Atravesados por la pandemia de coronavirus y golpeados por la crisis económica en el país, durante la noche del viernes fieles de San Cayetano se congregaron en la parroquia ubicada en el barrio porteño de Liniers para, como cada 7 de agosto, venerar al santo en su día y pedir al patrono del pan y el trabajo.
La vigilia comenzó con la caída del sol. Un grupo de devotos se acercó al santuario. Al igual que el año pasado, las restricciones en el marco de la pandemia volvieron a modificar la tradicional celebración católica.
Pero a diferencia de la última vez, en esta ocasión los peregrinos pueden encontrarse con la imagen de San Cayetano, que está expuesta al aire libre y con la particularidad de que en esta oportunidad se mantendrá esta posibilidad durante todo el mes de agosto. Esto se decidió con la idea de evitar aglomeraciones. Bajo esa propósito, además, las misas se transmitirán a través de las redes sociales.
“Con la pandemia tal vez los fieles no pueden venir a cumplir la promesa que hicieron el día 7. Entonces ahora podrán venir cualquier día del mes a cumplir la promesa”, detalló Monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires.
La imagen de San Cayetano está ubicada en el atrio del santuario ubicado en Cuzco 150, calle que quedó interrumpida al tránsito. El templo permanece con sus puertas cerradas y el paso de los peregrinos es al aire libre. En esa línea, las autoridades eclesiásticas desalentaron la presencialidad y animaron a participar en las redes sociales del santuario.
Según indicaron desde la organización, los fieles pueden circular frente al santo a través de una fila que se mueve por la vereda de la mencionada calle en dirección sur, en sentido a la avenida Rivadavia, para ingresar al patio delantero. Allí, pueden detenerse unos instantes frente a la imagen para luego continuar hacia la salida y desconcentración también por Cuzco en dirección a Rivadavia.
En tanto, para aquellos interesados en seguir las misas y las bendiciones de este sábado, se emitirán en diferido (ya fueron grabadas, sin la presencia de peregrinos), incluso la central.
La primera se pudo ver a partir de las 7 en el canal Orbe 21 y en las cuentas oficiales de Facebook (San Cayetano Liniers) y de Youtube (Santuario San Cayetano). Más tarde, a las 11, se transmitió la principal, celebrada por el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli.
Allí, el obispo pidió por los enfermos, los más necesitados y aquellos que buscan con desesperación un trabajo en estos tiempos de pandemia. “Vengan a mí los que están desesperanzados, los que golpearon muchas puertas y no se abrieron, los que salen a buscar trabajo bien temprano y llegan a sus casas desalentados, los que no encuentran sentido al seguir luchando por una vida digna. Vengan a mí, los que temen por su salud y se sienten agobiados por sus sufrimientos y temores, los que fueron defraudados por promesas incumplidas y no saben cómo sobrevivirán mañana. Vengan a mí los abuelos y ancianos que se sienten marginados, excluidos y olvidados, solos y enfermos: sientan el abrazo del consuelo de un Dios que los ama y valora”, dijo el primado en su homilía.
En ese sentido, Poli pidió paz, salud y trabajo para los argentinos. “Es el lema elegido para este 7 de agosto y expresa los más profundos deseos del pueblo trabajador y creyente, que desea salir de la pandemia mejor de cuando nos ha sorprendido”, agregó. “Como no existe peor pobreza como aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo, hoy nos ponemos frente a la imagen del Santo del Pan y del Trabajo: pedimos que nos dé una mano e interceda ante el Dios que ama la vida para que no falte lo que sostiene a nuestras familias, nos dignifica y es causa de alegría para todos”, concluyó.
La celebraciones de este año llevan por lema “San Cayetano, con corazón agradecido, te pedimos paz, salud y trabajo”, y tienen la particularidad de que todo agosto será el mes del santo. “El fin de todo esto es seguir cuidándonos; la devoción y la fe popular no pueden ir separadas de este concepto, que es cuidar nuestra salud y la de todos, en el contexto sanitario que aún atravesamos”, dijo a su turno Arguimbau.
“Nos seguimos cuidando y queremos cuidarte. Este año, tu oración vale todo el mes. San Cayetano te espera todos los días de agosto. No es necesario venir el 7, ese día habrá un cuidado especial para evitar el amontonamiento de gente. Podés cumplir tu promesa cualquier día del mes”, finalizó Arguimbau.
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