Si bien la Argentina ya está cerca de llegar a las 24 millones de vacunas recibidas desde el comienzo de la pandemia y todas las provincias están inmunizando a menores de 50 años sin comorbilidades, el ritmo de inoculación a nivel nacional bajó por segunda semana consecutiva.
En los últimos siete días, el promedio de aplicación de vacunas fue de 249.865 dosis diarias. La semana previa el número había sido de 259.889. Por lo tanto, la semana pasada el ritmo de vacunación diaria bajó un 4% en la Argentina.
El día de mayor aplicación de dosis en una sola jornada fue el 10 de junio pasado, cuando 376.815 personas fueron inmunizadas.
La estadística no va de la mano con la cantidad de vacunas que arribaron al país en las últimas semanas. Con el cargamento de 464.000 dosis de Sinopharm que llegaron ayer, la Argentina superó los 23,8 millones de inoculantes recibidos desde el comienzo de la pandemia.
Con este último envío, la Argentina recibió en los últimos cuatro días 3.139.000 dosis para la implementación del Plan Estratégico de Vacunación contra el COVID-19, ya que a las de Sinopharm se suman 1.139.000 de AstraZeneca que fueron producidas localmente y terminadas en la planta AMRI de Alburquerque, Estados Unidos. Ya se distribuyeron a lo largo del país casi 21 millones de dosis.
Además, El Instituto Gamaleya confirmó que la semana que viene llegarán a la Argentina dosis del segundo componente de la vacuna Sputnik V provenientes de Rusia. Asimismo, informó que en los próximos días Laboratorios Richmond comenzará a producir el componente 2 del inoculante en su planta en la Argentina.
Como ocurrió en los últimos viajes hasta el aeropuerto de Sheremetievo, los cargamentos se trasladarán en vuelos de Aerolíneas Argentinas. La logística incluye la carga, el reaprovisionamiento de combustible y el regreso casi inmediato, casi siempre con una escala intermedia en Italia o en España.
En Casa Rosada recalcan que “solo hay 330 mil personas que cumplieron los 90 días” de haber recibido la primera dosis y por ende serían quienes estarían necesitando con mayor urgencia completar el esquema. Pero, a la vez, están preocupados porque en el país la segunda ola de COVID-19 pegó con mucha fuerza con elevados índices de contagios y víctimas fatales. En este contexto, el gobierno nacional apunta a agilizar la campaña de vacunación para lograr que la mayor parte de la sociedad sea inmunizada antes de los días más fríos del año y por los temores ante la propagación de nuevas cepas como la Delta, originada en la India.
El anuncio era esperado hace tiempo, ya que en la Argentina hay un total de 6.046.283 personas esperando por la segunda dosis de la Sputnik V, cuyo componente es distinto del primero, y su aplicación es la que permite completar el esquema de inoculación. El Gobierno sabe que es un tema de preocupación social. No solo es eso, sino también un flanco ante la oposición de Juntos por el Cambio, que ayer presentó un pedido de informes sobre el tema. Lo cierto es que desde el 1 de abril hasta la fecha solo arribaron 480.000 componentes 2 de la vacuna rusa.
La segunda parte del anuncio no es menos importante: el laboratorio Richmond, dirigido por Marcelo Figueiras, comenzará a producir en su planta de Pilar, provincia de Buenos Aires, el segundo componente de la vacuna rusa.
En este marco, Figuieras adelantó a Infobae la semana pasada: “Podremos llegar a fabricar cinco millones de dosis por mes una vez que alcancemos el ritmo, siempre teniendo en cuenta que completen los envíos prometidos. No somos socios de Gamaleya por azar, el Fondo Ruso de Inversion (RDIF) visitó varios laboratorios antes de elegir su socio local”. Y explicó que “la capacidad productiva estaba a pleno en la mayoría, por la producción de vacunas para campañas normales”, en tanto que ellos encontraron “dónde producir”, al referirse a Richmond.
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