Cuando Vanina Catalá Ortmann y Leonel Chainski dicen que la llegada de las trigemelas les cambió la vida no exageran. Desde el 25 de julio de 2020, fecha en que nacieron Victoria, Julieta y Delfina, esta pareja de docentes de Lomas de Zamora hizo un curso intensivo de “maparternidad”.
“Fueron doce meses complejos. Te imaginás un montón de cosas, planeás otras tantas y, después, todo se va modificando porque somos primerizos y múltiples: el combo completo”, coinciden. “Lo que sentimos por nuestras bebas es algo que no se puede explicar con palabras. Uno intenta, pero hay que estar en el lugar. Estas nenas nos cambiaron la vida por completo. Fue el caos más hermoso que nos pudo haber pasado”, resume Vanina.
Es un miércoles de junio a la tarde y faltan cuatro días para que las “trige”, como las llaman cariñosamente, cumplan su primer año de vida. Mientras ellas toman su habitual siesta, sus padres aprovechan para conectarse a un zoom con Infobae y hacer un repaso de lo fueron estos 365 días de crianza al cubo.
MAMADERAS, PAÑALES Y NOCHES EN VELA
Vanina y Leonel se conocieron cuando eran dos adolescentes en el colegio secundario. Primero fueron amigos, después se pusieron de novios. Si bien están juntos desde hace quince años, con la llegada de sus hijas, cuentan, se redescubrieron mutuamente.
“Leo es un padrazo. Nunca me imaginé que podía llegar a cambiar tantos pañales”, dice ella. Él la mira y se emociona. “Tampoco se me cruzó por la cabeza que íbamos a complementarnos tanto. Siempre fuimos muy compañeros, pero ahora más que nunca”, agrega.
En la rutina (”Súper necesaria”) que lograron instalar para la crianza de las trigemelas, los docentes se reparten tareas. Ahora que Victoria, Julieta y Delfina duermen toda la noche, cada una en su cuna y en su habitación, Leo, por ejemplo, se ocupa de levantarlas a la mañana.
“Ellas amanecen a las 8 am, generalmente. Siempre se despierta una primero, empieza a balbucear y despierta a las hermanas. Cuando pegan el grito allá arriba es porque ya están cansadas de estar en sus cunas, entonces él las va buscar”, repasa Vanina acerca del ritual de cada mañana.
Leo completa: “Les llevo un par de juguetes, entonces, le doy uno a Vicky y otro a Juli para que se entretengan mientras la levanto a Delfi y le cambio el pañal. Después la acuesto en la cuna con su mamadera y repito con las otras dos. Por supuesto que el orden en que las voy levantando va rotando de un día para el otro”.
-Las bebas nacieron el 25 de julio, pero estuvieron 49 días en la neonatología de la Clínica IMA de Adrogué. ¿Cómo fue la vuelta su casa los cinco juntos?
-Vanina. Nosotros volvimos con un montón de consejos que nos habían dado las enfermeras y los neonatólogos pero claro, estar los dos solos con las tres nenas, era complicado. Sabíamos que iba a ser un poco así porque nos habían advertido, pero además de los cólicos, a ellas se le sumaba reflujo. Ahora están muchísimo mejor, pero cuando eran bebés era terrible lo que lo que vomitaban y parte del alimento se les salía por la nariz. Entonces teníamos que aspirarlas todo el tiempo.
-Leonel. Según el pediatra no era tan heavy (grave), pero para nosotros era terrible. Imaginate: un bebé super chiquito de 2 kilos que tenés que aspirarlo porque no puede respirar. Fue duro. A eso sumale los chequeos médicos. Primero era una vez por semana, después cada quince días y luego una vez por mes. Además, tuvimos que cambiar el vehículo porque no daban las plazas para poder trasladarlas como corresponde.
-Muchos padres y madres primerizos hacen referencia a la falta de sueño, ¿cuál fue su experiencia?
-Leonel. Los primeros siete meses yo me quedaba toda la noche despierto con alguien que venía a hacerme la segunda. A veces era el padre de Vani, otras veces mi hermano y sino los padrinos. Pasábamos noches enteras en vela, custodiando a las bebés porque, en el momento menos pensado, había que levantar a alguna para aspirarla.
-Vanina. Quiero aclarar que él se quedaba despierto de noche y yo dormía para poder estar lúcida durante el día, que es cuando las bebés estaban más demandantes de mí. El tema es que no es lo mismo dormir de día que de noche. Con los meses se fue haciendo cuesta arriba y se nos cambió todo el esquema.
-Leonel. Por supuesto que todo eso tuvo un costo porque bueno... El hecho de no haber dormido siete meses durante la noche me hizo terminar en un psiquiatra para poder corregir mi ciclo de sueño. Vani también. Los dos estamos con apoyo psicológico y psiquiátrico y la verdad es que nos hizo muy bien. Estamos muy acompañados.
-De aspecto las trigemelas son idénticas, pero ¿cómo son sus personalidades?
-Vanina: Juli es muy simpática y muy compradora. (Risas). Cuando nació, en cambio, era “la llorona”. Lloraba hasta que hacía llorar a sus hermanas. Cuando escuchaba el llanto ajeno se quedaba dormida. Ahora es la más payasa. A Delfina le digo cara de goma porque te hace todas las caras habidas y por haber. Te arruga la frente, te frunce el ceño... Y Vicky es muy observadora, pero también es muy “caprichito”. Pensar que yo le decía Santa Victoria... Ya de Santa no tiene nada.
-Leonel: Son nenas buenas y se portan bien. Lo más importante es que son sanas. ¿Qué más podemos pedir?
-¿Alguna vez se las confundieron?
-Leonel: No, porque el padrino de Delfina les regaló abridores de distinta forma y color: Victoria usa perlitas doradas; Julieta unas perlitas blancas y Delfina un corazón dorado con strass blanco.
-Las trigemelas son muy populares en las redes sociales. ¿A quién se le ocurrió crear una cuenta de Instagram y de Tik Tok para compartir su día a día? ¿No les molesta exponer tanto?
-Vanina: Yo abrí la cuenta de Instagram (@lastrigemelas), pero por mucho tiempo no subí nada porque la realidad era que no tenía tiempo. El objetivo siempre fue el de compartir el día a día de las nenas con la familia, sobre todo con los que están en el exterior. Nosotros tenemos amigas en España, a nuestros compadres en Italia y familiares en Polonia. Fue la manera que encontré para hacerlos partícipes sin tenr que estar mandando fotos y videos y uno por uno. Después Leo inauguró una cuenta en Tik Tok (@lastrigemelas) y esa es muy popular: ahí tienen como 22 mil seguidores.
-Leonel: Mostramos lo que hacen las nenas en cualquier momento del día. Desde un desayuno, pasando por cómo miran la tele hasta cómo lloran las tres juntas. Compartimos la realidad para mostrar que no todo es color de rosa. También aprovechamos para interactuar con otros padres múltiples y les pedimos consejos. Hace poco conocí a Victorio Paoletti, que es padre de trillizas de 24 años, que actualmente viven en Barcelona. Y bueno, me contacté con una ellas para que me contara cómo fue su infancia y qué es conveniente hacer y qué no como padres de tres. Estoy esperando que me devuelva el llamado.
-¿Qué tienen pensado hacer este 25 de julio?
-Vanina: La realidad que queríamos hacer un festejo grande en el que estuvieran nuestras familias, nuestros amigos y los padrinos. Lo que pasa que no esperábamos esta segunda ola de COVID-19. Eso nos frenó por completo. Vamos a hacer algo íntimo, con globos, guirnaldas y torta, y más adelante, si esto va cesando y estamos más vacunados, nos gustaría hacer algo al aire libre.
-Leonel: Seguramente, tanto en Instagram como en Tik Tok, hagamos una transmisión en vivo al momento de soplar las velitas para que todos lo que están lejos puedan sentirse un poco más cerca.
Antes de despedirse, Vanina y Leo cuentan que están por lanzar un emprendimiento de ropa para bebés. “Yo amo comprar ropa de bebé. Desde que nacieron las nenas me he vuelto compulsiva, pero me tengo que contener porque tengo tres. (Risas). Hasta ahora iba y compraba ofertas, pero un día le dije a Leo: ‘Me gustaría vender ropa de bebés’”, repasa ella.
El lanzamiento de las prendas será, sin dudas, un capítulo más en la historia de las trigemelas de Lomas de Zamora que ya están en el corazón de todos.
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