Seguramente si preguntamos por protagonistas de las luchas del peronismo, muy pocos podrán dar el nombre de Magin del Carmen Guzmán. Pero, según los de los servicios de inteligencia de la época: “Magin del Carmen Guzmán y Tomás Claudio Adiego Francia, deben ser considerados como un verdadero enemigo público. Ambos son cerebros de las células terroristas y principales intérpretes de las inspiraciones del Comando de la Resistencia Peronista que obedece al ex general Iñiguez”.
De Claudio Adiego Francia hablaré en una próxima nota. Don César Marcos (otro olvidado), respecto los inicios de la Resistencia Peronista dijo “la cosa empezó en las cocinas”. Una de esas cocinas, fue la de la modesta casa de Alvear 5911 de La Tablada, hogar de Magin y su compañera Dominga Páez.
La traición de Frondizi, vuelven de los caños
Recordemos que en 1955, la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu, se propuso terminar con el peronismo por la fuerza. Proscribió el partido, encarcelo a sus dirigentes, intento asesinar a Perón en el exilio e impuso un cepo policial a la cultura peronista: prohibió sus símbolos, castigó tener fotos de sus lideres, sus canciones, hasta silbar la marcha peronista era un delito. Pero ademas, avasalló las conquistas de los trabajadores, e impuso un plan de liberalización económica y de retorno al coloniaje.
En ese marco, en los primeros días posteriores al golpe de septiembre, comenzó una resistencia del peronismo, que transcurrió por varios andariveles paralelos. El primero y mas importante, fue la lucha de las organizaciones de trabajadores. Los huelguistas pasaron de 144 mil en 1955 a 5 millones cien mil en 1956. En paralelo, miembros del Ejercito (retirados y activos), tramaron conspiraciones de golpe, que fueron ahogadas en sangre en junio de 1956. Desde la militancia de base, a nivel sindical y político, se desarrolló una resistencia cultural e insurreccional, consistente de panfletos, pintadas, sabotajes y los famosos caños (bombas de manufactura casera).
En 1957 Aramburu llamó a elección de constituyentes (con el peronismo proscripto) para derogar la Constitución de 1949. Casi sin medios y muy poca organización Perón llamo a votar en blanco y obtuvo la primer minoría con el 24,3% de los votos. Luego Aramburu convocó elecciones a presidente para febrero de 1958. La UCR se dividió quedando con Ricardo Balbin (UCRP) el sector duro antiperonista y con Arturo Frondizi (UCRI) el mas permeable al peronismo. Rogelio Frigerio y John William Cooke tejieron un pacto secreto, que fue bendecido por Perón. Con el acuerdo se evitaba que se consolide con votos el sector antiperonista; y si Frondizi cumplía con su parte, era un gran avance y sino (como paso) se volvía a la situación anterior.
Frondizi cumplió algunas compromisos sobre todo en materia sindical. Pero, a fines del 58, el gobierno enfrenta una crisis de la balanza de pagos, y a cambio de un préstamo de stand by por el FMI, acepta aplicar un plan de estabilización y austeridad fiscal.
En enero de 1959, manda una ley para privatizar el Frigorífico Lisandro de la Torre, que implica en despido de la mitad de sus 9000 obreros. Esto desató un conflicto que incluyo el desalojo del frigorífico con tanques militares, un paro nacional de apoyo a los trabajadores y la lucha en las calles del barrio Mataderos durante tres días seguidos.
Este episodio marcó el fin del acuerdo con Frondizi y el retorno de las luchas sindicales y de los comandos de resistencia clandestinos. A fines de 1959 se inicia en Tucumán la primer guerrilla rural peronista denominada Uturuncos.
En marzo de 1960 luego de un atentado a la destilería Shell de Cordoba, el gobierno decreta la ejecución el Plan Conintes. Con este plan, se pone el manos del Ejercito la represión política y sindical. Otorga discrecionalidad para detenciones y crea tribunales especiales. El Conintes en poco mas de un año va a llevar a la cárcel a casi cinco mil militantes políticos y sindicales del peronismo.
Características de la Resistencia Peronista
A comienzos el año 1956, Perón redactó las “Directivas Generales para todos los Peronistas”, adoptando una posición intransigente hacia el régimen y dando instrucciones para la resistencia. En esta carta decía: “Se impone: luchar con la dictadura mediante la resistencia pasiva hasta que se debilite y nuestras fuerzas puedan tomar el poder. Es menester no dar tregua a la tiranía. El trabajo a desgano, el bajo rendimiento, el sabotaje, la huelga, el paro, el desorden, la lucha activa por todos los medios y en todo lugar debe ser la regla. Sin esta preparación la revolución social no será posible a corto plazo, porque la tiranía sólo caerá por este medio.”
Las dificultades de comunicación de la época hizo que estas “Directivas” lleguen meses después y no a todos los peronistas, que ya tomaban acción por iniciativa propia. Para la gran mayoría la resistencia, eran actos de rebeldía individual o colectiva en algunos casos. Silbar la marcha en un colectivo, o cantarla en una cancha; gritar viva Perón frente a la casa de algún gorila; pintar un Perón Vuelve; prender velas en un “altar” de Evita; hacer circular rumores; escribir billetes y grabar monedas con la VP. En las fabricas y medios de transporte, producir pequeños sabotajes. Repartir panfletos. Y, los mas audaces y decididos, comenzaron hacer estallar pequeños explosivos en las vías de los tranvías, poner “caños” y realizar sabotajes mas grandes.
A diferencia de los Comandos Civiles y de lo que será la guerrilla de los setenta, la violencia de la resistencia tuvo ciertos limites. Por ejemplo no se plantearon atentados contra personas. Cuenta el resistente de La Plata Carlos Villagra: “Nosotros le poníamos una bomba, pero pasábamos tres o cuatro veces por la casa en bicicleta para ver que no matara a nadie. Hasta aprendimos donde iba la expansión cosa que nos costó muchísimo…”. Con el tiempo los primitivos “caños” de pólvora negra se fueron reemplazando por dinamita y gelinita de mucho mas potencia. Y eran mas comunes los daños de quienes los manipulaban, que los daños a terceros. Igualmente la improvisación y falta de experiencia llevó a producir algunos accidentes con pérdidas de vidas. Estos son los riesgos asociados al uso de la violencia como acción política.
Otro aspecto a señalar es la participación de resistentes en “expropiaciones” (así se llamaron en los 70) pero en los 50/60 eran robos. En Mendoza, el ex capitán Ciro Ahumada robaba a la mineras cantidades de explosivos que se distribuían por todo el país. Otro tanto pasaba en canteras de Mar del Plata, Córdoba y Bahía Blanca. Pero ademas el accionar clandestino requería armas y dinero, entonces eran comunes los robos a coleccionistas o armerías. Y, robos de dinero a negocios o empresas, que no requerían tanta preparación, como asaltar un banco. Es sabido que los Comandos Civiles que actuaron contra Perón recibían dinero de la Sociedad Rural para funcionar. Pero, los peronistas no tenían ese tipo de apoyos. Según cuenta el resistente Pancho Gaitán había un pacto no escrito entre los resistentes, y era que para no “ensuciar al peronismo”, si alguien caía por un robo, debía hacerse pasar por delincuente común. Esto llevo a muchos resistentes a la cárcel juzgados por delitos comunes, y luego les quedaba esa mancha ante la sociedad, (en próximas notas voy a contar el caso de Herminio Iglesias).
Magin del Carmen Guzman según la DIPBA
La Comisión Provincial de la Memoria de La Plata, atesora los archivos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires (DIPBA), que hoy son, una importante fuente de la investigación histórica. En estos expedientes se encuentra la versión interna policial de los hechos, que si bien sufre distorsiones, en general se acerca bastante a la realidad de los personajes y los acontecimientos.
El Legajo Nº53 de la Mesa “DS” lleva por titulo “El día 26/05/60 la policía secuestro en la finca calle Alvear 5911 de la Tablada material bélico, deteniendo a Magin del Carmen Guzman y otros”.
En realidad se trata del allanamiento pero las detenciones se habían iniciado tres días antes. Parte de los informes de inteligencia policial van a los diarios y viceversa. A los fines de la nota voy utilizar los recortes periodísticos que la acompañan. Dice el diario La Prensa del 27/05/60 .
“La jefatura de policía, dio a conocer que el 23 de mayo a las 23,45, fueron detenidos los terroristas Magin del Carmen Guzmán de 36 años y Héctor Fernando Herrera de 36 años, cuando se disponían a colocar una bomba en la puerta de acceso al edificio del Cabildo sobre la Avenida de Mayo.”
" A Guzmán le secuestraron una pistola Luger 9 mm y un pequeño tubo de vidrio con ácido sulfúrico y una cápsula detonante. A Herrera le fue secuestrado un revólver Colt calibre 44 y una bomba de carcasa cilíndrica de 30 x 20 cm con las siguientes inscripciones: “Fuera yankis”, “Viva la patria”, “Viva Perón”, “Uturuncos”, “Argentinos al combate”, “Viva Evita”, “Vendepatrias cipayos tiemblen el pueblo en armas traerá Perón”.
“Se pudo establecer que los nombrados integran una banda de terroristas autora de muchos hechos cuyo jefe es el ex General Miguel Iñiguez quién se haya prófugo”.
“Cabe resaltar Herrera no registra antecedentes; en cambio Guzmán estuvo involucrado en el año 1956 en la operación “Peralta” qué consistió en una serie de atentados en la zona de Mataderos y Villa Lugano. Se le secuestraron en aquella oportunidad 240 bombas Molotov fue sancionado luego con 5 años de prisión reducidos a 22 meses por lo que pudo recuperar la libertad en noviembre de 1957.”
“Las investigaciones realizadas revelaron la existencia de una peligrosa banda de elementos terroristas encabezado por Manuel Enrique Mena alias comandante Uturunco detenido en Tucumán y por el ex General Miguel Ángel Iñiguez. Actuaba como enlace Tomas Claudio Diego Francia. Además integraban la banda, Eduardo Fernández Rojo alias el “Bombero loco”, Arnaldo Mazzoni, Alberto Horacio Almada y otras personas aún no identificadas”
“En la finca de la calle Alvear 5915 la Tablada se encontró un verdadero arsenal: un cajón con seis paquetes de clorato de potasio, varias latas de algodón pólvora, 152 granadas, gomeras y hondas de gran tamaño para lanzamiento de botellas; tres bolsas de gelinita en barra; un rollo de 6 metros de mecha y 17 trozos de caños cerrados en los extremos y cargados con explosivos. Todo este material había sido ocultado por el ocupante de la finca Carmelo Peñalva quien se encuentra detenido”.
Don Carmelo Peñalva, de 75, años era vecino de Magin, quien tal vez, enterado de la detención se prestó a mover a su casa todo ese polvorín. Lo que sigue son los hechos adjudicados a la autoría de Magin y Francia. Seguramente para exagerar lo de la “peligrosa banda terrorista” se le cargan culpas que no tuvieron, pero casi todas son acciones de la Resistencia Peronista.
Se les adjudica la responsabilidad de: Bomba en el establecimiento Lepetit el 23/03/59. El 16/04/59 bomba en el edificio de la firma Bemberg. El 23/01/60 bomba en la estación Palermo del ferrocarril. El 09/08/59 bomba (sin estallar) en el domicilio del doctor Santiago Carlos Fassi. El 10/08/59 bomba frente a la casa del capitán de fragata Aldo Molinari. El 21/08/59 en el domicilio del Dr Angel Arbelaiz. El 13/09/59 bomba en la casa del Inspector de la Policia Federal Ricardo Feliciano Lopez. El 23/09/59 en los Talleres Quirno Costa. El 24/09/59 bomba frente a la ferreteria de Inocencio Blanco y en la estación Madero donde estallaron tres bombas. El 17/10/59 bomba en el domicilio del Dr Carlos Robles. Ademas se los hace responsables de los asaltos ocurridos el 28 de marzo en la agencia automóviles de Alvarez Thomas 661; 13 días después en el comercio de joyería ubicado en Chorroarín 632 y el 12 del mes anterior la inmobiliaria ubicada en Cuenca 2409.
“Asimismo tenían proyectados varios golpes más que fueron interrumpidos. Los robos les permitieron apoderarse cantidad de armas cortas dineros en efectivo prismáticos y otros elementos que habían remitido al interior para ayudar a los grupos del comandante Uturunco y el comandante Puma” dice el diario.
Seguramente gran parte de estos hechos no fuesen responsabilidad de Guzman y Francia, -no lo podremos saber - pero no hay dudas que la policía y los servicios de inteligencia los tenían sindicados como activistas muy “pesados” y peligrosos.
En los días subsiguientes fueron detenidos María de las Mercedes Salvatierra de Iñiguez, Gustavo José Carballo, Dominga de Lina Paez de Guzmán, Elisa Alcira Arrieta, Eliseo Mariano Jaley, Carmelo Peñalva, José Francisco Loto, Wenceslao Simón Asas, Rubén Miguel Romano, Norma Brunilda Kennedy, Zulema Eugenia Busico de Carballo, Estela Angelina Massa de Suárez, José Eduviges Guzmán y Darío Yse.
“La policía solicita la colaboración a fin de lograr la aprehensión de los elementos prófugos: Tomás Claudia Diego Francia, Eduardo Fernández Rojo, Arnaldo Mazzoni, Oscar Horacio Travi, Abel Constantino Menéndez, Jorge de la Iglesia, José León Suárez, Ismael Justo Jordán, Miguel Iñiguez, Manuel Rosado, Eugenio Nievas y Alberto Almada.”
La fábrica de granadas de Magin y Francia
Otro veterano de la resistencia, Tuli Ferraris, recordaba: “Yo tenía prestigio entre ellos por mi vecino, el irlandés King, un revolucionario que era técnico en explosivos. Había trabajado quince años en una fábrica de explosivos. Y tenía espíritu conspirativo total, como buen irlandés. Todas las locuras que hacíamos contaban con su asesoramiento (...) Él me regaló las dos primeras pinzas para apretar que tuvo la Resistencia Peronista. Entonces yo, gracias a ese asesoramiento, pasaba a ser técnico en explosivos.(...) Cuando Francia y Magin montan la primera fábrica de granadas, consiguen no sé donde, fabricar carcazas de granadas de hierro fundido. Si se te caía una granada o te tirabas al suelo o volabas (...) Llenabas la granada con dinamita y gelinita, lo que tuvieras, una mecha corta de seis segundos a la que abrías en cuatro, y cuatro fósforos bien atados. Llevabas un caja de fósforos o una lija atada a la muñeca donde raspabas los fósforos, tirabas y podías esconderte. En Buenos Aires no se usaron, hubo una partida que se mando a Salta, a los Uturuncos.”
Un mes después (en junio del 60) fueron detenidos los hermanos Agustin, Argentino y Ademar Maidana, propietarios de un taller metalúrgico ubicado en Besares 1042 de Ciudadela acusados de fabricar 1300 carcasas de granadas. En el Legajo 53 de la DIPBA figura el extenso descargo que hicieron los hermanos Maidana, explicando que “una persona que no dio su nombre les trajo un molde de madera y una “caja de noyo” para elaborar 1300 piezas destinadas a “adorno de rejas” que se colocaban en las puntas; que esa persona pago y retiró el trabajo y que ellos jamas pensaron que fueran usadas para otra cosa que no sea adorno de rejas”.
Aunque en el testimonio los tres hermanos repitieron exactamente el mismo libreto, todo indica que la policía no les creyó y quedaron detenidos y sindicados como parte de la “banda terrorista”.
Duras sentencias del Consejo de Guerra Especial Nº1
Cuarenta días después de su detención fueron juzgados y condenados por el Consejo de Guerra Especial Nº1, Magin del Carmen Guzman a 25 años de prisión, Hector Hernando Herrera, misma pena. Jose Petracca (de quien hablaré en próxima nota) 20 años de prisión. Francisco Maria Cuello 9 años. Y Carmelo Peñalva de 75 años (vecino de Magin) 6 meses de domiciliaria en razon de su edad.
Quien fue Magin del Carmen Guzman
Un texto firmado por “tu familia” con motivo de una aniversario de su fallecimiento lo recuerda asi:
“Nació un 8 de Noviembre de 1923 en la Provincia de Tucumán, con apenas 2º grado debió dejar la escuela para ayudar a sus padres en el campo, ya que la pobreza y la injusticia abundaba en esos tiempos. Esa misma injusticia es la que llevó en su juventud a rebelarse contra los usureros que con bajos préstamos se quedaban con la cosecha de los sufridos campesinos.”
“Pasaron los años y vio con alegría el advenimiento del Gral. Perón, que traía justicia y protección para los más necesitados. Sintió que su lugar estaba en Buenos Aires, sin olvidar el monte que lo vio nacer. Ya instalado en la localidad de La Tablada, en el 1946 se enroló en la Policía Federal, de donde fue expulsado por peronista en 1956.”
“Formo un hogar con Doña Dominga Páez, y tuvo tres hijos Julio César, Carlos Aníbal y José Evaristo, quienes debieron hacerle frente a todo tipo de situaciones manteniéndose siempre a su lado, tanto en las buenas que fueron muy pocas, como en las malas que fueron la inmensa mayoría de las veces. Su casa de calle Alvear y Merlo fue un baluarte peronista, siempre había un vino y algo para comer para el recién llegado. Medio peronismo debió haber pasado por ella.”
“En su lealtad al peronismo y su lucha conoció la persecución, la tortura y muchísimos años de cárcel (pasando por la Brigada de San Martín, la cárcel de Las Heras, Resistencia, Devoto, Rawson, Tierra del Fuego, etc.), sin que nadie lo haya escuchado jamás quejarse ni arrepentirse.”
Una vida de lucha por la causa peronista
Según cuenta el mismo en un video testimonial que le grabaron sus compañeros a fines de los 90:
“El 9 de mayo de 1956 fuimos detenidos 32 compañeros (civiles y militares) vinculados al movimiento del General Juan Jose Valle.(...) El 10 de junio un comisario de apellido Malaspina, ordeno el secuestro nuestro de la cárcel de Olmos para ser fusilados. Pero el director del penal se opuso a entregarnos. No nos entregan, y por esa razón, nos salvamos de los fusilamientos que habían empezado esa misma noche del 9 de junio”.
Allí purgará su primera condena de prisión hasta la amnistía de noviembre de 1957. Al salir de la cárcel se vuelve a integrar a los comandos de la resistencia. Con mucha humildad y sin hacer gala de su pasado combatiente relata su detención en 1960 : “quien les habla es detenido el día 23 de mayo de 1960, íbamos hacer una tarea, una acción de comando... fui detenido con armas y explosivos. (…) estos comandos siguen con el tiempo... con un único objetivo, el regreso del incondicional del General Perón, buscando todos los medios la participación en las elecciones de 1958, la posterior en el 63, buscando una participación democrática y activa siempre y cuando el movimiento dejara de estar proscripto”.
Magin va a recorrer varios penales hasta la amnistía de 1964. “Fui el ultimo es salir” dirá. “A partir de ese año comenzamos una acción de movilizaciones, junto a muchos dirigentes gremiales de la época… el objetivo seguía siendo el mismo, el regreso del General. Y fuimos acorralando al régimen, hasta que Lanusse tuvo que dar elecciones y pudimos volver a ver al General en su patria”
En los años setenta Magin, con el apoyo de Federico Russo y el Dr Alfonso Del Giudice, de La Matanza, abre a pocas cuadras de su casa la Unidad Básica Juan Jose Valle. Allí va a recalar Jorge Rulli, Herminio Bayon y otros jóvenes que conforman la “Mesa Coordinadora de la JP”.
Magin siguió militando en el peronismo de La Matanza hasta el día de su muerte. Según recuerda Hermino Bayon: “En 1985 lo empujamos para ser primero en la lista de Concejales, no quería saber nada. Para nosotros, era una suerte de reconocimiento a toda una vida de lucha. Él siguió viviendo hasta su muerte en la misma casa humilde de La Tablada. Esa casa en la que nació parte de la Resistencia Peronista y que guarda tantas historias de lucha de las que Magin, no era afecto de vanagloriarse”.
En los años setenta muchos jóvenes creíamos que era solo nuestra lucha, la que había permitido el regreso de Perón. No conocíamos la historia de Magin, ni la de miles como él, que a lo largo y ancho de nuestra patria, habían empeñado su vida en la lucha por la causa peronista.
Aldo Duzdevich es autor de Salvados por Francisco y La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Perón.
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