“Necesito volver a mi casa. Dejé a mis dos hijas, Laila (5) e Isa (2)”, dice desesperada Leticia Sumida (22). Ella es brasileña, está casada con un argentino, y vive en Buenos Aires desde 2017. Hace más de 50 días que no ve a sus hijas que son argentinas. Tuvo que volar de urgencia a San Pablo para asistir a su abuela enferma y ahora no la dejan ingresar al país.
“Tenía pasaje para los primeros días de mayo a través de Aerolíneas Argentinas. Me lo suspendieron, y me lo fueron reprogramando para distintas fechas. Todas las veces llegaba hasta el mostrador del check- in con el PCR negativo hecho, y ahí me explicaban que no podía volar por las restricciones de fronteras”, le relata a Infobae.
La última fecha estipulada de su boleto de avión es este 24 de julio aunque ya le avisaron que fue cancelado por las últimas disposiciones del gobierno nacional. “El panorama es incierto, nadie nos ayuda, aun no tengo un vuelo concreto que me permita entrar a mi casa”, se lamenta.
Leticia nació en Brasil, aunque se crió en la región de Fukui, Japón junto a su padres. Allí terminó la escuela secundaria, y en el último año conoció a su marido, argentino. Empezaron a salir, y al poco tiempo se enteraron que estaban esperando a su primera hija Laila. Eligieron emigrar a la Argentina, donde nació Laila (5) y luego Isa (2).
Su primera hija tiene una discapacidad severa, fue diagnosticada con un parálisis cerebral. Le afecta la corteza motora del cerebro, la parte de este órgano que dirige el movimiento muscular, el equilibrio y la postura. “Necesita asistencia las 24 horas del día y una medicación específica para sus ataques de epilepsia. El plan de viaje era por diez días, no por casi dos meses. Esto es una locura”.
Desde la continua reprogramación de vuelos, el marido de Letizia -que trabaja de lunes a sábado en una cadena de supermercados-, debió mudarse a lo de su madre para poder brindarle a sus hijas toda la atención que requieren. “Por suerte la familia de mi marido me está ayudando en el día a día, sino no sé lo que hubiera pasado”, se lamenta.
Más de una vez al día se mantiene contacto a través de videollamadas. “Las extraño, ellas me extrañan, lloramos juntas, no entienden qué pasó ni porque me fui y aun no volví”.
En un acto de desesperación, hace unos días, Letizia intentó cruzar la frontera vía terrestre. Sacó un pasaje en micro hasta Uruguayana, una vez allí no pudo hacerlo. “Todos me habían desaconsejado hacerlo porque es muy peligroso, pero una madre hace cualquier acto de locura para estar con sus hijos”.
Y sigue: " Tengo dolor, impotencia y angustia. No viaje por turismo, sino por una situación personal crítica. Volé a acompañar a mi familia en este duro momento de enfermedad, mi abuela se enfermó y terminó falleciendo. Ahora esta medida sin sentido. Alguien me tiene que ayudar”.
Sin certezas, se estima que Letizia recién pueda conseguir un nuevo pasaje para agosto. “Averigué charters privados pero no bajan de los 1.000 dólares, otra opción es un transporte privado terrestre. Nada me asegura que pueda reencontrarme con mis hijas”.
No es la única varada en Brasil. Infobae se contactó con otros brasileños residentes y familias de argentinos que se organizaron a través de un grupo de Whatsapp “Queremos volver a casa” y funciona como una contención colectiva. Está integrado por 63 personas, aunque todos los días se bajan y se suman nuevos. Comparten información y ofrecen comida y lugares económicos para alojarse.
Mediante la Decisión Administrativa 512/2021, firmada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, y de Salud, Carla Vizzotti, seguirán suspendidos los vuelos directos que tengan como origen o destino el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y como origen Chile, Brasil, México e India, lugares que tienen una alta circulación comunitaria de distintas cepas.
En los considerandos de la Disposición 1.798 el Gobierno subraya el riesgo de cuatro variantes del virus, entre ellas Zeta , originada en Brasil, por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Del análisis genómico, dice la disposición, surge que en Argentina circulan las variantes Alpha, Gamma (P.1-linaje Manaos), Zeta (P.2-Río de Janeiro), Épsilon (B.1.427- California), Iota (B.1.526-Nueva York) y Lambda (C.37 descendiente de la variante B.1.1.1 – Andina).
Brenda Salles, brasileña , es a la administradora del grupo, explicó que ya visitaron en más de una oportunidad al consulado argentino en Río de Janeiro sin obtener soluciones. “La respuesta siempre es la misma,’ no depende de nosotros’. Estamos solos y desamparados. Tengo donde vivir porque soy brasileña pero mi vida hoy está en la Argentina”.
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