Ayer por la tarde, vecinos de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, comenzaron a aglomerarse en una playa de la zona norte de la ciudad tras enterarse de la aparición en la costa de un ejemplar juvenil de ballena “jorobada” sin vida. Algunos solo se acercaron solo para observar de cerca el hallazgo. Pero otros fueron más allá y entraron en contacto con el animal en busca de alguna foto.
El grupo de vecinos, en su mayoría jóvenes y niños, registraron imágenes con sus teléfonos celulares y luego las compartieron subieron en las redes sociales. En una de las fotos se ve a un hombre posando sobre el lomo del cetáceo esperando a ser retratado. En otra, se observa al mismo sujeto en el interior del enorme mamífero, acomodándose dentro de las fauces.
Las imágenes se viralizaron y, tras tomar conocimiento de lo ocurrido, desde el Gobierno provincial advirtieron a la gente para que no se acerque al animal debido al peligro biológico que supone, ya que por estas horas desprende gases y fluidos propios del proceso de descomposición.
A través de un parte de prensa emitido por la Dirección de Fauna y Flora Silvestre se pidió que, “ante el varamiento de un ejemplar juvenil de Ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) en las costas cercanas a la ciudad de Comodoro Rivadavia”, las personas “no se acerquen” al cuerpo del animal.
“Solicitamos que no toquen (al cadáver) dado el peligro que representa como foco de infección, enfermedades y peligro biológico para la salud humana”, indica el comunicado oficial dado a conocer anoche.
La dirección de fauna reconoció que “se trata de un varamiento atípico para esta especie de ballena no frecuente en la zona” y señaló que, en este caso, se recomienda a la población que, “de querer observar al ejemplar, lo haga a una distancia prudencial de 50 metros”.
La ballena muerta había sido detectada un día antes de aparecer en las costas de Comodoro. Vecinos la divisaron en el mar a la altura del kilómetro 8 y les llamó la atención su falta de movimiento. Más tarde supieron que ya estaba sin vida al notar que flotaba invertido. Ante esta situación, se dio aviso a la Secretaría de Ambiente Municipal.
También fueron notificados profesionales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, entre ellos la bióloga Marina Riera, quien se acercó junto a un equipo de docentes investigadores para tomar muestras de piel, de grasa, de músculos y de materia fecal para hacer estudios. Luego detalló a la agencia ADNSUR que se trata de un ejemplar macho que mide unos 8.5 metros de largo.
La docente lamentó la “falta de criterio de la gente” que se fotografió con el mamífero. “No sabemos de qué murió y no sabemos qué bacterias o virus tiene, si puede tener algún patógeno que puede causar efectos en el humano. Entendemos que es un animal que llama la atención, y la gente lo puede ir a ver pero respetando una distancia prudencial, 50 metros para atrás, pero no tocarlo”, subrayó.
“La ballena tiene un grado de descomposición avanzado, nosotros hicimos un corte y ya vimos que se estaban escapando los gases. Y la boca, como la boca de cualquier animal, está llena de bacterias”, agregó explicando los riesgos de entrar en contacto con el cetáceo.
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