Durante los últimos siete días, Argentina registró una ligera desaceleración en el ritmo de los contagios. A pesar de ello, las muertes por COVID-19 no disminuyeron. Durante la última semana (del lunes 7 al domingo 13 de junio) aunque se registró un descenso del 14% en el promedio semanal de nuevos casos diarios; el porcentaje de fallecidos subió un 7% en todo el país.
Los datos se desprenden del análisis realizado por la Unidad de datos de Infobae en base a la información provista por el Ministerio de Salud de la Nación. A nivel geográfico, sin embargo, la baja de casos es dispar: mientras que en PBA descendió un 14%, en CABA la baja fue de 12% y en el resto del país alcanzó el 14%. Aunque el descenso podría estar relacionado con el confinamiento estricto de nueve días decretado por el Gobierno entre el 22 y el 30 de mayo y el fin de semana del 5 y 6 de junio, algunos expertos lo vinculan con la poca cantidad de testeos que se están realizando.
Ayer, domingo 13 de junio, la cartera sanitaria reportó que, en las últimas 24 horas fueron realizados 62.751 testeos, con un 20,78% de positividad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de positividad debe estar por debajo del 10%. Los especialistas coinciden: este indicador varía mucho porque depende de la cantidad de test que se hacen en el día. Por eso, los fines de semana, suele bajar mucho. Sin ir más lejos, solo en la provincia de Buenos Aires, los testeos siguen siendo insuficientes. En Florencio Varela, por mencionar un caso, durante la última semana de junio, la positividad osciló entre el 36% y el 41%, pero en abril llegó al 77%. Esto quiere decir que se testeaba solo a las personas con síntomas, no se realizaban operativos barriales para testear a la población en general.
¿Qué quiere decir que la positividad es muy alta? Conrado Estol, médico neurólogo y un estudioso del tema se lo explicó a Infobae de manera sencilla y didáctica. “Mientras mayor sea el porcentaje de testeos positivos que hay por día, mayor es la cantidad de gente que está escapando al diagnóstico, y por lo tanto siguen contagiando a otros”, dijo. Para poner un ejemplo internacional, Estol recuerda: “En los Estados Unidos, la positividad en testeos es de menos del 3% en todo el país; y del 0,5% en la ciudad de Nueva York. Eso dice, fuertemente, que hay muy pocos infectados que quedan sin identificar. Es decir, no se le escapan infectados”.
“En la Argentina -continúa el especialista- estamos, en general, dejamos mucha gente contagiada sin identificar. Y no me sorprende que en el conurbano sea peor aún que en la Capital Federal, la gráfica del ministerio lo sugiere. Hay muchos más contagiados en el conurbano por condiciones de vida, y por muchas otras razones, y quizás se hacen menos testeos, aunque un 20% de positividad en CABA también es alta”.
Como contrapartida, durante los últimos siete días, el promedio semanal de nuevos muertos diarios a nivel nacional aumentó un 7%. ¿El dato? Mientras que en la Provincia la suba fue del 12% y en la Ciudad del 13%; en el resto de las provincias, el promedio de fallecidos solo subió el 1%. Ayer, las cifra informada de 268 fallecidos fue las más baja desde el 8 de mayo, día en que se reportaron 170 muertes.
El viernes 4 de junio, Argentina superó los 80.000 fallecidos por COVID-19 al duplicar en cinco meses la cifra de diciembre pasado. Entretanto, los especialistas siguen haciendo hincapié en acelerar el plan de vacunación. “Podría impactar en la cantidad de casos diarios e impactar en la cantidad de decesos”, coinciden.
Según el Monitor Público de Vacunación (el registro online del Ministerio de Salud que muestra en tiempo real el operativo de inmunización en todo el país), actualizado a última hora del domingo 13 de junio, ya son 16.360.449 las vacunas aplicadas: 13.025.688 personas recibieron la primera dosis y 3.334.761 ambas. El 57,05% de las aplicaciones (9.334.288 dosis) fueron realizadas a mujeres; mientras que el 42,75% a hombres (6.993.979 dosis).
Entre los más de dieciséis millones de inmunizados hay 3.237.952 trabajadores de la salud; 1.913.619 personas consideradas “estratégicas”, como integrantes de las fuerzas de seguridad y armadas, docentes y personal no docente de todos los niveles educativos, responsables del funcionamiento del Estado y personal del Servicio Penitenciario; 44.658 personas de 18 a 39 SIN factores de riesgo; 270.972 personas de 40 a 49 SIN factores de riesgo; 3.259.093 personas de 18 a 59 CON factores de riesgo; 272.200 personas de 50 a 59 SIN factores de riesgo; y 7.309.116 adultos mayores de 60 años.
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