 y 22.000 votos, “El tanque de Troya” y “El castillo olvidado” son las últimas dos maravillas de la lista. ¿Qué se sabe de estos lugares? De “Troya”, como bautizaron al tanque de agua que emula un caballo, poco y nada. “Está en algún lugar del barrio San Jorge de Florencia Varela y su dirección permanece desconocida”, apuntan desde TWC.
“El castillo olvidado” o “castillo de la Sniafa” tiene un poco más de historia. Según explican desde TWC, perteneció a los Ayerza, una familia carlista, exiliada de España, “que hacía buenas migas con la elite económica local y se dedicaba a la cría de caballos árabes”. Actualmente, el lugar ubicado en el complejo deportivo municipal “Los Privilegiados” de Berazategui, está abandonado.
Por encima de “El tanque de Troya” y “El castillo olvidado” quedaron “La pava de Goliat” y “La puerta Pereyraburgo”, ambos con más de 23.000 votos. La primera es un tanque de agua de una vivienda ubicada en la Avenida Lope de Vega al 2200 en Villa Raffo, partido de Tres Febrero.
“La idea fue de mi bisabuelo materno, Ferro Smerilli, que junto a mi abuelo Victorino y mi tío Beto, comenzaron a armarla. Actualmente, ahí vive mi mamá Teresa”, contó Sergio Rodríguez Smerilli bisnieto del italiano que fabricaba y vendía objetos de aluminio al medio No ficción - Zona Oeste.
“La puerta Pereyraburgo”, indican desde la cuenta TWC, está ubicada “en la triple frontera entre Berazategui, (Florencio) Varela y Villa Elisa (partido de La Plata). Si uno va desde la Ciudad de Buenos Aires, el arco es el lugar de acceso al Parque Provincial Pereyra Iraola, que ocupa unas 10.000 hectáreas y alberga más de 130 especies forestales y 200 especies de aves.
En el año 2008, la UNESCO declaró al Parque Pereyra Iraola como “Reserva de la biósfera” con el objetivo de preservar la biodiversidad ante el avance de las edificaciones en la zona.
El cuarto y el tercer puesto se lo llevaron “El elefante blanco” y “El tanque absoluto” con 24.000 y 25.000 votos, respectivamente. El primero es una megatorre que empezó a construirse en 2010 y, en 2014, quedó paralizada.
Ubicado al 800 de la Avenida Hipólito Yrigoyen, en Avellaneda, el edificio tiene 900 departamentos, 717 cocheras y 24 dúplex. Todo distribuido en cuatro torres de 27 pisos. Una promesa inconclusa en la que muchos vecinos invirtieron sus ahorros y aseguran haber sido estafados.
“El tanque absoluto” o “tanque de Monte Grande” se encuentra entre los tres más votados. Se trata del tanque de agua intervenido por el artista Leandro García Pimentel, que está en la Plaza de los fundadores a pasos de la estación de tren de la línea Roca, en el partido de Esteban Echeverría.
En la torre están representados los cuatro titanes, de más de 20 metros, que simbolizan los cuatro elementos: el aire, el agua, el viento y el fuego, que sostienen una Rosa de los Vientos.
Con 27.000 votos, “La Libertad bailable” y “La feria persa” fueron los dos lugares más votados, siendo esta última la que llegó a la cima del podio.
“La Libertad bailable” queda en Quilmes Oeste, más precisamente en Avenida La Plata y Benito Pérez Galdós, y es una réplica de la Estatua de la Libertad de Nueva York. En el pasado, cuentan desde TWC, formaba parte de un boliche llamado “Daytona” que hoy ya no existe. “En su interior flotan los recuerdos de noches inolvidables de chape, arrumacos y sonidos de kártings”, aseguran.
Con paredes de colores y cúpulas como de castillo, “La feria persa” es, desde hace un año, un paseo de compras tradicional de San Miguel, donde “un sinnúmero de personas ha confesado comprar su primera remera rockera, discos pirateados y todo aquello que es menester para vivir en la realidad descarada en la que vivimos”, dicen en TWC.
Ubicada sobre la Avenida Balbín al 2100, antes funcionaba allí una discoteca llamada “Sain Kaleh”, también conocido como “el gran castillo”, se lo recuerda -según el portal San Miguel Conectado- como uno de los mejores boliches de la zona Noroeste.
Para Ángel Luccarini, Ariel Palmiero, Diego Flores y Guillermo Galeano la repercusión que tuvo la votación superó sus expectativas. “No lo esperábamos”, se sincera la banda de cuatro amigos que se conoció en Escuela Leonardo Da Vinci de Berazategui.
Lo mejor, coinciden, es lo que despertó en la gente. “Para parte de la comunidad que votó, estos lugares tienen un valor artístico. Incluso, muchas de las elegidas como maravillas sirvieron para disparar historias, para explicar por qué, por ejemplo, un castillo de principio del Siglo XIX quedó abandonado”, dice Diego.
Guillermo entretanto hace hincapié en la sensación de pertenencia, por un lado, y de nostalgia, por el otro, que disparó la votación de las maravillas. “Muchos nos escriben para decirnos ‘Yo viví ahí y me acuerdo de tal lugar’”.
Antes de despedirse los amigos cuentan que ya son varios los seguidores que les vienen pidiendo una segunda votación “para sumar más maravillas”. Por el momento, dice Diego, no lo ven como una posibilidad. “Nos encantó hacerlo, estuvo buenísimo. Creo que fue como fue un hit que metimos, pero no queremos abrumar...”.
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