“Nos quedamos varados y desesperados”, relata desde Panamá la cordobesa Gladys Maliqueo (50). Está acompañada de su marido, Juan Molina (48).
No se fueron de vacaciones, volaron hasta Houston en busca de una mejor calidad de vida para Juan. En 2020 fue diagnosticado con cáncer de cerebro avanzado, Glioblastoma Multiforme grado IV. En Córdoba capital iniciaron los tratamientos de quimioterapia, y radioterapia. También le debieron hacer dos cirugías. La primera fue en agosto, le sacaron todo el tumor, y la segunda a los 20 días por un absceso, una infección cerebral.
Sin embargo, por tratarse de un tumor muy agresivo, la masa volvió a desarrollarse, y le pronosticaron apenas 12 meses de vida. Frente a la gravedad del caso, les aconsejaron hacer un tratamiento muy novedoso, aunque costoso, en los Estados Unidos.
Viajaron el 9 de julio hasta los Estados Unidos a través de Copa Airlines. “Lo atiende en Dr. Stanislav Burzynski, una eminencia en el mundo. En un mes el tumor se redujo un 80 por ciento. Estamos muy contentos, porque además tolera bien el tratamiento”, cuenta Gladys. Juan seguirá con estas drogas, (proteínas y sueros) en Córdoba.
Con pasaje de regreso en mano para el 19 de julio, pudieron embarcar en el avión. Hicieron la escala prevista en Panamá. Para volar necesitaban el PCR negativo. El de Juan llegó y el de Gladys no. “Lo hicimos ambos en el mismo lugar y día (Curative), y los resultados tardaron varios días. Esto complicó el embarque, sumado a que nos demoraron en seguridad por el exceso de equipaje, cinco valijas en total, todas con la medicación necesaria”.
Perdieron ese vuelo, y debido a la baja frecuencia a partir de la disposición del gobierno argentino, quedaron varados en el país centroamericano. “No podíamos ni salir del aeropuerto de Panamá, logramos hacerlo con la ayuda de la embajada local, y la empresa área”, relatan frente a la odisea. Hace más de una semana que intentan regresar.
Estos días de incertidumbre no fueron fáciles. Sobre todo, porque necesitan retornar con urgencia porque a Juan le deben realizar análisis de sangre dos veces por semana para medir los niveles de sodio y potasio. “La medicación que ingiere le altera todos los valores tiene que estar monitoreado”.
Gladys reconoce que en todo este tiempo estuvo acompañada por el consulado argentino de Panamá. “Habíamos perdido la valija con la medicación, y nos acercaron contención. Nos llaman, y nos asisten desde el primer momento“.
Este miércoles dejaron en hotel para hospedarse en un departamento de alquiler temporario más económico, porque siguen enfrentando gastos no contemplados.
Luego de varios días de zozobra, llegó una buena noticia. “Nos dieron un fecha cierta para volver, este 28 de julio”, dicen aliviados.
Las empresas aéreas dependen de las autorizaciones de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y conforme a lo establecido en la decisión administrativa 683/2021 que comenzó a flexibilizar el cupo diario de pasajeros internacionales que pueden ingresar al país. Hasta el 23 entrarán 6300; entre el 24 de julio y el 30 habrá 7000 y otras 7000 entre el 31 de julio y el 6 de agosto. Con todo, sigue siendo la mitad de pasajeros permitidos antes de las restricciones más recientes.
Desde las aerolíneas manifestaron su preocupación porque a 12 días de fin de mes aún no cuentan con ningún vuelo aprobado oficialmente para el mes de agosto, lo que complica la operación de las empresas. “Después de la última Decisión Administrativa nos avisaron hasta 24 horas antes de las frecuencias y restricciones de plazas. La prioridad de las líneas aéreas fue la de contener a los clientes e intentar minimizar el impacto a los pasajeros provocado por las nuevas medidas intempestivas del Gobierno”, señaló a Infobae Diego García, presidente de la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca), que agrupa a las empresas nacionales y extranjeras que operan en el país.
No hay un número oficial de pasajeros argentinos varados en el exterior. Consultadas por Infobae, fuentes de Cancillería y de Migraciones explicaron que no cuentan con ese dato. Desde Jurca, en tanto, calcularon que había unos 18.000 luego de los primeros 12 días de restricciones, cuando se implementó el cupo inicial de 600 pasajeros diarios el pasado 25 de junio. Pero estiman que ese número se fue incrementando.
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