En 2019, Rodrigo Vidales (27) se recibió de arquitecto y, en agosto de ese año, viajó a buscar trabajo en Alemania. Se instaló en Colonia, ciudad en la que reside hace dos años. Sin embargo, ese país no le era ajeno, ya que tanto en 2011 y como en 2013, había vivido en Hannover por un intercambio estudiantil.
Al poco tiempo que llegó, consiguió trabajo en un estudio de arquitectura donde hace paisajismo. Su idea era pasar solo 6 meses en Alemania, pero finalmente decidió quedarse y ahora planifica para noviembre la vuelta definitiva a su Córdoba natal, entusiasmado con una iniciativa ecológica.
“Quería tener una experiencia en el exterior y se fue prolongando. Hay mucha oferta laboral y pagan muy bien. La seguridad y la tranquilidad son otros dos puntos a favor. Pero para mí, lo que más pesa en la vida no es tener un muy buen trabajo o ganar buena plata, sino estar cerca de mi familia y amigos. Tener ese contacto diario con los míos, con mi cultura y mis costumbres, hablar en mi idioma… Todo eso es fundamental y lo tenés solo en el lugar de donde venís”, le dijo Rodrigo Vidales a Infobae.
“Si los que podemos mejorar las cosas nos vamos del país, todo va a empeorar. Desde la primera vez que me fui, lo tuve claro. Sufro cuando mis amigos, o la gente de mi edad, se van de la Argentina. Creo que quienes pueden mejorar las cosas son quienes tuvieron la oportunidad de viajar, porque es la gente que tuvo más oportunidades y se educó. Y eso, viene con más responsabilidades así que, si nos vamos, las cosas van a empeorar. Ese pensamiento me mueve para intentar hacer todo lo que hago y, por eso, vuelvo a Córdoba”, afirmó.
Rodrigo dice que siempre estuvo muy interesado en la ecología y la sustentabilidad. Por eso, con los grandes incendios que ocurrieron el año pasado en Córdoba, buscó la manera de poder revertir el daño y reforestar esa provincia con su proyecto “Baum- Fábrica de árboles”.
En alemán, “baum” significa “árbol”. Justamente, la iniciativa busca producir 50 mil árboles en 2021 y, si todo sale tal como lo planeó, ese número se multiplicará muchas veces en los próximos años.
“El año pasado sufrí mucho por los incendios en mi provincia y, como estaba acá, no podía nada. Pero me di cuenta que quería mejorar esa situación y la mejor manera es plantando árboles”, explicó.
En diciembre de 2020 volvió a Córdoba, puso manos a la obra e hizo una convocatoria por redes sociales para que la gente se sumara a la iniciativa.
“Somos 45 millones de habitantes. Si cada uno plantara un árbol, eso significaría un gran impacto. Cuando lo contás a todo el mundo le interesa, pero después se diluye y muy poca gente lo hace. Entonces, me di cuenta que, si quería tener un impacto verdadero, tenía que verlo desde otro punto de vista, como un negocio o un proyecto a mayor escala. Se lo propuse a un amigo y comenzamos a hacerlo desde febrero. Yo invierto y administro, mientras él trabaja con mi hermano”, explicó.
“El objetivo para 2021 es producir 50 mil algarrobos. A fin de año, vamos a reforestar la sierra y luego seguiremos haciendo lo mismo”, añadió.
En Alemania, consiguió abrirse paso en un mercado muy competitivo. Todos sus proyectos de arquitectura que realiza en ese país los plasma en su Instagram @rjvp.ideas Tiene la ciudadanía europea y habla alemán a la perfección. Sin embargo, la lejanía con su familia y amigos lo llevó a tomar la decisión de regresar a su Córdoba natal y dedicarse a su proyecto ecológico.
A quienes estén pensando en emigrar a Alemania, les dice que es clave hablar el idioma, si lo que buscan es trabajar en sus profesiones.
“Conozco a muchos argentinos que viven en Colonia y son todos profesionales, pero el 95% no trabaja en su profesión, lo hace en restaurantes, hoteles o servicios de delivery. Salvo, los que se dedican a nichos muy específicos. Eso es por dos razones: porque vienen sin visa de trabajo o con la “Working Holiday”, o porque no hablan alemán y eso es fundamental”, advirtió
“Tengo pasaporte italiano, hablo el idioma y lo que hago es muy específico, pero no es la realidad de la mayoría de los argentinos o latinos que conozco, y que viven acá. No hay tanta gente interesada en emigrar a Alemania justamente por el idioma, porque sin saberlo, es muy difícil conseguir trabajo”, destacó.
Por su experiencia, Rodrigo recomienda que quienes lo deseen se animen a conocer otros países y sean testigos de la gran cantidad de oportunidades que hay afuera, pero claro, hay un precio que él no esta dispuesto a seguir pagando y es vivir lejos de sus seres queridos.
“Si tenés la posibilidad de tener una vida normal en Argentina, vas a vivir mucho mejor que teniendo eso mismo en otro país, porque podés estar con tu familia y tus amigos. Para mí, eso es calidad de vida. Estando afuera, nunca te vas a sentir como en tu casa. Cuando uno deja su lugar, termina no perteneciendo al nuevo y, también, se siente alejado de su origen. Es un sentimiento medio raro, que solo conocemos los que vivimos afuera. No todo es plata, hay cosas que pesan mucho más y los argentinos somos muy familieros y amigueros... Eso nos pesa muchísimo”, reveló.
“Quien tenga la oportunidad de irse que lo haga, pero se va a dar cuenta que hay problemas en todos lados y, a la distancia, va a extrañar muchas cosas valiosas que hoy no aprecia. Hay gente que se va a vivir directamente a otro país y no viajó nunca. Una cosa es viajar a Europa y recorrer una ciudad con ojos de turista, yendo a los lugares más lindos, sin trabajar y descansando; pero otra es instalarse, porque ahí empezás a ver el lado menos lindo de la historia y, también, de la gente”, expresó.
A pocos meses de dejar atrás su vida en Alemania y retornar a sus raíces cordobesas, Rodrigo cuenta la pasión que siente por la Argentina y su orgullo a flor de piel, que lo lleva a hablar de su país con cada extranjero que conoce, les muestra fotografías de nuestros paisajes más emblemáticos y los invita a conocerlos
“Para los que sueñan con viajar y conocer el mundo, también me gustaría recomendarles que aprovechen y no dejen de viajar por la Argentina. He tenido la suerte de poder viajar bastante, y puedo decir con seguridad que los paisajes y la comida de nuestro país están en lo más alto a nivel mundial. Toda la gente con la que hablo sobre Argentina -y les muestro imágenes tanto de los paisajes como de la comida- se sorprende y sueña con ir a conocerla. Sepamos apreciar, aprovechemos lo que tenemos y no demos todo por sentado, porque somos realmente privilegiados”, dijo.
“Viajar te hace ver las oportunidades que hay, pero también, los problemas. Y eso te hace apreciar más el lugar de donde venís. Las cosas nunca son simples en otro país, hay que estar dispuesto a trabajar de lo que sea, porque conseguir un empleo en tu profesión no es fácil. Y, además, hay mucha competencia”, finalizó.
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