La semana pasada, la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) realizó 747 inspecciones domiciliarias en nueve distritos del país, con el objetivo de reforzar los controles de cumplimiento de la cuarentena obligatorio que deben realizar los viajeros que lleguen del exterior. La medida apunta a evitar el ingreso de nuevas variantes del coronavirus, en particular la identificada como “Delta”, cuya capacidad de contagio superior fue corroborada en otros países.
El resultado de ese procedimiento, que anticipó Infobae, sorprendió a las autoridades nacionales por el alto nivel de incumplimiento que llegó a casi el 40 por ciento. Esa proporción de personas no estaba en su domilicio que habían declarado al ingresar al país al momento del control.
Las inspecciones tuvieron, sin embargo, algunas curiosidades y hechos insólitos.
Una de las que llamó la atención de los agentes ocurrió en un operativo de fiscalización en la ciudad de San Rafael, en Mendoza. Al momento en el que los inspectores se acercaron a la puerta para anunciarse, se toparon con un cartel con un llamativo texto. “Me fui a hacerme (sic) el PCR”, rezaba. Los inspectores se sorprendieron con el cartel al que le tomaron una foto y rápidamente circuló como anécdota entre los grupos de WhatsApp de los funcionarios del organismo que controla las fronteras.
La realidad es que la persona de dicho domicilio decía la verdad. Los inspectores confirmaron que quien fue visitado contaba con un turno para testearse a esa misma hora. Por lo tanto, dieron por cumplido el control sin dejarle de reconocer “lo atinado e insólito” del aviso colocado.
Florencia Carignano, titular de la Dirección de Migraciones, comentó en una entrevista otra situación en el partido de Vicente López. Cuando se llevó a cabo el control y no responder en el domicilio, los agentes contactaron a la mujer que era visitada por teléfono.
“Buenos días, señora, somos de Migraciones. Estamos en la puerta de su casa”, se presentó el personal del organismo. Del otro lado del teléfono, la mujer gritó: “¡Estoy! ¡Acá estoy! Fui a la farmacia a comprar unas cremas, pero estoy haciendo la cuarentena en casa”. A los pocos minutos, apareció agitada caminando rápido, llevando una bolsita de la farmacia que tenía en su interior los objetos que había comentado.
Los inspectores de Migraciones le explicaron que no podía salir del domicilio y le resaltaron lo importante de que haga la cuarentena y sus motivos. “La señora entendió y se disculpó”, informaron desde el organismo que depende del ministerio del Interior de la Nación.
Hubo otras situaciones del operativo donde se visitaron famosos, periodistas y dirigentes políticos, desde Migraciones no quisieron dar precisiones. “No se debe porque hay que preservar la privacidad de los datos personales pero lo que sí te puedo decir es que por suerte todos estaban en su domicilio”, comentó uno de los encargados de los operativos.
“Los inspectores destacaron el buen trato y disposición de las personas que entrevistaron durante los operativos en todo el país, muchos sorprendidos por la visita y que se los controle, pero destacando que estaba bien que se haga”, informó Florencia Carignano como uno uno de los balances del operativo.
Más restricciones para viajar
El alto nivel de incumplimiento de la cuarentena obligatoria en los domicilios de los viajeros recién llegados impulsó a que el Gobierno nacional fijara controles más duros en el tránsito aéreo y cambios en la modalidad de cumplimiento del aislamiento preventivo.
Este sábado se oficializó como restricción la prórroga del cierre de fronteras al turismo hasta el próximo 9 de julio, con un cupo de 600 pasajeros diarios para los vuelos que ingresan a la Argentina, en el marco de la emergencia sanitaria que rige a causa de la pandemia de coronavirus.
“Entre el 1° de julio y el 31 de agosto, las personas que ingresen al país deberán realizar el aislamiento preventivo obligatorio en los lugares que establezcan las autoridades provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, sostuvo hoy la directora Florencia Carignano. “Los costos de la estadía en los lugares de aislamiento y el costo de los testeos y las pruebas de secuenciación deberán ser asumidos por los pasajeros”, agregó.
“Apostamos a la responsabilidad personal para que puedan realizar la cuarentena en sus hogares, pero las inspecciones demostraron que no funcionó”, concluyó.
El Gobierno corroboró que se seguirá controlando a que quienes regresaron de viaje estén cumpliendo el aislamiento en sus domicilios y se radicarán denuncias penales en caso de verificarse el incumplimiento del aislamiento. Según los artículos 205 y 239 del Código Penal, la violación a las medidas contra epidemias y desobediencia a autoridad pública están sancionadas con una pena de prisión de SEIS (6) meses a DOS (2) años y con prisión de QUINCE (15) días a UN (1) año, respectivamente.
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