Murió María Cristina Picón, viuda del capitán Humberto Viola asesinado junto a su hija durante un atentado del ERP en los 70

La mujer tenía 73 años. El 1 de diciembre de 1974 había presenciado el crimen a sangre fría de su esposo y de su pequeña hija Cristina, de 3 años, cometidos por un comando de guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo

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María Cristina “Maby” Picón nunca dejó de buscar justicia
María Cristina “Maby” Picón nunca dejó de buscar justicia

A los 73 años murió el jueves por la tarde María Cristina “Maby” Picón, viuda del capitán del Ejército Humberto Viola, asesinado a sangre fría junto a su hijita por un comando de guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Según medios locales, la mujer falleció de causas naturales en su domicilio del municipio tucumano de Yerba Buena.

El capitán Viola fue asesinado cerca del mediodía del domingo 1 de diciembre de 1974 (en pleno gobierno constitucional peronista) cuando llegaba junto a su esposa e hijas a la casa de sus padres en la capital tucumana. Tenía 31 años y estaba por salir de paseo con su familia. El auto en el que se movilizaban fue atacado a balazos por un comando del ERP. El hecho fue tan aberrante que estremeció a la mayoría de la sociedad argentina.

El capitán Viola y su pequeña hija  María Cristina, ambos asesinados a sangre fría por el ERP
El capitán Viola y su pequeña hija María Cristina, ambos asesinados a sangre fría por el ERP

Según el “parte de guerra”, durante el operativo terrorista Viola recibió un escopetazo que terminó matando a su hija María Cristina de 3 años. Luego se acercó otro integrante y le disparó una corta ráfaga de ametralladora al tiempo que otro guerrillero le disparó otro escopetazo cuando Viola herido bajó del auto. Segundos más tarde otro integrante del grupo lo remató con un tiro en la cabeza con un revólver calibre 38.

Durante el operativo también fue gravemente herida Fernanda de 5 años con un tiro en la cabeza, que la llevó a sufrir ocho delicadas operaciones. Todo ocurrió ante la vista de Maby Picón, que en ese momento se encontraba embarazada de cinco meses, sus padres y abuelos.

Maby Picón y el capitán Viola
Maby Picón y el capitán Viola

Algunos de sus atacantes fueron condenados: Francisco Antonio Carrizo y Fermín Ángel Núñez (reclusión perpetua), José Martín Paz, Rubén Jesús Emperador y Miguel Emperador (prisión perpetua), y Rolando Oscar Figueroa (8 años, por entonces tenía 14 años, por lo cual era inimputable). Sin embargo, fueron liberados a finales de los años 80. Con el paso de los años los asesinos de los Viola se convirtieron en querellantes en el juicio a los militares por el Operativo Independencia en la provincia de Tucumán. Incluso, algunos fueron indemnizados por el Estado Argentino.

Carrizo (liquidación 4509) con $12.506.637 (monto actualizado Nov. 2020); Emperador (liquidación 3724) con $12.640.603 (monto actualizado Nov. 2020); Emperador el 9 de diciembre de 2015 pide una actualización y (por liquidación 16576) recibe otros $ 4.420.352; Núñez (liquidación 2686) con $13.191.339 (monto actualizado Nov. 2020) y Paz (liquidación 6256) con $11.863.513 (monto actualizado a Nov. 2020).

José Posse, historiador y amigo personal de la familia, aseguró que el dolor de Maby Picón nunca se transformó en odio ni rencor y que incluso llegó a perdonar a los asesinos de su esposo y su pequeña hija. Pero la mujer nunca bajó sus brazos y buscó hasta sus últimos días que los responsables de estos aberrantes crímenes fueran castigados.

Nunca dejó de pedir Justicia. Hasta el último día peleó para que se haga una Justicia completa, porque consideraba que solo se había hecho Justicia para un lado”, aseguró Posse en declaraciones al diario tucumano La Gaceta.

Tras un largo derrotero judicial que llevó al expediente al olvido, en 2016 realizó una presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) buscando que el asesinato de su esposo y su hija sean considerados delitos de lesa humanidad y se reabra la investigación.

Todos los 1 de diciembre, en Yerba Buena se hace un acto en memoria del capitán y de su hija Cristina. “Están presentes siempre autoridades políticas, militares, eclesiásticas y, sobre todo, ciudadanos comunes, que siguen esperando todavía que la pequeña Cristina Viola y su padre Humberto tengan la Justicia que no tuvieron. Esa fue la gran tristeza que Maby se llevó a la tumba”, concluyó Posse.

Entre el 25 de septiembre y el 1º de diciembre de 1974 el grupo guerrillero ERP cometió nueve asesinatos a sangre fría contra oficiales del Ejército. A todos los apuntados se los buscó, mediante trabajos previos de inteligencia, fuera de los cuarteles y en situaciones de indefensión.

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