Más de 23 millones de personas ya se vacunaron contra el COVID-19 en el país, de las cuales unas 18 millones recibieron la primera dosis y casi 4,8 millones tienen el esquema completo, de acuerdo a los datos oficiales.
Para poder llevar adelante este operativo nacional, trabajan incansablemente enfermeros, vacunadores, personal administrativo, de logística, de asistencia y de seguridad. Y en muchas postas de vacunación también se sumaron voluntarios para ayudar, acompañar y orientar a los concurrentes, ordenar las filas de espera y registrar la aplicación de las vacunas.
La provincia de Buenos Aires y la Capital Federal son los distritos de mayor población y -lógicamente- los que requieren una logística más importante para organizar sus campañas de vacunación. Por eso en estos lugares la participación de los voluntarios es trascendental para garantizar el avance de la vacunación. Pero, ¿quiénes son?, ¿por qué lo hacen?, ¿les pagan algo?
Convocados a través de las redes sociales, los postulantes pueden inscribirse en la web oficial del Ministerio de Salud, que habilitó un link para formar parte del Programa ACTIVAR (Acompañamiento Territorial Integral del Voluntariado Argentino). También pueden hacerlo a través de las páginas de los distritos o de las organizaciones sociales que participan de esta iniciativa.
Los únicos requisitos son ser mayor de 18 años y no ser paciente de riesgo ya que las personas deben prestar sus servicios en los vacunatorios. Hay desde militantes políticos y estudiantes universitarios hasta integrantes de ONGs (la Cruz Roja y los Scouts, entre otras) y personas que trabajan en los gremios.
Desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires precisaron a Infobae que cuenta con unos 2.000 voluntarios; de los cuales una gran mayoría pertenece a la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). Si bien fueron convocados estudiantes de todas las carreras, los que cursan las relacionadas con la salud (Medicina, Enfermería, Odontología, etc) fueron entrenados para ser vacunadores y el resto como orientadores y administrativos.
Estos jóvenes son fácilmente identificables en los vacunatorios porque llevan puestas pecheras blancas donde se lee la inscripción “UBA en Acción”. A ellos también se los puede ver ayudando a las personas mayores a bajar de los autos o empujando las sillas de ruedas de abuelos hasta las postas de vacunación.
“Aproximadamente un 30% del personal de cada sede de vacunación está cubierto por voluntarios/as de la UBA”, señalaron a este medio desde la FUBA. “Tomamos un rol principal en esta cuestión, al igual que ya lo hicimos en el 2020 en la campaña de vacunación contra la gripe, saliendo a la calle desde el primer día, ya sea para repartir comida, colaborar en la campaña de vacunación, en el DETECTAR o en la colecta de donaciones de ropa para el invierno”, detallaron.
Aunque se trata de una tarea no remunerada, los que participan del voluntariado reciben viáticos y cada facultad les contabiliza las horas en su carrera como si fuesen prácticas. En las sedes también se les otorga insumos para desayunar/merendar y a aquellos que cubren día completo reciben una vianda para almorzar.
Tanto los estudiantes universitarios como los graduados están presenten todos los días (de lunes a lunes) de 8 a 17, en dos turnos (mañana: 8 a 12:30 y tarde: 12:30 a 17 horas) para poder generar una rotación en los voluntarios ya que muchos están abocados a sus estudios y/o trabajo.
Emilia González tiene 23 años y cursa el tercer año de la carrera de odontología de la UBA. Motivada por la experiencia adquirida el año pasado como voluntaria en la campaña antigripal porteña, este año se volvió a anotar para aplicar sus conocimientos en la lucha contra el coronavirus.
Arrancó en marzo de este año y como tuvo la posibilidad de elegir en qué comuna trabajar, optó por el barrio de Palermo. “Me tocó cumplir funciones en el Centro de Día Nº 9 y 13, donde vacunamos entre 300 y 400 personas a diario”, contó la joven a Infobae, quien asiste dos veces semana en turnos rotativos.
“Como somos muchos los inscriptos nos vamos turnando para que todos puedan participar. Es muy gratificante prestar este servicio y la gente se va súper agradecida por el trabajo que hacemos”, remarcó Emilia a pesar de que en los primeros meses de la campaña tuvo que lidiar con algunas conductas impensadas de los vecinos.
“Al comienzo de la campaña había mucho prejuicio con respecto a las distintas vacunas, sobre todo en las personas mayores de edad que sólo quería aplicarse la Sputnik V porque creían que la china no servía y se iban a convertir en una especie de conejillos de india”, recordó la estudiante.
Para eso, tanto ella como sus compañeros que desplegar toda una estrategia persuasiva para convencerlos de que todas las vacunas que utilizaban habían sido autorizadas por la ANMAT. “Nos pasó que hubo gente que llegó al vacunatorio y al ver que le íbamos a aplicar la vacuna china Sinopharm se pegó media vuelta y se fue a su casa”, relató.
Si bien en los últimos días avanzó la inscripción para menores de 40 años en CABA y próximamente se abrirá el empadronamiento de los sub 35, el perfil de los concurrentes en su vacunatorio siguen siendo mayores de 60 y profesionales de la salud ya que en ese centro se encuentran aplicando las segundas dosis.
Por participar del voluntariado Emilia recibe un viático de $800 mensuales y la posibilidad de sumar esas horas trabajadas como horas de cursada en materias optativas o prácticas en los programas de extensión.
Lejos de sentirse agobiada o preferir utilizar ese tiempo en un trabajo que le genere más dinero, Emilia planeo seguir hasta que no quede un solo porteño sin vacunar. “De mi grupo de compañeros nadie abandonó. Me siento muy agradecida de tener la posibilidad de participar de una campaña como esta. Las personas que tenemos vocación de servicio sentimos que nuestro aporte a la sociedad es muy valioso en estos tiempos de pandemia”, concluyó.
Hasta la fecha, gracias al trabajo de los voluntarios como Emilia y los profesionales de la salud ya hay 1.520.014 porteños que recibieron la primera dosis y 412.152 que completaron la inmunización con la segunda. Así, ya suman 1.932.166 las vacunas aplicadas en la Ciudad.
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