El 18 de mayo de 2018, con 19 años recién cumplidos, Kevin Ortega fue detenido en Lanús junto a un amigo. Los acusaron de robarle un celular a una joven. La noticia conmovió a una familia trabajadora de Villa Fiorito. “A los 18 años empezó a trabajar con su tío en la construcción. También estaba en una cooperativa de reciclado. Ese sábado acompañó a su novia y después se fue con un amigo del barrio a Lanús, no sabemos cómo terminó involucrado en eso”, cuenta su hermana mayor.
La investigación duró menos de un año. En marzo de 2019, la causa fue elevada al Tribunal en lo Criminal 4 de Lomas de Zamora, integrado ese momento por Dario Segundo, Marcos Martinez y Marcelo Dellature. Desde entonces, el expediente acumula excusaciones, cambios de jueces, y postergaciones sospechosas.
La primera fecha para el arranque del juicio fue el 18 de marzo de 2020, dos días antes de decretarse la cuarentena por el Covid-19. Pero el debate nunca empezó. La emergencia sanitaria alteró todos los plazos.
En septiembre de ese año, la defensa de Ortega pidió una excarcelación extraordinaria porque ya estaba vencido el plazo de la prisión preventiva. La Justicia respondió con una nueva fecha para comenzar el juicio: 10 de noviembre de 2020.
Tampoco se cumpliría con esa promesa. Pocos días después, el Tribunal decidió una nueva postergación hasta el 3 de diciembre.
A partir de ese momento, la causa se empantanó por una marea de excusaciones de los propios jueces del tribunal, conformado en su mayoría por subrogantes, un mal endémico de la Justicia y especialmente de los tribunales orales.
Primero se excusó el juez Alejandro Rulli argumentando que era familiar de la fiscal de juicio, Sandra Rulli. El tribunal acepta la excusación y le ordenó a la Cámara de Apelación y Garantías de Lomas de Zamora que realice un sorteo para designar a otro magistrado.
Apenas un día después de la excusación de Rulli, el 25 de noviembre del año pasado, la jueza Mariela Alegre también se apartó por los mismos motivos: argumentaba que era familiar en segundo grado del juez Esteban Pablo Baccini, que había estado a cargo de la instrucción de la causa.
Para entonces, el juicio ya se había postergado por cuarta vez para el 10 de diciembre. Las excusaciones obligaron a designar momentáneamente a dos reemplazantes (Altamiranda y Vandemberg) y volvieron a posponer la primera audiencia del juicio de Kevin.
“Las demoras en Provincia son comunes, mucho más con la pandemia que desordenó todo el sistema, pero esta causa es un papelón, postergaron varias veces el comienzo del juicio”, advirtió un abogado penalista con años de experiencia ante una consulta de Infobae.
A fines de diciembre, los dos subrogantes designados rechazaron las excusaciones. En el caso de Alegre, su reemplazante sostuvo que no se había vulnerado el principio de imparcialidad “ya que el juez de garantías (Baccini) también es un sujeto procesal de carácter imparcial”. Y en el caso del juez Rulli, se determinó que su prima, la fiscal Rulli, no había emitido un dictamen y que el juicio estaba a cargo de otra colega.
Así se llegó a 2021. Superada la feria de enero, la defensa de Kevin volvió a pedir que comience el juicio oral. Lo hizo el 7 de febrero, el 5 de marzo y nuevamente el 29 de ese mes. El tribunal demoró una respuesta porque el trámite de la excusaciones seguía en la Cámara.
El 4 de abril pasado, la Sala III aceptó las excusaciones de Rulli y Alegre, pero el tribunal sigue sin conformarse.
La defensa de Ortega, a cargo del abogado Nicolás Rechanik, sigue sosteniendo su inocencia y rechazó un juicio abreviado propuesto por la fiscal del caso, que ofreció una pena de más de seis años de cárcel. La familia también sospecha del desarrollo de la investigación. De hecho, nunca apareció el arma supuestamente utilizada.
El joven fue detenido en Villa Caraza, partido de Lanús, junto a un amigo, Jonathan Mendoza. Según la Policía, se movían en una moto y le robaron el celular a una joven, que terminó siendo familiar lejana de Kevn.
Con la causa empantanada, el abogado de Kevin reclamó, en mayo pasado, una morigeración de la prisión preventiva. “Nos pusieron una audiencia para tratar esa morigeración recién para el 28 de octubre y el tribunal consintió”, se quejó Rechanik ante Infobae. Y agregó: “Hay un principio de autoconservación de ciertos sectores de la Justicia. En un caso en el que podrían determinar la inocencia del imputado se niegan sistemáticamente a hacer el debate y hacen todo lo posible por firmar un abreviado. En este caso Kevin está preso hace tres años y dos meses y grita para que le permitan defenderse y demostrar una vez más que es inocente”.
En los últimos dos años, la familia del joven atravesó varias tragedias. Una tía murió por el Covid-19 y a su mamá, referente de una cooperativa de cartoneros, le detectaron un cáncer. “Kevin va a necesitar ayuda para empezar de cero cuando pueda salir”, se lamentó su hermana mayor, Tamara.
En ese contexto, Kevin espera un juicio. Todavía no tiene fecha.
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