Está varado en Panamá desde junio, pela cañas de azúcar para sobrevivir y le dieron la vuelta recién para septiembre en clase ejecutiva

Trabaja como encargado de un edificio de Mar del Plata. Después de ahorrar durante 4 años, visitó a su mejor amigo y ahora no puede regresar. Para colmo, deberá pagar 380 dólares -que no tiene- por el nuevo pasaje y teme perder su empleo: “Siento impotencia por no tener las influencias de Ginés González García, porque el ciudadano común no tiene derecho a nada”, le dijo a Infobae

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Está varado en Panamá desde junio, pela cañas de azúcar para sobrevivir y le dieron la vuelta recién para septiembre en clase ejecutiva
Está varado en Panamá desde junio, pela cañas de azúcar para sobrevivir y le dieron la vuelta recién para septiembre en clase ejecutiva

Javier Cladera tiene 50 años, es de Mar del Plata y trabaja en esa ciudad balnearia como encargado de un edificio. En sus ratos libres, su hobbie es hacer tablas de surf. Después de ahorrar dinero durante 4 años, este apasionado de ese deporte pudo cumplir su sueño: surfear en aguas calientes junto a su mejor amigo Nicolás, que es argentino, hace 8 años emigró a Panamá y vive en Playa Venao, donde Javier sigue varado desde junio.

Con toda la ilusión, el 4 de febrero de 2020 -cuando el coronavirus ni siquiera era pandemia- vio una oferta de 40 mil pesos y compró el pasaje por Copa Airlines con destino a Panamá. Sin embargo, por el COVID-19, tuvo que postergar su viaje en varias oportunidades. Hasta que el mes pasado llamó a la aerolínea y decidió concretarlo, ya que le avisaron que -si lo volvía a posponer- iba a tener que abonar una penalidad.

Para poder comer, tuvo que salir a hacer changas. Le pagan 20 dólares diarios por pelar cañas de azúcar y arreglar bicicletas
Para poder comer, tuvo que salir a hacer changas. Le pagan 20 dólares diarios por pelar cañas de azúcar y arreglar bicicletas

Fue entonces cuando decidió volar el 13 de junio de 2021 para pasar solo 10 días en Panamá, pero por las restricciones impuestas por el Gobierno, la compañía aérea le reprogramó el vuelo: primero para el 29 de junio y, luego, para el 7 de julio. Sin embargo, volvieron a contactarlo por tercera vez -a través de la aplicación de la aerolínea- para darle la peor de las noticias: recién podrá volver en septiembre y en clase ejecutiva, debiendo abonar una diferencia de 380 dólares, más el Impuesto País, una suma totalmente inalcanzable para Javier.

“Estoy varado en Panamá, sobreviviendo porque no tengo poder adquisitivo. Soy empleado de un edificio. Ni siquiera me vine a vacunar: solo vine a cumplir un sueño -hacer surf en aguas calientes- y a visitar a mi mejor amigo, que no veía hace muchos años. Pero mi sueño se convirtió en una pesadilla”, le dijo Javier a Infobae.

Había llevado el dinero justo para el viaje, pero ya lo gastó todo y, afortunadamente, su amigo le permite quedarse en su casa. Sin embargo, tuvo que salir a buscar trabajo de lo que sea para pagarse la comida.

Estoy haciendo changas para poder comer: pelo cañas de azúcar y arreglo bicicletas, un trabajo por el que me pagan unos 20 dólares diarios. Con ese monto, solo me alcanza para comer algo, porque acá la economía está dolarizada y los precios son muy caros. Es imposible que pueda juntar 380 dólares para viajar en septiembre por clase ejecutiva, más el Impuesto País. No tengo un centavo de lo que traje, porque vine con lo justo y, encima de todo, pretenden que todavía me quede un mes más. Tengo un empleo en Mar del Plata y me están pidiendo que vuelva. No me puedo quedar sin ese trabajo. Estoy desesperado y nadie me ayuda”, expresó.

Ahorró durante cuatro años para poder surfear en aguas calientes y sacó el pasaje en febrero de 2020
Ahorró durante cuatro años para poder surfear en aguas calientes y sacó el pasaje en febrero de 2020

“Siento la misma sensación cuando se te cierra la puerta de tu casa, no podés volver a entrar y encima llueve. Me gustaría saber qué harían los políticos si les pasara lo mismo que a mí... no poder seguir con su vida cotidiana, no poder despertarse en su cama... Necesito levantarme a la mañana y poder comer un pan con manteca”, lamentó.

“Siento mucha impotencia por no tener el dinero que tiene un jugador de fútbol para poder volver al país cuando quiere, y también, por no tener el poder o las influencias de -el ex ministro de Salud de la Nación- Ginés González García, porque el ciudadano común no tiene derecho a nada”.

Javier no solo tiene que contemplar los 380 dólares del gasto por el nuevo pasaje en clase ejecutiva, sino que además, debe adicionar el importe del Impuesto País, más los gastos por las noches que tenga que pasar en un hotel para cumplir con la cuarentena, al margen del importe de las PCR y los gastos diarios del tiempo que siga varado en el exterior.

De todos modos, y tal como él mismo reflexiona, ¿de qué modo podría pagar esa cuantiosa suma de dinero cuando -por la changa que consiguió para sobrevivir en Panamá- solo cobra 20 dólares diarios?

“No se cuando voy a poder regresar, porque nadie me responde. Mandé mails a la Embajada, a la Cancillería... pero nadie, nadie te contesta. La única forma que los varados tenemos de estar al tanto de lo que pasa es a través de los periodistas, de los twitteros y de los bloggers. Es la gente común la única que te ayuda. Y la que lo hace sin ningún interés, solo por el simple hecho de darte una mano. No saben cuánto se los agradezco”, destacó.

Junto a su amigo Nicolás, en su tan esperado reencuentro
Junto a su amigo Nicolás, en su tan esperado reencuentro

Si bien su intención era solo disfrutar de unos días surfeando con su amigo, Javier pudo recibir la vacuna en Panamá, ya que se la ofrecieron al igual que sucede en los Estados Unidos. En Argentina, todavía seguía esperando su turno.

“Soy un ciudadano que confiaba en que las autoridades tenían un sentido común. Pensaba que para eso llegaban adonde llegaron, pero me equivoqué. La declaración jurada que te hacen firmar cuando salís de Ezeiza es una forma de engaño porque, si tengo un pasaje para viajar, obviamente que la voy a tener que firmar. Lo hice porque creí que el que tomó esas decisiones tenía sentido común”, reclamó.

La aerolínea le avisó que recién podrá regresar en septiembre y pagando 380 dólares para viajar en clase ejecutiva
La aerolínea le avisó que recién podrá regresar en septiembre y pagando 380 dólares para viajar en clase ejecutiva

“En ningún lado de la declaración jurada decía que quedaba a criterio del sentido común de las autoridades.... porque creía que lo tenían, ya que es gente que estudió. Pude entender perfectamente que no se podía viajar en marzo de 2020, a pesar de que yo había sacado el pasaje antes. Del mismo modo que entiendo y acepto, todo lo que hay que pagar ahora cuando uno vuelve a Ezeiza, como la PCR y la cuarentena, porque también lo tuve que pagar en Panamá”, sostuvo.

“Desde el día que salieron las restricciones, me arruinaron el sueño que tenía y todo se transformó en una pesadilla. Yo solo quería irme de vacaciones y reencontrarme con mi mejor amigo... Es la gente común la que te salva, y no los políticos. Tenía la esperanza de que alguno se despertara para ayudarnos... pero no, ya veo que eso no va a suceder”, finalizó.

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