Maximiliano Suárez y su novia Rocío viajaron el 24 de junio con rumbo a Nueva York y su fecha de retorno estaba programada para el 4 de julio. Lo hicieron por American Airlines y solo planeaban quedarse 10 días, mientras ella podía concretar un curso universitario que había sido postergado varias veces por la pandemia.
Sin embargo, por las nuevas restricciones, la compañía tuvo que reprogramarles el vuelo. Ahora, si es que no hay otros cambios en el medio, recién podrán retornar al país el 1 de agosto.
Maximiliano trabaja como asesor financiero para una empresa de Miami con sede en la Argentina, donde vive. Sin embargo, ese no fue el motivo de su viaje, sino que solo se limitó a acompañar a Rocío, quien tenía que realizar un curso de Management en la Universidad de Nueva York y que ya había sido pospuesto en varias ocasiones.
“Mi novia sacó su pasaje en 2019 y yo en 2020, pero tuvimos que posponer el viaje por la pandemia. Antes de viajar, vimos que el 31 de mayo la ANAC le dio la autorización a American Airlines para empezar a volar en junio y julio. En menos de un mes, la ANAC se desdice y cancela los vuelos autorizados. No vinimos en una avioneta privada: si autorizan la salida, tienen que saber que la gente tiene que volver a entrar al país”, le dijo Maximiliamo a Infobae.
Para su suerte, logró reprogramar el viaje, ya que estuvo pendiente de la web para poder conseguir dos pasajes de regreso para el 1 de agosto. Sin embargo, a nivel económico, solo contaba con recursos para pasar 10 días en el exterior, no 40.
“Ni siquiera sabemos si vamos a poder volver en agosto. Tampoco te dejan hacer la cuarentena en tu casa. Con ayuda de amigos y familiares nos estamos organizando, pero también, estamos gastando nuestros ahorros. Los alojamientos en Miami, de donde salen la mayoría de los vuelos, están carísimos y ya no conseguís nada. No sabemos hasta cuándo vamos a poder aguantar. Lo vamos a afrontar, pero sentimos que nos soltaron la mano y que somos ciudadanos de segunda”, aseguró.
Apenas arribaron a Nueva York, la pareja se vacunó en un supermercado, a pesar de que ese tampoco era el objetivo del viaje. “Cumplimos con todo lo que nos pidieron para poder viajar, como las PCR y la cuarentena a la vuelta. El vuelo de ida y vuelta fue autorizado por el Gobierno. Vamos a volver vacunados y eso es bueno para nosotros, para nuestro entorno y para el país. Son dos vacunas más que quedan en nuestro país para la gente que no tiene la suerte de poder viajar”, destacó.
“No dejamos de ser argentinos por haber viajado al exterior. No somos pudientes, ni acomodados. Nadie sabe la realidad del otro, ni por qué tuvo que viajar, porque hay una multiplicidad de situaciones. El millonario que quiere viajar tiene el mismo derecho que aquel que lo hace por trabajo, o el que lo hace por miedo al COVID y se viene a vacunar porque no le llega el turno. Entramos en un juego donde cuestionamos a la víctima. Se pone a la víctima en el lugar del victimario, y ese tipo de políticas nunca trajo ningún tipo de resultado. Al contrario, son repudiables”, sostuvo.
Días atrás el Gobierno anunció que no hará gestiones para las repatriaciones, ni asistirá económicamente a los varados. Tampoco les facilitará la logística para que permanezcan en el exterior, así que deberán esperar a que las aerolíneas les den opciones para volver y se tendrán que pagar los costos que les genere esa demora.
“Nos dijeron que no nos iban a dar asistencia y no la necesitamos. Lo que necesitamos es que sigan las reglas del juego -que ellos mismos determinaron- y que nos dejen volver al país con las mismas condiciones con las que salimos. Los ciudadanos tenemos que respetar al Gobierno y viceversa. No tengo resentimiento, ni bronca, pero me hubiese gustado que respeten las condiciones que nos exigieron al salir de Ezeiza”, indicó.
Maximiliano intentó comunicarse con el Consulado argentino en Nueva York y con Cancillería, pero no obtuvo una respuesta favorable.
“La Cancillería se lava las manos diciendo que nos hicieron firmar una declaración jurada al salir de Ezeiza, donde dice que no podemos hacer cargo al Gobierno. Es un absurdo, porque este es un viaje planificado, que fue cancelado un montón de veces, que pagamos las penalidades para reacomodarlo y, cuando llegás al aeropuerto te dicen que si no firmás ese papelito no podés viajar. Entonces, ¿qué hacés? ¿Te das media vuelta y te vas?”, se preguntó indignado.
“No soy abogado, pero no te pueden hacer firmar compulsivamente una cesión de derechos con un papelito en Ezeiza. No te dan la opción de no firmarlo. Hay negligencia y desinterés total, porque no hay empatía con la persona que viaja. Se está buscando una estrategia electoral para politizar y polarizar al que viajó… Tanto que hablan de la grieta... El que viajó es malo, oligarca, egoísta, rico, pudiente, no pertenece a mi base y no tengo por qué darle una solución. En este caso, la grieta se vincula con lo más miserable que se puede hacer: con la salud y el tiempo de una persona. Están jugando con la vida y la plata de la gente”, expresó.
La pareja dijo que en Nueva York hay muchos casos de personas que deben volver con urgencia a la Argentina por temas de salud y hasta mencionó el de una mujer con un estado avanzado de embarazo, que podría convertirse en madre en cualquier momento en los Estados Unidos. Además, agradeció la ayuda que los privados les están brindando a los varados, quienes les ofrecen sus casas por la falta de alojamiento y los altos costos de la estadía.
“Dejarte varado en el exterior es la grieta más miserable, porque desconocen tu humanidad. Simplemente, te convierten en un objeto político por el solo hecho de que decidiste cruzar una frontera con todas las de la ley. No somos prófugos, no nos fuimos en canoa. Nos fuimos por el aeropuerto y cumpliendo con todos los protocolos que indicó el Gobierno. La pandemia no es un chiste, es muy grave y juegan con la vida de las personas. No se puede saltar el Estado de Derecho, no es una carta blanca para hacer lo que se quiere y, mucho menos, para dejar abandonados a los ciudadanos en el exterior. Me parece gravísimo”, aseveró.
Maximiliano aseguró que, para superar la grieta, lo mejor que nos puede pasar como argentinos es tener empatía con el otro y no hacer juicios de valor. “Esto le puede pasar a cualquiera y no es solo una cuestión de empatía. Es ponerse en el lugar del otro solo porque es humano, no porque es mi primo o porque me cae bien. Si no dejamos de buscar la paja en el ojo ajeno, va a ser muy difícil salir adelante”, advirtió.
“Aceptamos todas las condiciones del Gobierno, pero es inaceptable que cancelen todos los vuelos 48 horas antes y que ya estaban aprobados por la ANAC. Hay un tema de seguridad jurídica, porque nosotros respetamos las normas y el que no lo hizo fue el Gobierno. Tratemos de no politizar esto. Hay gente del otro lado y a todos nos está costando mucho estar acá. Solo queremos que respeten nuestro derecho a volver, con las mismas condiciones con las que salimos. Queremos regresar a casa”, finalizó.
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