La temible Banda del Millón estuvo a punto de filtrar, hace cinco años, un video casero que hubiese sido generado pánico.
En las imágenes podía verse al líder, enmascarado, que se abría el uniforme y en la parte de adentro tenía adheridas granadas. “Cuando nos vengan a buscar esto va a explotar todo”, advertía el delincuente.
Iban a inmolarse.
Pero el final fue otro.
El cabecilla y su lugarteniente cayeron en medio de un tiroteo con el Grupo Halcón, el 28 de octubre de 2016. La recompensa para dar con los dos delincuentes era de 300 mil pesos por cada uno. ”Nos quisieron matar y no sabemos quién dio la orden, creo que viene de arriba”, le dice Matías Milatich, desde el teléfono público de la cárcel de Mercedes, a Infobae. Después de casi cinco años habla por primera vez con la prensa. El fue la voz de la banda hasta que apareció a dar una entrevista su cómplice Leonardo Mercado.
El 24 de septiembre de 2016 ocurrió un hecho inédito en la historia criminal argentina: cuatro delincuentes con máscaras de monstruos y gorilas, vestidos con uniformes y armados con pistolas y fusiles, difundieron desde la clandestinidad un video casero. Se oyó la voz de Milatich amenazando a policías, fiscales y periodistas.
En lo que parecía una puesta en escena rudimentaria pero cargada de muerte, sus cómplices gatillan las armas, lo rodean, uno de ellos hace chocar dos gruesos fajos de billetes. Mercado aparece al lado del otro cabecilla. Es fornido, lleva una cadena de oro, un Rolex y un arma en cada mano, como en el Far West. “Somos delincuentes. No somos asesinos ni violadores. Robamos bancos, robamos lo que sea. Todo lo que nos libera la Policía. Y encima nos quieren muertos. Estamos dispuesto a todo”, anunciaba el pistolero que hablaba en nombre de sus compañeros. Se presentó como Matías Milatich, llevaba un pasamontaña, chaleco de la Policía Federal y mueve su 9 milímetro para intimidar.
El resto de la banda tuvo igual suerte. Cayó detenida. Rolando Agustín Sandoval, alias “El Mono, Miguel Ángel González, Lucas Piris y Walter Daniel Mansilla (”El Gordo Dani”).
“Tienen a mi mujer detenida por culpa de la fiscal Alejandra Rodríguez hace casi 5 años y a mis hijos también. Están violando los derechos constitucionales. Lo mismo que Ángel González, que es inocente y sólo me alquiló la pieza a mí. Apunten contra mi, que soy el líder de la banda del millón. Y los videos los hicimos para resguardar vidas”.
El robo más mediático de la banda ocurrió el 19 de septiembre de 2016, cuando le arrebataron un maletín de millón y medio de pesos a un empresario –dueño de una industria avícola- en la puerta del Banco Provincia de General Rodríguez. Allí hirieron a una persona y huyeron a los tiros. Ese día, al igual que en el video, la banda estaba con pasamontañas y máscaras de payaso y monstruos esperando en un Chevrolet Corsa negro.
“Nos metieron hechos que no cometimos. Y mi señora sigue detenida y eso es una injusticia. A mi me quisieron boletear en la redada del Halcón, fue una lluvia de balas, alguien que no sé nos entregó a Mercado y a mí”, dice Milatich.
“No sé cómo estoy vivo -admite Milatich-. Tengo 11 impactos de bala. Uno en el tórax, cerca del corazón, dos en el brazo derecho que me lo reconstruyeron de fierro porque tenia los huesos destruidos, en la pierna también tengo fierros, uno en el pecho, otro en la espalda, dos en las axilas, uno en el dedo índice izquierdo, otro en la cabeza, otro en el cuello y otro en la cintura. Un plomo se me está saliendo y no me lo quiero sacar pero se comprometen los tejidos. ¿Quién me quiso matar? Eso no me queda claro. Viene de muy arriba, no se olviden que yo hablé hasta del Presidente”, enumera.
Eso, dice, lo lleva a padecer problemas neurológicos. Tiene placas y tornillo en la pierna, en el brazo. “Me los pusieron en las piernas para no cortármelas. En el video un policía, Rubén Jiménez, me escupía la cara y me quería arrancar la pierna, que la tenía toda rota del tiro que me dieron”.
-¿Eso se debe a la denuncias contra la Policía?
-Claro, por primera vez a ellos se les paró de manos una banda. Esto no es nuevo. Siempre se dijo que liberaban la zona y si no te prendías te armaban causas o te boletaban. Por eso nosotros fuimos a fondo.
-¿Se considera retirado del delito?
-Si. Ya está. Perdí casi todo. Además no podría volver en las condiciones en que quedé. Con discapacidades. Además no hubo juicio, se suspendió y apelamos a Casación. No sé qué están esperando.
-¿Es cierto que sabían dónde estaban los bolsos de López?
-Si, teníamos esa información. Pero no pudimos. Nos ganaron de mano.
-¿Y lo de los granadas?
-Estaba todo muy caldeado. Era a matar o morir. Pensamos hasta inmolarnos. Y que vuele todo por los aires.
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