Cursa 5to. año de medicina, las clases presenciales volvieron y no puede ingresar al país: “Está en juego mi futuro”

Débora es brasileña, vive en Buenos Aires desde 2015 y voló a visitar a sus padres en Brasilia en noviembre del 2020. Desde marzo intenta regresar al país para retomar su carrera. No es la única residente extranjera en esta situación. Se estima que quedan 18.000 varados en el exterior

Debora es brasileña, con residencia temporal por sus estudios en la UBA, no puede ingresar al país para terminar su carrera universitaria

La Universidad de Buenos Aires (UBA) se ubica como la mejor universidad iberoamericana. Sus graduados y académicos están entre los mejores 50 del mundo. Hace siete años consecutivos que se mantiene en ese luga del ránking. Los extranjeros de países limítrofes saben que es así y eligen emigrar a la Argentina para acceder a una educación de prestigio. Tal fue el caso de Debora Correa Loureiro (29), de Brasilia.

En marzo de 2015, un tiempo después de terminar sus estudios secundarios decidió dejar su vida en Brasil para iniciar la carrera de medicina en la UBA. “Vengo de una familia de médicos, y sé que es la mejor de la región. No lo dudé. Hice un año del Ciclo Básico Común (CBC), aprendí español, y ya curso el quinto año”, le cuenta a Infobae desde su ciudad natal.

Desde que puso los pies en el país alquila en Barrio Norte, muy cerca de donde se ubica la Facultad de Medicina (Paraguay 2155, CABA). “Era ideal para cursar, hacer las prácticas, y juntarme con los compañeros”, agrega.

Debora esta en quinto año de la carrera de medicina

Hasta que llegó la pandemia. Desde marzo del 2020 las clases presenciales pasaron a modo virtual. “La adaptación no fue sencilla porque los últimos años las prácticas médicas son esenciales. Hay que recorrer el hospital, ver pacientes…”, admite.

Frente al contexto, en noviembre de 2020, sin fecha de regreso prevista para la presencialidad, Debora optó por ir a visitar a su familia como lo hacía cada año para las fiestas. “Mi vida está en Buenos Aires, aunque en las vacaciones de verano siempre viajo a ver a mi padre, madre y hermano”.

Compró un pasaje por Aerolíneas Argentinas con fecha de regreso para marzo del 2021, pero días previos al vuelo se lo cancelaron debido al cierre de fronteras con Brasil. “En ese momento no me alarmé porque sabía que aún no estaban confirmadas las vueltas a las aulas, podía tomar mis clases virtuales”.

Si a Debora no la dejan ingresar, deberá rendir libre los parciales y finales de la última etapa de su carrera.

Desde entonces ya le reprogramaron el pasaje por lo menos cinco veces. El 15 de julio la Facultad de Medicina retomó la presencialidad con los protocolos sanitarios exigidos. A Debora le asignaron rondas en el Hospital Fernández que no puede hacer porque esta varada en Brasil. “Ya me comuniqué con mis profesores y entendieron mi situación porque me excede, aunque ya me anticiparon que si no llego a los parciales y finales los voy a tener que rendir libre”.

La estudiante está en comunicación constante con la Dirección de Migraciones y el Consulado Argentino, sin obtener una respuesta concreta. Por otra parte, la empresa aérea le dio una posible fecha para el 12 de agosto, aunque debido al contexto, los vuelos para esa fecha aún no fueron asignados. “Se que no se va solucionar tan pronto, tendré que seguir esperando. Me da impotencia, y mucha angustia. Tengo casa y comida pero mi futuro está en juego, los dos últimos años de carrera son cruciales para mi formación como personal de la salud“, admite,

Y sigue: “No veo pacientes desde marzo, y en 2023 me recibo. Es una locura”. Mientras tanto, para no perder su lugar, Debora sigue pagando el alquiler de su departamento en Recoleta que está vacío desde noviembre.

La circular que le enviaron desde la UBA

Desanimada, y pendiente de las nuevas resoluciones impuestas por el gobierno nacional, integra junto a otras 125 personas el grupo “Queremos volver a casa” que sirve de contención emocional, e intercambio de información con respecto al ingreso de pasajeros al país.

No hay un número oficial de pasajeros argentinos varados en el exterior. Consultadas por Infobae, fuentes de Cancillería y de Migraciones explicaron que no cuentan con ese dato. Desde Jurca, en tanto, calcularon que había unos 18.000 luego de los primeros 12 días de restricciones, cuando se implementó el cupo inicial de 600 pasajeros diarios el pasado 25 de junio. Pero estiman que ese número se fue incrementando.

A partir de esta semana, se volvió a flexibilizar el cupo de pasajeros que pueden ingresar desde el exterior: de 742 diarios pasó a 900 (son un total de 6.300 pasajeros semanales); y desde la semana siguiente pasará a 1.000 pasajeros, cifra que se mantendrá hasta el 6 de agosto. Con todo, sigue siendo la mitad de pasajeros permitidos antes de las restricciones más recientes.

Desde las aerolíneas manifestaron su preocupación porque a 12 días de fin de mes aún no cuentan con ningún vuelo aprobado oficialmente para el mes de agosto, lo que complica la operación de las empresas. “Después de la última Decisión Administrativa nos avisaron hasta 24 horas antes de las frecuencias y restricciones de plazas. La prioridad de las líneas aéreas fue la de contener a los clientes e intentar minimizar el impacto a los pasajeros provocado por las nuevas medidas intempestivas del Gobierno”, señaló a Infobae Diego García, presidente de la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca), que agrupa a las empresas nacionales y extranjeras que operan en el país.

SEGUIR LEYENDO: