Leandro Domé dice que hay tres cosas en la vida que no pueden faltarle: la familia, el fútbol y el hip hop. La afición por el deporte lo llevó a integrar las filas del Fernando Cáceres Futbol Club en La Matanza, aunque las lesiones físicas le impidieron seguir progresando. En lo musical la historia fue otra: hoy es reconocido en el ambiente y señalado como uno de los impulsores de la cultura hip hop en el país. De hecho, él mismo se define un “militante y activista” del arte que mueve millones alrededor del mundo y que transita, en sus distintas ramas, una época dorada. Así, desde hace doce años realiza distintos trabajados para darle difusión y protagonismo su gran pasión. Y bajo esa idea nació la Fack Compety, una competencia de freestyle que persigue un fin solidario: donar alimentos a comedores comunitarios.
Leandro, conocido como MC Dome, tiene 30 años y es oriundo de la localidad bonaerense de Isidro Casanova. Comenzó a escuchar rap desde chico por su hermano, que “era breaker y se juntaba en un club”, y por casetes y CD que le traía su cuñado, cuenta en diálogo con Infobae. Recuerda a Control Machete y a Kris Kross como dos de sus preferidos en aquel entonces. Se volvió un fanático del estilo musical casi instantáneamente: “La primera vez que escuché el rap dije ‘esto es lo mío’. Y más cuando cuando lo vi en formato baile”, asegura.
Con el correr de los años, fue coleccionando CD, casetes, flyers, recortes periodísticos y todo tipo de material relacionado, a tal punto que hoy dice ser un historiador de la escena rapera nacional. En medio de ese apego desenfrenado, en 2009, cuando tenía 18 años, empezó a “militar” por la cultura hip hop. El primer paso fue hacer su propio medio de comunicación, la Radio Doble HH, “con la idea de difundir música en español, principalmente del Río de la Plata”.
El programa, que se transmite a través de la emisora Multipolar FM, fue el puntapié una vida dedicada al crecimiento de la movida en el país, “yendo a todos los eventos, trabajando en producciones, vendiendo entradas, ayudando con las promociones”. Leandro se volcó de lleno a su objetivo y aprovechó también las redes sociales: abrió en 2011 un canal de YouTube que hoy cuenta con 226.000 suscriptores y en donde se encuentran videos de antiguas batallas y testimonios inéditos, entre otra clase de material.
El joven recalca su entusiasmo y dedicación, como el de muchos otros, antes de la explosión de la música urbana, que mutó de la expresión underground a un fenómeno que hoy llena las plazas y escenarios con competiciones masivas, y con artistas cuyo protagonismo creció exponencialmente. “Apoyé la cultura hip hop cuando nadie lo hacía y lo sigo haciendo porque la amo. Nunca he frenado, siempre estuve colaborando desde mi lugar con todos los raperos, en sus primeros eventos y shows”. Justamente esa idea de ayudar, de brindar oportunidades y de visibilizar nuevos talentos fue la que concibió a Fack Compety.
A Leandro se le ocurrió la competencia durante los primeros días de diciembre pasado, después de ver que en la Sociedad de Fomento de San Carlos, cerca de su casa, organizaban ollas populares para darle un plato de comida a la gente, en medio de la crisis económica atravesada por la pandemia. El joven pensó que podría colaborar con lo suyo e imaginó un certamen en el que para participar y asistir no haya que pagar dinero, sino donar un alimento no perecedero: “No cobramos entradas ni inscripción, y le damos la oportunidad a todos para que vengan a rimar”. Le comentó la iniciativa a Papá Sak, Timo, Lucas Abrego y Reto Flow. Y entre todos apelaron a sus conocimientos para organizar los encuentros, la producción, el desarrollo y la convocatoria.
La propuesta sedujo en el ambiente y el proyecto transita por la curva ascendente, a pesar de frenarse por las restricciones impuestas por el coronavirus. “Fue un crecimiento muy rápido. Todos los que vienen a competir dicen que la Fack Compety va a ser el semillero de nuevas figuras. Si hasta vienen chicos des escuelas de rap. Ya hicimos seis fechas, algunas en lugares cerrados para generar otras ambientaciones. Estábamos haciéndolo domingo de por medio pero por el tema del COVID se cortó”, cuenta Leandro.
El primer encuentro fue en la Plaza Monseñor Miguel de Andrea, en el barrio de Recoleta. El último, en Parque Centenario, donde hubo una asistencia inesperada: “Se inscribieron 240 participantes, que se sumaron a los 32 preseleccionados, y con el resto de la gente fueron alrededor 400 personas”, recuerda el joven todavía alucinado. Todo lo recolectado en cada ocasión se repartió entre la mencionada sociedad de fomento, una parroquia cercana y un comedor de Ramos Mejía. La próxima cita será “por los puntos, va a ser por clasificatoria”, anticipa Leandro. Y para la siguiente, la octava, ya hay lugar: en la Villa 31 de Retiro, con el fin de abastecer a los centros comunitarios de la zona.
“En tiempos de pandemia pudimos lograr una linda competencia y hoy en día la podemos seguir manteniendo más allá de todo. Le estamos metiendo mucho amor al proyecto, que es para ayudar a la gente”, sostiene Leandro, y remarca sus tres objetivos a futuro: “Quiero que la competencia siga creciendo y que sea la vidriera para los que necesiten mostrarse. Me gustaría también meterme en lo que es el trabajo de manager. Y por último tengo el sueño organizar algún día un gran festival como Hip Hop al Parque, que lo cierre un artista americano”.
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