Es tal el acoso que Florencia recibe de su ex alumno, que cambió cuatro veces su número de celular desde febrero. La profesora de inglés de Tucumán denuncia que el joven la hostiga desde hace cuatro meses, pero la justicia local le da la espalda: “El fiscal archivó la causa considerando que no hay peligro”.
Todo comenzó el 18 de enero cuando una persona le recomendó a un alumno para un examen internacional. “Tuvimos una sola clase por Meet. Después, al otro día, apareció en la puerta de mi edificio sin que yo le haya pasado mis datos. No sé de qué manera había averiguado mi dirección y eso ya me parecía raro”, contó la docente, quien optó por aparecer en los medios de comunicación protegiendo su identidad.
“El acusado nunca declaró en la causa, porque el fiscal dice que no hay elementos suficientes”, contó Florencia
“Ahí me pareció muy raro y le dije que no lo iba a atender más. Siguió insistiendo y me empezó a llamar desde cinco o seis números diferentes, preguntándome por qué no lo iba a atender más”, narró la mujer.
Según detalló Florencia, luego el joven quiso pagarle la clase y ella le quiso facilitar el CBU para la transferencia bancaria, pero la respuesta fue otra: el alumno insistió con llevarle dinero en efectivo a su casa. “Se hizo todo insostenible hasta que empezó a preguntarme por qué no quería hablar con él. Todo esto derivó en que yo le dijera que le iba a hacer una denuncia y él lo tomó muy mal, se puso agresivo”, contó la docente tucumana.
Florencia decidió dar un paso más para su seguridad y acudió a la justicia, pero se encontró con las respuestas más inesperadas. “A partir del día que le hice la denuncia comenzó el infierno y el hostigamiento, además de los hackeos a mi teléfono. Hubo gente que vino a mi departamento a tratar de ingresar con distintas excusas. El fiscal dijo que eran cosas al voleo que le pasaban a cualquiera. Yo pasé imágenes de las cámaras de seguridad y el fiscal dijo que no tenía tiempo de verlas”, denunció.
Ella pensó que la primera vez podría haber sido un accionar al voleo, pero después notó que el accionar se repitió con nombres de con personal de empresas que no existían queriendo acceder a su domicilio. “Eso me fue llamando la atención”, sostuvo Florencia en declaraciones a C5N.
El acoso no se detuvo en estos últimos cuatro meses. “Acosó a personas cercanas a mi: a amigas mías que aparecen en fotos conmigo en Facebook”, contó la mujer. “Tomé la decisión de cerrar mi Facebook o sacar fotos y llegaban cuestionamientos por eso desde números diferentes. Eran respuestas haciéndome saber que estaban atentos a todos mis movimientos. Tuve que cambiar cuatro veces el celular”, detalló.
Si sos víctima de violencia familiar o sexual o sabés de alguien que lo sea, llamá a la línea 137.
¿Qué otras respuestas recibió por parte de la justicia ante estas situaciones recurrentes? “El fiscal me preguntó si era puntualmente esta persona la que venía a mi edificio o la que firmaba los mensajes y le dije que no, entonces me dijo que eran cosas que le pasaba a todo el mundo”, denunció en televisión Florencia.
“Le pedí al fiscal que lo viera en perspectiva, porque todo empezó desde el día de la denuncia y habiendo pasado dos o tres meses de todo esto. Me dijo que él estaba atado de pies y manos y que si no venía la propia persona físicamente, él no podía hacer nada”, contó Florencia sobre las respuestas que recibió del fiscal Gerardo Salas, de la Unidad Especializada en Violencia Familiar y de Género II de Tucumán.
“Me pusieron una custodia policial y el fiscal me dijo que si no me parecía suficiente, que me tramitara una portación de arma de fuego y que tenga mi gas pimienta”, narró Florencia sobre la respuesta que recibió de Salas. “No le faltó nada a ese fiscal. No le faltó gritarme, maltratarme, tratarme de paranoica. Lo único que le faltó fue investigar”, completó la docente.
Es importante recordar que un año atrás en Tucumán se registró el femicidio de Paola Tacacho, la docente que realizó 13 denuncias por el hostigamiento de su alumno. Mauricio Parada Parejas mató a puñaladas a la docente de 32 años el 30 de octubre de 2020, luego de que Paola soportara 5 años de acoso sin encontrar respuestas en la justicia tucumana.
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